“Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”.
Minerva Mirabal
Como cada semana, sentada frente al computador cavilaba acerca de sobre quién o qué escribir esta semana mientras no podía sacar de mi cabeza la conmemoración del día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde se recuerda a esas tremendas mujeres que fueron las hermanas dominicanas: las Mirabal, que lucharon contra la dictadura de Trujillo en República Dominicana y fueron asesinadas cruelmente por ello. Este día fue establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Colombia, en 1981, y aprobado por la resolución oficial de la ONU en el 2000. Entonces el teclado, sin dudarlo, empezó a escribir un pequeño homenaje recuerdo a estas grandes mujeres.
tremendas mujeres que fueron las hermanas dominicanas: las Mirabal, que lucharon contra la dictadura de Trujillo en República Dominicana y fueron asesinadas cruelmente por ello.
Patria, Miranda y Teresa, las tres hermanas Mirabal, más conocidas como Las Mariposas, lucharon denodadamente contra la infame dictadura de Rafael Leónidas Trujillo participando activamente en la Agrupación política 14 de junio que contribuyeron a fundar junto a sus esposos. Mariposa era el nombre que empezó a usar Minerva en sus comunicaciones clandestinas y pasó a ser también el apodo de sus hermanas.
Patria, la mayor, no participó activamente, pero facilitó su casa para reuniones y almacenamiento de armamento, dando todo su apoyo a sus hermanas Minerva y María Teresa. La cuarta hermana, Bélgica, la única que las sobrevivió, se mantuvo al margen de sus actividades.
Minerva, una mujer de gran belleza, desde niña destacó por una inteligencia que le permitió, a los cinco años, leer y escribir correctamente y a los siete recitaba versos de clásicos franceses como Víctor Hugo. Se graduó en 1946 en Letras y Filosofía. Le gustaba escribir y leer poesía, especialmente la de Pablo Neruda y era una apasionada admiradora de la pintura de Pablo Picasso, pasión que compartía con su hermana Patria. Fue una de las primeras mujeres doctorada en derecho en tiempos de la dictadura de Trujillo y escribió un par de libros: El principio de la irretroactividad de las leyes y la jurisprudencia dominicana.
Los problemas de la familia con la dictadura se iniciaron cuando Minerva y sus padres, en el año 1949 fueron invitados a una fiesta ofrecida en el Palacio de la Gobernación en honor al dictador Trujillo.
Los problemas de la familia con la dictadura se iniciaron cuando Minerva y sus padres, en el año 1949 fueron invitados a una fiesta ofrecida en el Palacio de la Gobernación en honor al dictador Trujillo. Esto marcaría el inicio del rumbo trágico para toda la familia: Trujillo conoció a Minerva Mirabal y se sintió atraído por su belleza, obsesionándose por conquistarla. A los pocos días después que Trujillo fijó sus ojos en Minerva, la familia Mirabal recibió otra invitación del gobierno, esta vez para que asistieran a la fiesta de inauguración de un hotel. En esa oportunidad el dictador y su hijo Ramfis bailaron con Minerva. Trujillo aprovechó la ocasión para demostrar con galanterías algo subidas de tono, su atracción hacia ella.
En la tercera invitación, Trujillo tan pronto llegó al lugar, reinició con mayor brío su intento de atraer a la joven Mirabal.
En la tercera invitación, Trujillo tan pronto llegó al lugar, reinició con mayor brío su intento de atraer a la joven Mirabal. La obligó a bailar con él, conversó largamente en medio del salón con la pretendida y de nuevo fue rechazado. Literalmente, fue un acoso con todos los agravantes que hoy definen el abuso y donde no faltaron las veladas amenazas a la joven y su familia si es que no concedía sus favores al dictador que se hacía llamar El Jefe, El Generalísimo, El Chivo (por su supuesto vigor sexual), El Padre de la Patria, tildado también El Chapita por su pecho ornado de chafalonías y que fue muy bien descrito por Mario Vargas Llosa en su libro La fiesta del Chivo.
El Jefe, El Generalísimo, El Chivo (por su supuesto vigor sexual), El Padre de la Patria, tildado también El Chapita por su pecho ornado de chafalonías y que fue muy bien descrito por Mario Vargas Llosa en su libro La fiesta del Chivo.
Minerva, una mujer excepcional que se destacó en todas las actividades en las que participó, sobresalió por su entusiasmo, su carisma y su firme militancia antitrujillista, así como por su amor a la libertad, su valentía y su indignación ante la situación imperante.
