Mónica Briones: una mujer creativa y distinta. Intolerancia y discriminación en el siglo XXI.

por Cristina Wormull Chiorrini

En 1984, la pintora y escultora chilena Mónica Ángélica Briones Puccio fue asesinada en plena dictadura civil militar, dos días después de cumplir los 34 años.  Su homicidio es considerado el primer caso documentado de un crimen de odio lesbofóbico y hasta el día de hoy sigue sin conocerse el nombre del o los culpables, y es el origen de la conmemoración extraoficial del Día de la Visibilidad Lésbica cada 9 de julio desde 2015.

Hoy existe en el Congreso un proyecto que presentaron cuatro diputadas y al que el presidente Boric intentó dar urgencia para establecer oficialmente el 9 de julio como tal. Aunque quizás no era necesaria la prisa porque igual se conmemora todos los años desde 2015, hubo sectores de la sociedad que vieron con horror, y como un insulto, que esta conmemoración coincida con la celebración del día de la bandera y de la Batalla de la Concepción. Eso bastó para que un amplio sector conservador desatara su ira sobre el proyecto aduciendo que era un insulto a la bandera y a los héroes muertos en combate oficializar en la misma fecha, esta reivindicación de un sector históricamente discriminado en Chile. En su discurso “cavernario” los símbolos patrios no son compatibles con la diversidad de todos los habitantes del país, sino tan solo a los considerados por ellos como “normales”, sin meditar siquiera en que no importa ni el género, ni el color, ni las diferencias políticas o religiosas para que se ame de igual forma al país y sus símbolos.

En 1984, la pintora y escultora chilena Mónica Ángélica Briones Puccio fue asesinada en plena dictadura civil militar, dos días después de cumplir los 34 años.  Su homicidio es considerado el primer caso documentado de un crimen de odio lesbofóbico y hasta el día de hoy sigue sin conocerse el nombre del o los culpables, y es el origen de la conmemoración extraoficial del Día de la Visibilidad Lésbica cada 9 de julio desde 2015.

El vil asesinato de Mónica Briones, perpetrado en la madrugada del 9 de julio de 1984, en plena dictadura militar, ocurrió cuando Mónica, junto a su amiga Gloria del Villar salían del bar Jaque Mate y esperaban locomoción frente a la Fuente Alemana, en Irene Morales con Alameda, en las cercanías de Plaza Italia.  Eran tiempos de toque de queda y la locomoción comenzaba a circular a las 6 de la mañana. De pronto un hombre alto, de pelo rubio, ojos verdes, corte de pelo y apariencia militar, agarró a Briones del cuello, y la empujó, insultándola por su orientación sexual mientras la golpeaba en el piso. La paliza fue tan brutal que le rompió el cráneo. Gloria intentó ayudarla, pero fue lanzada al suelo de una feroz patada que apenas le permitió levantarse y huir pidiendo auxilio, en estado de shock, mientras el agresor escapaba del lugar.

Sin embargo, durante esa tormentosa y lluviosa noche santiaguina, se produjeron varios accidentes de tránsito, lo que permitió que, pese a los testimonios sobre el hecho, el parte policial señalara que su muerte se habría producido a las 6.20 de la mañana del sábado 9 de julio “después que la víctima fuera arrollada por un vehículo que se dio a la fuga”.

El ataque hacia Mónica es el primer caso documentado de un crimen de lesbo odio en Chile.  A pesar de la investigación y de las gestiones llevadas a cabo por el abogado Alfredo Etcheberry que trabajó ad honorem, el caso se cerró en 1993 y no se identificaron culpables. Sin embargo, su muerte provocó la rearticulación de Ayuquelén (sentirse bien), la primera asociación lésbica nacional y de la cual, Mónica fuera una de las fundadoras un par de años antes de su asesinato.

 “Dentro de los mitos urbanos en torno a la escultora Mónica Briones, está el de la participación de su familia. Muchas de las personas que la conocieron, han creído durante años que su familia no quiso investigar sobre su muerte. Cristina Briones reconoce que al igual que todo el mundo, creyeron que se trataba de un accidente; sin embargo, diferentes hechos, como extrañas llamadas telefónicas o Carabineros que entregaban papeles con datos de posibles sospechosos, les hicieron tomar la decisión de abrir una investigación judicial a cargo del prestigioso abogado Alfredo Etcheverry, quien no les cobró”.extraído de la investigación realizada por Erika Montecinos

Durante estos casi cuarenta años Mónica Briones se transformó en la inspiración para la lucha de las lesbianas por obtener respeto en nuestra sociedad y se han escrito obras de teatro, crónicas (como la de Pedro Lemebel) y hasta una película sobre ella (Enigma).  Este hecho es el que inspira que se oficialice este día que no descarta ni insulta la celebración del día de la bandera ni honrar a los héroes de La Concepción.  Este hecho que repudia los crímenes de odio es lo que impulsa a establecer este día, para que no vuelvan a ocurrir hechos tan deleznables como éste.

