La Resistencia a reconocer un magnicidio. Por Fernando Villagrán C

por Fernando Villagrán

Así como La Segunda en titular principal resaltó, inmediatamente, como un gran logro la libertad de los imputados por el asesinato del Presidente Frei Montalva, resuelta por una sala de la Corte de Apelaciones, al día siguiente una rápida columna de Carlos Peña daba por resuelto el caso. Desde sus alturas Peña suele pontificar con reiteradas elusiones difíciles de comprender en un profesor de su aplaudido fuste. En este caso su forzada argumentación desechó la existencia de la instancia judicial pendiente, tras el recurso de casación ante la Corte Suprema anunciado por la familia Frei y sus abogados. Con su juego verbal el columnista estrella de El Mercurio pasó simplemente por alto los fundamentos del juez Madrid tras una compleja investigación de casi dos décadas, marcada por las falsedades y ocultamiento de evidencias por parte de los inculpados. Lo que está pendiente profesor Peña es un fallo judicial. Algo muy distinto a las distinciones que usted exhibe como distancias entre un político, un historiador y un juez.

Se habían cumplido 39 años del magnicidio del expresidente Eduardo Frei Montalva cuando entonces, con 71 años de edad – internado en la Clínica Santa María de Santiago para una simple cirugía que debía extirpar una hernia al hiato – fue sometido a una planificado y sórdido envenenamiento por parte de agentes del Estado bajo instrucciones del dictador que se enorgullecía reafirmando que en el país “no se mueve una hoja” sin que él lo supiera. El muy larguísimo proceso judicial conducido por magistrado Alejandro Madrid debió sortear el ocultamiento de pruebas y la negación institucionalizada, mientras se sumaban descalificaciones públicas y miserables en contra de Carmen Frei(exsenadora), su hija, que perseveró en el desafío mayor contra la impunidad sostenida de manera pública y también encubierta con múltiples maniobras durante el sostenido y riguroso trabajo profesional de los abogados Álvaro Varela – sometido a criminales amenazas que lo obligaron a delegar el caso – y Nelson Caucoto.

El contundente fallo en primera instancia del juez Madrid, condenó a seis participantes en el magnicidio. No fue un detalle menor que, como ocurre con numerosos casos de víctimas del terrorismo de Estado, la aplicación de justicia ocurriera cuando los responsables de crímenes de lesa humanidad han escabullido sus culpas por largas décadas y varios de ellos fallecieran en la impunidad.

El caso del magnicidio de Eduardo Frei Montalva no fue una excepción. El reciente fallo de la Novena Sala de la Corte de Apelaciones, conformada por los magistrados Jaime Balmaceda, Paola Plaza y Guillermo de la Barra, permite la liberación de tres imputados (los otros ya fallecieron) y el tiempo que demore el desarrollo del recurso de casación presentado por la familia del exmandatario abre camino a una impunidad que irrita y avergüenza en el contexto de la ya lamentable historia del sistema judicial chileno, que con excepciones notables y honrosas – valga recordar, entre varios, el caso del recientemente fallecido juez Juan Guzmán Tapia en el procesamiento al dictador Pinochet y el “castigo” recibido por ello desde el mismo poder judicial – está  aún lejos de marcar un sendero de transparencia ajeno a las aberraciones, no exentas de impudicia y corrupción que perduran en el tiempo.

Los Absueltos( ya fallecidos)

Patricio Silva Garín, Elmar Rosenberg y  Sergio González Bombardiere

Los Liberados

Raúl Lillo Gutiérrez, Pedro Valdivia Soto y Luis Becerra Arancibia

Interpelado el gobierno de Sebastián Piñera – que se hizo parte en la querella criminal por homicidio del expresidente Frei Montalva – a través de su vocero Jaime Bellolio, no “descartó” sumarse al recurso de casación ante el sorprendente fallo de la Novena Sala de la Corte de Apelaciones que ha provocado una multiplicada reacción de estupor y rechazo, con la excepción de aquella prensa que fue incondicional soporte de las aberraciones cometidas durante la dictadura, incluyendo ahora una errática y confusa interpretación del columnista Carlos Peña.

El texto de la primera respuesta desde la representación legal de la familia del Presidente Frei Montalva ilustra bien sus principales fundamentos.


Abogado Nelson Caucoto

Rechazamos lo decidido por la Novena sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, porque está en contradicción con la prueba recabada y rendida durante la instrucción del proceso.

Eduardo Frei Montalva fue asesinado, mediando veneno y premeditación conocida.

La misma prueba llevó al Señor Ministro instructor y al fiscal judicial a dar por acreditada la existencia de un homicidio. Lo que es claro, es que Eduardo Frei Montalva no falleció como consecuencia de complicaciones médicas, como se afirma en el fallo, sino por las actuaciones dolosas concretas, desplegadas por sujetos determinados, y que constituyen un homicidio calificado.

En el fallo de segunda instancia, asimismo, se señala que la intervención quirúrgica a que fue sometido el ex Presidente de la República don Eduardo Frei Montalva el 06 de diciembre de 1981, en la Clínica Santa María, «fue necesaria y correctamente ejecutada”

Este fallo de la Corte de Apelaciones desconoce un informe elaborado por un panel de 10 médicos del SML, expertos en distintas especialidades, y que fue designado por el Señor Ministro instructor: “La indicación quirúrgica de la reintervención, del día 6 de diciembre de 1981 -realizada por Patricio Silva Garín-, no se encuentra justificada en los antecedentes clínicos. Retrospectivamente, la resección de intestino tampoco aparece respaldada por el examen histológico ni macroscópico de la pieza operatoria”. 

