Siguiendo las enseñanzas de Lagos me conecté con la Internet para catastrar en mi memoria los nombres de las aves que se denominan con el artículo femenino LA. También puse la barra Google.
Aquí van algunos de mis hallazgos.
La cigüeña.
La gaviota.
La paloma.
La perdiz.
La codorniz.
La loica.
La golondrina.
La tórtola.
La Grulla.
La Lechuza.
La diuca. (que tiene dos acepciones).
No podía dejar de mencionar dos aves de denominación masculina:
El picaflor, que también tiene una acepción agregada.
El jilguero, que en su otra acepción predomina la primera sílaba de su nombre.
El pájaro carpintero, trabajador poco reconocido como proveedor de las aves descritas.
Me resultó muy interesante la reacción de las mencionadas aves. Se reunieron y presentaron un recurso de amparo: nos denominan como débiles. Y claro los ministros machistas de la Corte rechazaron el recurso. Y dijeron fíjense niñas: los masculinos somos tal como se mencionan.
El León.
El Elefante.
El Oso.
El Toro.
El Tigre.
Las niñas aves respondieron: ministros, se les olvidó mencionar el Camaleón, el verdadero animal masculino.
Un día paseaba por un pequeño pueblo de Murcia y en un rincón de barrio había una rifa (bingo se dice en el Chile americanizado). De donde eres me preguntaron. De Chile. Entré y compré un cartón: tenía efigies de animales y una señora encantadora, de unos 60 años, cantaba el animal que salía de la tómbola. Entonces gritó: la garza. Era la que me faltaba. Me levanté y dije: ¡¡¡Premio!!! Entonces ella respondió: La garza de pescuezo liso, que por pescar un pescado pescó un chorizo. Me dirigí a la señora y pregunté: ¿alguna alusión.?
¡Ave María!