“la paloma que le gustaban las palomitas”.

Mónica Briones fue pintora y escultora, estudió en la Escuela de Arte de la Universidad de Chile y entre sus profesores estuvo Nemesio Antúnez, y no alcanzó a vivir lo suficiente para llegar a ser reconocida públicamente.  Sin embargo, durante su breve vida, muchas veces, tildada de loca y excéntrica, pintó y trabajó en las calles, hizo gran cantidad de amigos a los que regalaba sus pinturas y esculturas y que año a año aparecen el 9 de julio a recordarla en el aniversario de su muerte.  Quizás uno de los mayores obstáculos para ser aceptada y reconocida por el mundo de la cultura de entonces fue el haberse declarado abiertamente lesbiana y haber vivido su sexualidad sin tapujos, en tiempos en que la homosexualidad era considerada una enfermedad,

Indudablemente el hecho de que fuera lesbiana y se hubiera exhibido como tal, le quitó importancia a su horroroso asesinato.

A pesar de no participar en ningún movimiento político, su círculo se compuso por mujeres que participaban en el colectivo lesbofeminista Ayuquelén, quienes se reunían secretamente en la década de los ochenta. Allí conoció a Pedro Lemebel, poeta y escritor que años más tarde le dedico la crónica “Las Amazonas de la Colectiva Lésbica Feminista Ayuquelén”.

Un tiempo antes de su asesinato el diario La Tercera publicó una entrevista a Mónica Briones que tituló: Una mujer creativa donde el entrevistador sostiene que ella habla con soltura de la muerte. No le teme. Le parece infalible y cree que inexorablemente, morirá joven. “Porque soy muy acelerada, vivo muy rápido”. A través de la entrevista y sus afirmaciones se puede deducir parte de su personalidad, también de las declaraciones de su hermana, de sus amores y amistades, va surgiendo desde la bruma la imagen de esta bella mujer de pelo cortísimo y vestida de negro vagando por las playas de Horcón, alojando en carpas o durmiendo al alero de los botes de los pescadores de la caleta.

Una de las especulaciones sobre su asesinato dice que este habría sido un crimen por encargo ya que, según su amiga Pelusa Avendaño y otros testimonios, Mónica le habría comentado estaba en una relación con una mujer casada con un agente de la CNI y que tenía sospechas de que la estaban siguiendo unos individuos extraños.

“Habla con soltura de la muerte- describe el diario- No le teme. Le parece infalible y cree que inexorablemente, morirá joven. “Porque soy muy acelerada, vivo muy rápido”, dice. Le gustaría conocer a Fellini, porque se siente media fellinezca y sigue pensando que la libertad no existe, “porque los seres humanos estamos muy condicionados. No sabemos lo que seremos el año dos mil. Quizás, en el futuro, nos convertiremos en puro cerebro”. Mónica Briones en entrevista en La Tercera…Una mujer creativa

Una mujer incansable, de bonitas facciones que murió víctima del odio que campea entre algunos que no pueden aceptar que existan personas que no encajen en la heteronorma y que se sienten con el deber y el derecho de eliminarlas de la sociedad.  Por eso, hay que recordar y no olvidar a las Mónicas, Marías o Eugenias, que, aunque en menor cantidad, siguen siendo asesinadas simplemente por intolerancia y odio.

Era raro pensarlas pioneras de un movimiento libertario de minorías sexuales, a la Su y a la Lily, dos jóvenes puntudas que habían Iniciado este peregrinar de macorinas, a partir del asesinato de Mónica Briones, la bella Mónica, como recordaba la Su entre cervezas y fotografías de mujeres y la voz incansable de Chabela Vargas que timbraba de boleros el testimonio horroroso de aquel asesinato. Las Pedro Lemebel, Las Amazonas de la Colectiva Lésbica Feminista Ayuquelén.


(*) En fotografías: Aporte de la familia Briones Puccio

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