No es amnesia ni agnosia en la frontera occipitotemporal, aunque continúe olvidando que fue durante su gestión presidencial la misteriosa quema del metro y siga rallando la papa con seis hipótesis probables que no se cansa de recordar. Todo ocurría mientras le ocultaban en sus propias narices la sospechosa conexión detectada por la inteligencia militar de los presuntos autores con ex uniformados condenados en Punta Peuco por crímenes de lesa humanidad.
Fue el modesto guiño de una encuesta que lo sacaba del agujero negro en que lo había dejado su fracaso histórico, vapuleando su ya maltrecho ego, y no el efecto de las pastillas, la causa que lo animó a una entrevista estilo “estadista consejero” dictando cátedra y descubriendo la pólvora de una urgente unidad opositora, para las contiendas electorales que se inician el próximo año. “Creo que Chile Vamos debe aspirar a buscar alianzas desde la derecha republicana hacia el centro, Amarillos, Demócratas y hacia la sociedad civil, los independientes”. Las tapas inmediatas de los convocados aún resuenan en las orejas de Sebastián.
Que los partidos autodefinidos de centro desecharan rápidamente un vínculo con Republicanos era más que predecible y que el partido de ultraderecha que encabeza las encuestas ni siquiera se diera por aludido con los dichos del entrevistado algo natural para los discípulos de J. A. Kast, que no olvidan aquella frase para el bronce de Sebastián, hace exactamente una década, durante la conmemoración de los 40 años del golpe de estado: “Hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada”. El único que parece haber olvidado aquella frase es Sebastián. Los años vapulean convenientemente su memoria.
Como si no bastaran reacciones indignadas a la intromisión de Piñera en una fiesta a la que no ha sido invitado como estrella principal, le llegó el recado de una muy molesta Evelyn Matthei, reanimando aquella prolongada relación de amor- odio que los vincula desde los tiempos de la “patrulla juvenil” cuando Sebastián intentó destrozarla en la competencia interna por el liderazgo en RN, en aquel episodio develado por una grabación difundida televisivamente por Ricardo Claro durante agosto de 1992, que terminó con los entonces jóvenes postulantes presidenciales fuera de competencia y Evelyn emigrando a la UDI.
Si alguien sigue en competencia por llegar a La Moneda es la ahora refaccionada Evelyn. Para ella los dichos pretenciosos de Sebastián intentando marcar liderazgo no tuvieron dobles lecturas. Sus sueños de grandeza lo volvían a marear, ignorando el colapso de su proclamado “oasis” y el cambio de época en una derecha más que entusiasmada con fenómenos autoritarios como el que celebra Javier Milei en Argentina, elogiado por su cercano J.A. Kast, mientras Matthei intenta perfilarse como una opción alternativa que Piñera ignora ciegamente.
Cecilia, decepcionada una vez más por las reacciones adversas al pretendido impacto de la ocurrencia de su cónyuge le sugirió olvidarse del desprecio recibido, recordándole lo sufrido por acción de los alienígenas durante su reciente mandato presidencial que lo llevaron al récord histórico de desaprobación para un mandatario electo en Chile. ¿Por qué no nos dedicamos a viajar donde nos quieren? le insiste con frecuencia.
Para alivio del nuevo bochorno de Sebastián, el presidente Boric lo invitó a ocupar el avión presidencial en la visita oficial a la reciente transmisión del mando en Paraguay. Las pantallas lo reanimaron a dictar cátedra ante quien le ofreciera un micrófono.
El que nace chicharra muere cantando…Sebastián garantiza continuar rallando incansablemente la papa.