La periodista española comenzó en 2005 a realizar pequeños escenarios, dioramas, representaciones minúsculas, a escala, que recrean tanto pasajes de narraciones populares como oficios y artes del libro. Con mucha paciencia y dedicación, ella misma reconoce que ha conseguido tener la mayor colección del mundo de miniaturas vinculadas al mundo del libro y la literatura.
Conocí a Susana López del Toro por Facebook y de inmediato me impresionaron sus fotos con dioramas pequeños de castillos y salones con bibliotecas, cada uno con sus libros muy bien recreados y en formato pequeño. Es que desde 2005 decidió enfocarse en la confección de verdaderos universos literarios que recrean mundos donde reviven las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, Sherlock Holmes, Tintín el aventurero y tantos más, todos en pequeña escala. Coleccionista de más de seis mil libros minúsculos del siglo XVII hasta nuestros días, Susana conversó desde España con La Mirada Semanal sobre esta gran pasión que la ha llevado a exhibir su Biblioteca de Lililput en lugares tan emblemáticos e importantes como el Alcázar de Toledo.
¿Cómo y cuándo nació la idea de hacer esta biblioteca pequeña, estos dioramas que tienen vida propia? Tengo entendido que te retiraste del periodismo para hacerlo y que te iba muy bien en lo que estabas…
En realidad, nunca hubo intención de crear una biblioteca minúscula, se ha hecho sola con el paso de los años y el devenir vital. En la Biblioteca de Liliput convergen dos pasiones: la literatura y el miniaturismo. Efectivamente soy periodista por formación y ése ha sido mi oficio durante 30 años, dedicándome entre otros temas a redactar agendas culturales, por lo que la escritura, la literatura y el amor a los libros (sus oficios, historia, artes…) siempre han sido motivo de trabajo, estudio y afición para mí. Por otro lado, desde que era niña, me han atraído las cosas pequeñas, porque las consideraba (y aún las considero) delicadas, abarcables, objetos preciosos en los que intuyes que se necesita más precisión y destreza al realizarlos porque su tamaño dificulta su creación y todo ello les otorgaba un valor especial. Siendo niña, mi padre me regaló unos cuentos troquelados muy pequeñitos y un diccionario (ed. Mycron) que no medía más de 6 cm de alto y que yo llevaba a todas partes. A medida que fui creciendo, encontré otros libritos de este formato tan singular y llegó un momento en el que quise saber por qué se hacían libros tan pequeños que eran complicados de leer. Así que empecé a buscarlos con la intención de averiguar más sobre el cómo y el porqué de las ediciones minúsculas. Paralelamente a esta afición bibliófila y coleccionista, en la que he logrado reunir más de seis mil ediciones en miniatura desde el siglo XVII hasta nuestros días, se despertó mi faceta creativa y en 2005 comencé a realizar pequeños escenarios, dioramas y composiciones a escala, que recreaban tanto pasajes de narraciones populares como los oficios y artes del libro.
¿Cuáles son los temas en que trabajas? He visto mucho desarrollo de libros infantiles, Drácula, Harry Potter, etc…
Me gusta recrear pasajes de libros que me han marcado o seducido de alguna manera, pero desde hace 3 años también comercializo algunas de mis creaciones y las que más me piden son las que comentas. Pero me siento cómoda trabajando con ellas, porque son universos complejos y que ofrecen mucho juego imaginativo y estético. Sería incapaz de trabajar en un tema que no me atrajera personalmente.
¿Este es un trabajo a pedido o especial para exposiciones?
¿Trabajas sola o con un equipo? Se trata de algo muy minucioso,
con muchos detalles. He visto instalaciones especiales con luces y
energía.
Las exposiciones son remuneradas, pero no por encargo. Es decir, soy yo quien crea el discurso expositivo, selecciono el tema, las piezas, complementos, información y busco los colaboradores si es necesario… Y una vez hilvanado todo, le doy forma a la muestra plasmándolo en un dossier. Nunca ofrezco las exposiciones. Hasta ahora he tenido la suerte de que las instituciones, empresas y organismos interesados se han dirigido a mí para contratarlas. Una vez que me contactan, estudio el espacio disponible y las condiciones del local y adapto lo necesario para que todos estemos contentos.
¿En qué ferias o exhibiciones has participado?
