El pensamiento político del desastre. Un TC deconstruccionista. Dictamina la “deconstrucción” legítima del patriarcado y de la necesaria “educación no sexista”, la “ideología de género” en la educación del Estado. Ya no estudian Derecho Romano ni Educación. Abrazan al filósofo Derrida. Son relativistas “europeos”. Vivimos “atrapados en un infinito sistema conceptual”. El sexo, la naturaleza y su validación científica, son distorsionados y falsificados. La sociedad y la cultura tienen la última palabra. No hay que confiar en nada. Poder y discurso. El discurso del poder y el poder del discurso.
Investigación de un asesinato. Discurso y poder. Colaborarán, colaboraremos. “La verdad es en realidad un tipo de ficción”. Las dictaduras sólo colaboran con las dictaduras. Proclaman la verdad de la mentira. Los otros son “dementes” ingenuos. El poder de las palabras. Prisioneros del poder del discurso acrítico y el conocimiento subordinado. “Poder= jefe de grupo”. Poder=jefe de Estado. Poder= discurso político. No hay dictadores poetas. Escriben con la mano de la mentira. Caminan con su séquito silencioso. Con palabras vacías “que emanan del lugar aparente del poder”. Son el centro de su ignorancia atormentados por su “no saber que recubre su ignorancia”. La sociedad es el lugar del poder. El pueblo ciudadano es el lugar del poder real. Las personas son su realidad. Son transformación creadora.
Pensar el desastre. Donde no hay porvenir. Esperar el no-poder. El no-poder poder. El poder des-une. “La preocupación ética aleja del poder”. Del poder del desastre. Creer que no nos alcanza ni alcanzará. El desastre, ”Esa noche que carece de oscuridad, sin que la luz la ilumine. Noche en blanco”. El desastre lo arruina todo al tiempo que deja todo igual”. El desastre político nos amenaza en un círculo privado de centro. Con simulacros. Falsas unidades. Ejercicios vacíos de poder. Vómitos narcisos. Ya no hay estrellas que iluminen. El pensamiento se ha vuelto loco. Mejor no pensar. Borrarse en “la imposibilidad de la imposibilidad”. Donde aparece la muerte con su poder poderoso.
El desastre de la muerte. La muerte asesina. “Maten al otro”. “Que mueran todos”. Matan a una persona. Matan a un niño. Matan a una mujer. Se mata y se asesina. Muerte impersonal de quien no se conoce. Hay los muertos y los asesinados. Una persona muerta se muere, con una muerte asesina. Un “pasado mudo”. Tiempo que destruye el tiempo. Su tiempo. Nuestro tiempo. Una “eternidad muere”. Con el poder del desastre. La política del desastre. Del otro que en su pasividad viene a mí desconocido y poderoso. Y yo muero. Con el poder de su muerte, reclama a la justicia.
Conocí la muerte. Tu muerte como “Si tuvieras un mensaje para mi…Háblame de las motas de polvo/ ¿en mi mesilla de noche? / ¿Algunas de ellas merece tu inquietud?”
¡Sí! La inquietud del desastre. La política del desastre. De la muerte.
Llovizna de otoño
Otoño desastroso
Escritura de lluvia.
“Regaré con ella las macetas” (de un camposanto).
“Me parece una buena idea”, como dijo el muerto (y un pájaro de madera).
(*) Colaboraron el poeta Choi Seung-Ho con “Escritura de Hielo”, el escritor y filósofo Maurice Blanchot con “La escritura del Desastre”, y el poeta Charles Simic con “Mi séquito silencioso”.