Además, desestima el mismo protocolo operatorio de Patricio Silva Garín, en el cual no se desprende la necesidad de llevar a cabo tal intervención, el cual ha sido incautado en el proceso, y forma parte de la evidencia en custodia.

En cuanto al veneno como medio para cometer el asesinato de don Eduardo Frei Montalva, son dos peritos, idóneas y capaces, quienes a través de diversas formas encuentran, como elementos tóxicos, talio y gas mostaza, los cuales, al interactuar, afectan el sistema inmunológico de la víctima.

Además, ningún informe pericial allegado a la causa descarta la presencia de ambos elementos en el cuerpo de Eduardo Frei Montalva.

En los libros y cuadernos del ex químico de la DINA, Eugenio Berrios, encontrados en el hogar de sus padres, se encontraron anotaciones de la interacción de talio y gas mostaza, cuestión que a las mismas peritas llamó la atención.

El fallo de segunda instancia de la corte de Apelaciones reconoce que 3 de los 6 condenados eran agentes de la Dictadura.

El fallo no se hace cargo que Eugenio Berrios fue sacado de Chile por orden de Augusto Pinochet y asesinado en Uruguay para que no pudiera enfrentar la justicia.

Respecto a la intervención de los anátomo-patólogos de la PUC, quedó establecido en el proceso que, transcurridos 20 años después de la ocurrencia de este procedimiento, se tomó conocimiento de su existencia y de la documentación y elementos que existían en el Hospital Clínico de la UC; material que debió ser incautado por el tribunal.

Debemos señalar que, atendidos los vicios expresados en esta decisión de segunda instancia, recurriremos de casación en contra de dicho fallo, para que la Excma. Corte Suprema de Justicia resuelva de manera definitiva el caso, en consonancia al mérito de los antecedentes que han sido reunidos en este proceso, y a la correcta aplicación del derecho. 

Carmen Frei quien, junto a su fallecido esposo Eugenio Ortega, emprendió tempranamente el desafío mayor por la verdad y justicia – cuestionado inicialmente por descalificaciones muy cercanas que se sumaban al negacionismo de los defensores de Pinochet y sus crímenes de lesa humanidad – se ha erigido en expresión baluarte por la verdad y justicia no sólo en el magnicidio de su padre (más que recomendable la lectura de su libro “Magnicidio”…)

También acompañando a grupos de familiares de detenidos desaparecidos y de víctimas de la represión criminal de la dictadura cívico militar. Por lo mismo sus declaraciones posteriores al fallo han concitado solidaridad y compromiso de un muy amplio espectro de dirigentes políticos, sociales y organismos de defensa de los derechos humanos.

Su declaración pública es elocuente

En el día de hoy, tres jueces de la novena sala de la Corte de Apelaciones han decidido dejar sin efecto el trabajo de 20 años de investigación del sistema judicial chileno y la policía de investigaciones. Los tres jueces dan por descartado que hubo una operación de inteligencia para asesinar a mi padre y reponen lo que ha sido la historia oficial contada desde los órganos cercanos a la dictadura, y repetida hasta hoy por medios que se han caracterizado por negar las violaciones a los derechos humanos. De acuerdo a esa versión mi padre habría fallecido por causas naturales debidas a complicaciones médicas que destruyeron su sistema inmunitario.

Sin perjuicio de la decisión adoptada por los jueces, apelaremos a este fallo porque desconoce la prueba recabada y rendida durante la instrucción del proceso en orden a demostrar que el Presidente Eduardo Frei Montalva fue asesinado mediante una compleja trama de inteligencia de la dictadura cívico militar de la época para generar las condiciones que hicieron posible su homicidio. De acuerdo a las pruebas aportadas por el Magistrado Alejandro Madrid y confirmadas por el fiscal judicial Jorge Norambuena, es claro que mi padre no falleció por complicaciones médicas como se afirma en el fallo, sino por las actuaciones dolosas concretas, desplegadas por sujetos determinados, entre los cuales se cuentan al menos tres agentes de los organismos de inteligencia de la dictadura.

Atendidos todos los vicios, contradicciones y omisiones expresados en esta decisión de segunda instancia, he decido junto a los abogados que me representan recurrir de casación en contra de dicho fallo, para que la Excma Corte Suprema de Justicia resuelva de manera definitiva el caso, en consonancia al mérito de los antecedentes que han sido reunidos en este proceso, a la gravedad de los hechos acontecidos y a la correcta aplicación del derecho.

Chile se merece, que los dolorosos hechos ligados a las violaciones a los derechos humanos en uno de los períodos más siniestros y tenebrosos de nuestra historia  se aclaren y se resuelvan. En el caso del asesinato del ex Presidente Eduardo Frei Montalva la investigación judicial está hecha, la hora de la verdad y la justicia tarde o temprano tendrá que llegar.    

Carmen Frei Ruiz Tagle

Así sea…Aunque vuelva a confundir a Carlos Peña

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