Sobre los dioses (“expertos”) y el pueblo consejero de ”inexpertos”.

por Sergio Canals L.

Atrasado, comenzó un espectáculo que parecía algo barato. Bajaron de un tercer piso los falsos dioses creados comunicacionalmente y auto proclamados como guardianes y cuidadores de la “verdadera democracia” para entregar el “Acuerdo por Chile”, hecho a imagen y semejanza de las recetas y procedimientos del congreso y congresales, una de las instituciones más desprestigiadas de nuestro país. No lo firmaron todos los partidos políticos, pero sí movimientos en formación partidaria, hecho, por lo menos, difícil de entender y explicar, como también algunas partes del texto ensamblado. Puede haber sido por la hora, sumado al trabajo y esfuerzo extenuante (“negociado”) por darle coherencia y un sentido que aún permanece oculto.

Los creadores, se esforzaron por demostrar en un texto lleno de frases hechas y buenismos, apelando a la búsqueda del “bien común”, de la “generosidad” mostrada, y de un “nuevo pacto social”, (chantaje incluido al calificarse de “ser nuestra última oportunidad”), que el procedimiento procesal, no implicará una vulneración de la soberanía popular, ya que contempla la elección popular de 50 personas consejeras, paritaria y con incorporación de representantes de las etnias originarias… Pero, a ojos de un noexperto”, pero de un buen cubero que escribe esta columna, finalmente, es la comisión de “expertos”, la que realizará una pre-Constitución, o una proto Constitución “experta”, orientadora” y direccionadora de excelencia rebasada de “experticia”, debido a que sus creadores son los “expertos” portadores de la (s) verdad(es). Luego tendrá que ser votada por los congresales nuevamente.

Se insistió e insiste, que la propuesta “experta”, no es ni será vinculante, (pero que sí es implícitamente vinculante), para que luego la revisen y modifiquen los consejeros no “expertos” elegidos popularmente bajo las formas de las propias elecciones de congresales. Luego, este directorio de “expertos”, volverá a revisar lo hecho por los consejeros trabajadores constitucionales, consejo de “inexpertos”, a través de un “acompañamiento” de enrevesados métodos de distintos quórums limar diferencias, diseñados eso sí (creo yo), para mantener el control y tutelaje congresal del producto final, el que será sometido nuevamente a un inquietante plebiscito de salida con voto obligatorio.

A tomar en cuenta en este momento:

Experto = diestro, entendido, técnico, maestro, avezado, perito, versado, ducho, competente, especialista.

No experto = novato, aprendiz, lego, profano, incompetente.

En un intento de mentalización futura audaz sobre los “expertos”, más de algunos y algunas esperarán con curiosidad y algo de tedio lo que hará esta “pandilla “de ignorantes para corregirlos y educarlos en la construcción de nuevas Constituciones. Estos expertos, (nadie sabe aún en que materias), también representarán una opción política de ¡“excelencia”? por ser elegida por los congresales para que diseñen el futuro y “el bien del país. ¿Qué duda cabe de que será de otra manera?

Alguien auto declarado en su interior como un semi- dios de centro izquierda, pero como la gran mayoría de ella, por no decir toda, amarillosamente de derechas, declaró: “Nos sentimos orgullosos de haber evitado que Chile tuviera una mala Constitución y de haber aportado en este proceso”. Quizás se guardó de decir…” Una mala Constitución… hecha por un pueblo ignorante y peligroso que nosotros la elite, debemos salvar.

Un prestigiado y escuchado analista, ya académico experto, declaró acertadamente un día después:

Hemos vuelto a la realidad racional…Fuere lo que fuere que se convenga en el tiempo que viene, será fruto de una comunidad política que, al margen del origen étnico de clase de quienes la integran, tiene la disposición de imaginar un futuro común y estirarse para lograrlo como una comunidad de iguales”.

Pero ¿Cuál futuro común? ¿Uno que mantiene el actual modelo de desarrollo centrado en un capitalismo neoliberal extremo y muy deshumanizador? Esperamos confiados en que no será de esta manera. 

En esta propuesta, tal como fue presentada, parece sacrificarse la libertad para la búsqueda del bien común, en aras de una seguridad que intenta inhibir los necesarios cambios y acontecimientos ligados al encuentro de una justicia social democrática más humanizadora.

Qué los verdaderos dioses y el pueblo experto en la vida “nuda”, nos salven, guíen y acompañen.

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1 comment

Hervi Lara diciembre 16, 2022 - 12:37 pm

Sólo tengo un título profesional y dos magister, uno de ellos validado por una Universidad europea. Pero soy un ignorante e incapaz de aportar sobre una Constitución Política para mi país. Le dejo esa responsabilidad a los expertos.
La Convención Constitucional contaba con destacados expertos a quienes nosotros elegimos.

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