Por su parte, Teresa Mirabal fue agrimensora y su indignación por la tiranía trujillista fue de tal magnitud que no dudó en ser una de las mujeres que confabularon junto a Minerva, sus esposos y otros opositores al régimen, para sentar las bases del Movimiento Revolucionario 14 de junio con el que, finalmente, se derrocaría la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana.
Minerva y María Teresa, fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones. Ellas y sus esposos fueron sometidos a una cruel tortura durante el régimen de Trujillo. En 1960, Minerva y María Teresa fueron nuevamente apresadas y condenadas a tres años de cárcel, pero tras presiones al régimen de Trujillo, fueron liberadas a los pocos meses, aunque se especula que fue una mera estrategia del régimen para llevar a cabo un siniestro plan para eliminarlas definitivamente. Sus maridos que también estaban presos, permanecieron en la cárcel y ellas los visitaban con frecuencia.
“Se arriesga la vida sin pensar en posibles beneficiosos personales, ya que el principal motivo por el cual luchamos es la anulación completa de los privilegios […] quizá lo que tenemos más cerca es la muerte, pero esa idea no me amedrenta: seguiremos luchando por lo justo.» María Teresa Mirabal.
El 25 de noviembre de 1960(exactamente hace 60 años), cuando Minerva, Patria y María Teresa regresaban de visitar a sus maridos, los tres dirigentes del Movimiento Revolucionario 14 de junio, fueron objeto de una emboscada por agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) en las afuera de Puerto Plata siendo conducidas a una casa campestre en la comunidad de La Cumbre donde, luego de separarlas para que no vieran la ejecución de los otros, fueron golpeadas ferozmente con palos y otros objetos contundentes. Los relatos de su ejecución son espeluznantes y para no caer en el morbo solo contaremos que durante varios minutos se sintieron quejidos y alaridos que no se escucharon fuera de la vivienda construida de adobe y forrada de caoba. Cuando los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no hacían ningún movimiento, los volvieron a apalear para asegurarse que estaban muertos y luego introdujeron los cuerpos en el auto en que habían viajado para simular un accidente de tránsito.
El 25 de noviembre de 1960(exactamente hace 60 años), cuando Minerva, Patria y María Teresa regresaban de visitar a sus maridos, los tres dirigentes del Movimiento Revolucionario 14 de junio, fueron objeto de una emboscada por agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM)
Cuando los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no hacían ningún movimiento, los volvieron a apalear para asegurarse que estaban muertos y luego introdujeron los cuerpos en el auto en que habían viajado para simular un accidente de tránsito.
Minerva al momento de su muerte tenía 34 años, Patria había cumplido los 36 y Teresa apenas 25 años. La muerte de las hermanas aumentó los niveles de descontento de la población y contribuyó a agravar la crisis de la dictadura que terminó en mayo de 1961, solo seis meses después del asesinato de las hermanas cuando Rafael Leónidas Trujillo murió asesinado por la resistencia. Final celebrado por la mayoría del pueblo, a pesar de vivir postrado bajo la feroz tiranía de tan atroz como ridículo personaje.
Minerva al momento de su muerte tenía 34 años, Patria había cumplido los 36 y Teresa apenas 25 años.
El final no las sorprendió: siempre sospecharon que estaban condenadas a muerte.
El martirio de las Mirabal no se olvidó. Junto con conmemorar la fecha de su muerte como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una provincia, una calle, una estación de subte, un monumento, un billete y hasta una nueva planta, la Salcedoa mirabaliarum, las recuerdan. Además del Museo Mirabal, que conserva sus ropas y sus habitaciones tal como estaban al morir.
Sobre sus vidas y martirio se han realizado cinco películas y escrito media docena de libros, hay centenares de estatuas, bustos y placas con su nombre. De Trujillo nada queda, sólo del recuerdo de sus horrores.
4 comments
Admirable y emocionante la labor absolutamente comprometida con la tan ansiada libertad de su pueblo! No pensaron en sus vidas, pensaron en el futuro que legarían a las generaciones que vendrían!
Gracias Cristina por traer al presente , tan egoísta , este recuerdo tan fuerte y comprometido con valores humanistas!
Cristina: NO conocía sus historias. Gracias por enseñarlas y volverlas a la luz a esas tres mariposas.
Estremecedora historia de lucha y consecuencia. Gracias cristina por compartir.
Que gran historia. Son mujeres que se deberian celebrar mundialmente. Hay vidas nobles que se enoblecen mas aun con la muerte. Las hermanas Mirabal enfrentaron su lugar en la historia con valentia y coraje , como muchas mujeres martires en el mundo entero. Gran articulo. FELICITACIONES