La única científica que no se corrompió por la fama.
Albert Einstein
Mientras el año se atropella para llegar a su final y nos agobia el cansancio de este 2020 que nos encontró débiles, reponiendo fuerzas después del estallido de octubre del 2019, y nos dio el golpe de gracia allá por marzo con la pandemia que nos obligó a modificar nuestras vidas, continúan sucediendo eventos que nos sorprenden como ocurrió con los Premios Nobel 2020 donde el reconocimiento a las mujeres por sus investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables a la humanidad tuvo un papel relevante. En Física recibió el galardón Andrea Ghez, una astrofísica, por haber investigado el «más exótico secreto» del universo, el agujero negro; mientras en Química, la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, fueron laureadas por reescribir el “código de la vida”.
Premios Nobel 2020 donde el reconocimiento a las mujeres por sus investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables a la humanidad tuvo un papel relevante.
En la historia del Premio Nobel de Física, solo se cuentan cuatro mujeres: Marie Curie (1903), Maria Goeppert-Mayer (1963), Donna Strickland (2018) y la recién galardonada Andrea Ghez (2020).
Pero quizás la, históricamente, más sorprendente, si no la más notable de ellas, sin desmerecer a las posteriores galardonadas, fue Maria Salomea Sklodowska, más conocida por su nombre de casada: Marie Curie quien, además fue galardonada dos veces por la Academia Sueca de Ciencias, un hecho extraordinario del que, hasta el momento, solo pueden presumir cuatro personas: Frederick Sanger (dos veces en Química), Linus Pauling (que obtuvo el de Química y la Paz), John Bardeen (dos veces el de Física) y Marie Curie, que ganó tanto el de Física como el de Química, siendo la única mujer en este selecto grupo.
Pero quizás la, históricamente, más sorprendente, si no la más notable de ellas, sin desmerecer a las posteriores galardonadas, fue Maria Salomea Sklodowska, más conocida por su nombre de casada: Marie Curie
Marie Curie, que ganó tanto el de Física como el de Química, siendo la única mujer en este selecto grupo.
Marie Curie se hizo con el galardón en Física en 1903, apenas un par de años después de que empezaran a celebrarse estos premios. Lo obtuvo junto a su marido, Pierre Curie, y también junto al físico francés Henri Becquerel. El motivo para obtenerlo fueron “los extraordinarios servicios que prestaron con sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de la radiación”. Marie Curie rompió todas las barreras, convirtiéndose en la primera mujer en ganar un Nobel, la primera en obtener el de física e incluso, unos años después, en 1911, en la primera en hacerse con dos galardones, al llevarse también el de química (en solitario) «en reconocimiento por sus servicios en el avance de la química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento». Este segundo galardón le permitió convencer al Gobierno francés para que apoyara el Instituto del Radio, terminado en 1914, donde se llevarían a cabo investigaciones en química, física y medicina. Este último título (dos Nobeles) lo sigue ostentando en soledad; ya que, si bien existen otras tres personas que lo lograron, todas ellas son hombres.
tuvo que luchar durante toda su vida contra la misoginia y la xenofobia y podría ser tomada como ejemplo de las aberraciones que se cometen hasta el día de hoy contra las mujeres y los migrantes.
Esta notable mujer que desarrolló innumerables investigaciones científicas publicó incontables trabajos, fue traducida a casi todos los idiomas y fundó variadas instituciones y laboratorios, tuvo que luchar durante toda su vida contra la misoginia y la xenofobia y podría ser tomada como ejemplo de las aberraciones que se cometen hasta el día de hoy contra las mujeres y los migrantes. Hablar sobre sus logros y luchas es algo que podría llevar mucho tiempo y espacio, y ya se ha escrito mucho sobre ello. Por eso, quiero destacar brevemente que, junto con ser una increíble científica fue una extraordinaria madre para sus dos hijas que tuvo que educar prácticamente sola después de la temprana muerte de Pierre Curie en un accidente callejero.
