Una película que permaneció cinco años sin distribución se ha convertido en la sorpresa de taquilla este verano. El guionista y director mexicano Alejandro Monteverde se apena de la controversia política que la rodea.
Buena inversión
Desde su estreno en Estados Unidos y Canadá el 4 de julio y hasta el pasado fin de semana la película “Sonido de libertad”, producida a un costo de 14,5 millones de dólares y que se exhibe en más de 2.000 cines, ha recaudado más de 173 millones de dólares, superando inesperadamente a “Misión imposible” que, aún con la presencia de Tom Cruise ha recaudado 160 millones de dólares.
La película se filmó en 2018 para 21st Century Fox pero quedó archivada cuando en 2019 Disney adquirió el estudio. Durante la pandemia de la Covid-19 el mercado no lucía muy propicio para un film que trata de un asunto grave.
Luego Angel Studios, una firma con sede en Provo (Utah) adquirió los derechos de distribución y recolectó 5 millones de dólares en “crowd-funding”, un sistema de financiación que consiste, básicamente, en pedirle a la gente que haga donaciones. Cada donante recibirá una porción de las ganancias.
“Esto fue una financiación del público en la cual la gente podía dar desde 10 dólares hasta un máximo de 500 dólares, y hubo como 7.000 personas”, explicó Monteverde al diario USA Today.
La película se encamina ahora el mercado global, con estreno en Sudáfrica el 18 de agosto, en Australia y Nueva Zelanda el 24 y en México el 31 antes de zarpar a otros países.
“Es un fenómeno”, dijo Monteverde, de 45 años y ganador del Premio People’s Award del Festival del Film en Toronto con su película “Bella” de 2006.
“Nadie, nadie pensó que esta película iba a tener la taquilla que tiene”, añadió Monteverde en declaraciones para el diario The Los Angeles Times. “Es una sorpresa completa, incluso para mí. Yo creí que esta película jamás vería la luz del día. Y terminé dando mis puntos. No voy a ganar un solo dólar”.
El origen
La idea para la película “Sonido de libertad” surgió cuando hace ocho años Monteverde vio un programa de televisión acerca del comercio sexual de menores de edad. El guión en marcha tomó un rumbo más preciso cuando Monteverde conoció la historia de Tim Ballard, un ex agente del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos que se convirtió en un cruzado contra el tráfico de menores.
Ballard encabezaba entonces un grupo sin fines de lucro llamado Operation Underground Railroad mencionado en un documental de CBS News en 2014 acerca de una operación conjunta con el gobierno de Colombia que, según el informe, rescató a 123 personas, incluidos 55 niños, víctimas del tráfico humano.
En su versión definitiva, escrita en cooperación con Rod Barr, la historia se centra en Ballard, un hombre de profunda fe religiosa que abandona su empleo gubernamental y va al rescate de niños secuestrados en América Central. El papel protagónico lo desempeña el actor Jim Caviezel, el mismo que hizo el papel de Jesús en “La pasión de Cristo” (2004) dirigida por Mel Gibson.
El elenco incluye a Cristal Aparicio en el papel de “Rocío”, una de las niñas víctimas del secuestro, y al mexicano Eduardo Verástegui, quien es también productor de la película y actúa en el papel de “Paul”, un ciudadano acaudalado que colabora en el rescate.
Convergencia
Mientras “Sonido de libertad” languidecía sin distribución hizo eclosión en Estados Unidos la teoría de conspiraciones gestada y promovida por QAnon, patraña peligrosa que se ha extendido globalmente.
Uno de los ingredientes principales de ese bebistrajo es la existencia de una élite mundial pedófila y corrupta que extrae de los niños la sangre para obtener una droga rejuvenecedora llamada “adrenocromo”.
En una entrevista con el ideólogo del trumpismo Steve Bannon, Caviezel hizo referencia al “imperio del adrenocromo” como “una droga de élite que han utilizado durante muchos años y es diez veces más potente que la heroína. La droga se obtiene torturando a niños pequeños para aumentar su adrenalina y luego extraerles el elixir”.
Por su parte Verástegui, quien ha establecido en los Ángeles la organización “Manto de Guadalupe” que ofrece alternativas al aborto, fue designado por el entonces presidente Donald Trump como miembro de una “comisión asesora sobre prosperidad hispana” dos meses antes de la elección de 2020. Verástegui es miembro del Foro de Madrid, creado en 2020 por la Fundación Disenso el partido Vox en España, para promover la comunicación entre partidos políticos y organizaciones iberoamericanas de derecha.
El enfoque sobre el crimen del tráfico humano y la explotación sexual de niños y niñas en una película en la cual están involucrados Caviezel y Verástegui ha contribuido a fomentar la concurrencia a los teatros de cristianos más conservadores en Estados Unidos.
A los efectos de verificación: la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que el adrenocromo es un compuesto químico que se obtiene a partir de la oxidación de la epinefrina (adrenalina) sin propiedades narcóticas o rejuvenecedoras. No se conocen estudios científicos o registros médicos que sustenten la existencia de una droga llamada adrenocromo o de su extracción de la sangre de niños abusados. La de QAnon en la versión siglo XXI del “libelo de sangre” con el cual los cristianos por siglos han difamado, y el baldón con el cual han perseguido y masacrado a los judíos.
Tomando distancia
“La primera vez que escuché acerca de alguna teoría de conspiración como ésa fue hace un año y medio”, afirmó Monteverde en su entrevista con USA Today. “Wow ¿qué es esto? Jamás en un millón de años pensé que estos dos mundos convergerían, porque eso nada tiene que ver con nuestra película. Las entrevistas que la gente da… eso está fuera de mi control”.
Poco después del estreno de la película en teatros de EE.UU. hubo informes de que Ballard se había separado del grupo adversario del tráfico de niños que él había fundado. Un informe de ViceNews sostuvo que Operation Underground Railroard tenía “una larga historia de falsedades”.
Uno de los contribuyentes a la campaña de donaciones fue un tal Fabián Marta, de 51 años de edad quien, según los tribunales de Missouri, fue acusado el 21 de julio como cómplice en el secuestro de menor de edad.
El cineasta dice que no entiende por qué su película recibe tantos elogios de los conservadores y disgusta tanto a los liberales.
“Personalmente, yo tomo distancia de cualquier cosa que sea política”, añadió Monteverde quien se ha mantenido aparte de todo acontecimiento político, incluida una invitación privada de Trump para ver la película en Mar-a-Lago.
“En estos tiempos, la política divide”, dijo Monteverde. “Mi meta con esta película fue crear conciencia sobre el asunto, y en eso he tenido éxito. Mucha gente habla de ello. Creemos que esta película tiene el potencial de dar un enorme paso adelante para poner fin al tráfico de niños”.