Son dos cosas distintas. Como expositora tanto de mis libros como de mis dioramas, me estrené por la puerta grande: en el Alcázar de Toledo, en la maravillosa sala Borbón Lorenzana de la Biblioteca de Castilla la Mancha. Esto fue en 2009 y luego me contrataron dos muestras más en el mismo espacio en años sucesivos. De ahí, la Biblioteca de Liliput viajó al Teatro Principal de Burgos, la Biblioteca Miguel de Cervantes, el Archivo histórico de Ciudad Real, la biblioteca Central de Cádiz, la Chiesa in Albis (en Rávena, Italia), Madrid Xanadú, CC Gran Vía de Hortaleza, Centro segovial, CC Moda Shopping…Más de cuarenta exposiciones distintas en total, porque en todos los lugares quisieron repetir con muestras diferentes, ya que tuvieron muy buena acogida. Como creadora que comercializa sus piezas, sólo participio en dos ferias, una que se llama Mercado de Motores y se celebra el segundo fin de semana de cada mes en el Museo del Ferrocarril de Madrid; y otra en el Mercado de las Conchas, en la Casa verde de Torrelodones (un municipio de la sierra norte madrileña). Ambos son espacios singulares con una selección muy cuidada de artistas, artesanos, diseñadores, anticuarios. Pero no participo en más de cuatro o cinco ocasiones al año, porque son actividades muy intensas, agotadoras, y no siempre puedo compatibilizar los encargos privados de piezas, con la organización y montaje de las exposiciones y la colaboración en ferias y mercados para los que, además, tengo que elaborar piezas más sencillas y comerciales.
¿Por qué las miniaturas? ¿Los pequeños libros se pueden leer completos o solo trabajas con las portadas?
Como decía al principio, me gustan las miniaturas por su delicadeza y esa sensación de tener el mundo en tus manos, de poder crear universos distintos. Los libros que colecciono son reales, impresos de manera tradicional con prensas tipográficas y antiguos o contemporáneos, según el caso. Los que realizo yo para mis dioramas son de utilería en el 80% de las ocasiones. Busco imágenes en alta resolución títulos y ediciones que necesito para el espacio o hecho histórico que quiero representar, los redimensiono con un programa de diseño, imprimo en mi estudio, y los corto y monto a mano. Uno a uno. Algunos tienen páginas en blanco; otros, con algunas páginas también impresas, pero la mayoría tienen un cuerpo de cartón pluma o madera. Soy cuidadosa a la hora de documentarme para evitar anacronismos. Puedo permitirme licencias estéticas, siempre y cuando sea consciente de ello, que estén controladas, a modo de guiño o para lograr mayor visibilidad. Pero generalmente tengo en cuenta incluso el estilo de encuadernación o la variación de los logotipos de las marcas y editoriales a lo largo de su historia. Por otro lado, los libritos que comercializo acompañando joyas o pequeñas composiciones también tienen texto real y los hago en colaboración con editoriales artesanales e industriales especializadas.
¿Tienes una colección especial que se encuentra fija en tu casa de la Biblioteca de Liliput o vendes todo el trabajo que se puede comercializar?
Sí, casi todo está en mi estudio. En realidad, vendo sólo una pequeña parte. Todo lo que es por encargo, obviamente y lo que hago pensando en la venta. Pero me ha sucedido muchas veces que me «enamoro» de una pieza que he hecho pensando en comercializarla y he terminado quedándomela. Tengo que controlar el apego (risas).
¿Cuáles son tus proyectos en el futuro? ¿Cómo seguirá creciendo esta singular biblioteca?
Mi objetivo, mi sueño más bien, es lograr montar un pequeño museo, la Biblioteca de Liliput, en el que quepan tanto mis colecciones de libros como mis dioramas y composiciones en miniatura. Entre unas cosas y otras, lo hallado a lo largo de toda mi vida y todas las piezas que he hecho yo misma, he conseguido tener la mayor colección del mundo de miniaturas vinculadas al mundo del libro y la literatura. Nada me gustaría más que poder mostrarlo a las personas interesadas en un lugar fijo, accesible y atractivo. Hay algunos ayuntamientos y organizaciones que se han interesado por el proyecto, dentro y fuera de España, ojalá pueda verlo realizado.
2 comments
Excelente entrvista Tomás. Dando a conocer un arte no tan común e interesante.
Adoro el trabajo de esa gran dama que es Susana lopez Del Toro. Algún día -si los dioses lo permiten-, tendré el placer de presenciar su arte en persona.
Gracias por el reportaje.
Amo ese mundo, no sabe cuánto!