Éve e Iréne, fueron las hijas de Marie y, pese a su intenso trabajo se ocupó de pasar mucho tiempo con ellas y educarlas de preferencia en su casa porque desconfiaba de las instituciones educacionales. Ambas la acompañaron en viajes y actividades y cuando durante la primera guerra mundial Marie se convirtió en la directora del Servicio de Radiología de la Cruz Roja francesa y creó el primer centro de radiología militar de Francia, fue asistida desde el principio, por su hija Iréne (de 18 años) quien, años después, siguiendo los pasos de su madre, en 1935 obtendría, el premio Nobel de Química en compañía de su marido por sus trabajos en la síntesis de nuevos elementos radiactivos. Los dos trabajaron en las reacciones en cadena y en los requisitos para la construcción acertada de un reactor nuclear que utilizara la fisión nuclear controlada para generar energía mediante el uso de uranio y agua pesada.
su hija Iréne (de 18 años) quien, años después, siguiendo los pasos de su madre, en 1935 obtendría, el premio Nobel de Química
Éve no siguió el mismo camino, pero tras la ocupación nazi de Francia, en 1940, se unió activamente a la causa «Francia Libre» y se convirtió en corresponsal de guerra, cubriendo varios frentes durante la Segunda Guerra Mundial. De esas experiencias nació su libro: «Journey among Warriors», obra que le dedicó a su madre. A inicios de los 50, se convirtió en consejera especial de la secretaría general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Como se destacó, mucho se ha dicho sobre Marie Curie y mucho más se escribirá en el futuro. Pero estas breves líneas permiten esbozar un perfil, quizás para despertar la curiosidad por conocer más de esta gran mujer cuyos aportes al avance de la humanidad son incontables y que en su vida personal fue de una generosidad inmensa, rehusando premios y pensiones en pro de la investigación.
Para este 2020 está anunciado el estreno de la película biográfica Radioactive, dirigida por la cineasta francoiraní Marjane Satrapi.
Para el cine, la figura de Madame Curie ha sido de gran interés: Greer Garson y Walter Pidgeon protagonizaron la película, Madame Curie, basada en su vida. El filme tuvo siete nominaciones a los premios Óscar de 1943. Más recientemente, en 1997, se estrenó una película francesa sobre Pierre y Marie Curie, Les Palmes de M. Schutz. Es la adaptación de una obra de teatro del mismo nombre y el personaje protagónico fue interpretado por Isabelle Huppert. En 2016 la directora francesa Marie Noëlle dirigió una película biográfica (Marie Curie, protagonizada por Karolina Gruszka) que se aleja del perfil meramente científico de Marie Curie para dramatizar el escándalo que supuso su relación con Paul Langevin. Para este 2020 está anunciado el estreno de la película biográfica Radioactive, dirigida por la cineasta francoiraní Marjane Satrapi.
Tanto Marie (a los 66 años) como Iréne (a los 59 años), el único caso de madre e hija galardonadas con un Nobel, murieron de leucemia (Anemia Aplásica) por la exposición constante a la radiactividad en sus trabajos de investigación.
Tanto Marie (a los 66 años) como Iréne (a los 59 años), el único caso de madre e hija galardonadas con un Nobel, murieron de leucemia (Anemia Aplásica) por la exposición constante a la radiactividad en sus trabajos de investigación. Es así, que, debido a la contaminación radiactiva, todos los documentos de Marie Curie de la década de 1890 se consideran demasiado peligrosos de manipular; incluso su libro de cocina es altamente radiactivo. Sus trabajos se guardan en cajas forradas con plomo y los que deseen consultarlos deben usar ropa de protección. Podríamos concluir que ambas se inmolaron en pro de la humanidad, muriendo relativamente jóvenes.
Podríamos concluir que ambas se inmolaron en pro de la humanidad, muriendo relativamente jóvenes.
