Publicado recientemente en español por LOM ediciones, se presentó en Chile el libro “Detrás de la noticia, nada/ Ensayo sobre la información planetaria” del premiado y prolífico periodista italiano Claudio Fracassi, con Apéndice actualizado de Franco Fracassi. Las presentaciones de Fernando Villagrán C. y Felipe de la Parra V. abordan la pertinencia actual de la notable obra.
Detrás de la noticia, nada…
Por Fernando Villagrán C
Adquiere relevancia la publicación de este libro, ahora traducido al español por Clara Salina y Alejandro Orellana, coincidiendo con la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado civil militar, un hito fundante de la mentira y manipulación oficial impuesta, a sangre y fuego, en los medios de comunicación del país.
No es un detalle antojadizo la referencia que hacen los traductores a las circunstancias de las muertes de Salvador Allende y Aldo Moro, enfrentados a los grandes poderes fácticos en Chile 1973 e Italia 1978. El titular “Ensayo sobre la Información Planetaria” podría parecer pretencioso antes de transitar una lectura que atrapa y seduce crecientemente durante el recorrido de sus páginas. Más aún si ello ocurre en un contexto mediático tan sesgado como el que rodea el acontecer nacional e internacional de 2023. Esa percepción se acentúa con el apéndice escrito recientemente por Franco Fracassi, que cristaliza las sensaciones fundamentales que instala el notable recorrido histórico realizado con maestría por la pluma rigurosa y cautivante de su padre Claudio Fracassi hasta 1994. Entonces pareciera más que evidente que la vertiginosa modernización mediática y digital de las últimas décadas poco incide en lo esencial que fundamenta el sentido del título original “Detrás de la noticia, nada”.
Esta presentación la entiendo como un estímulo a su lectura acuciosa. Se sostiene en la muy destacable pluma del autor…no por nada tan reconocida en sus 20 libros… como un factor decisivo para capturar al lector en un intenso recorrido histórico que se inicia con dos grandes mentiras mediáticas con evidentes repercusiones en la historia del planeta durante el siglo 20: la falsa matanza de Timisoara al término de la dictadura de Ceausescu en Rumania a fines de 1989 y la masacre de 20 mil iraquíes en 1991 durante la guerra del Golfo en un supuesto enfrentamiento bélico contra las fuerzas militares de Sadam Hussein (“El loco de Bagdad”), transformadas mañosamente en una potencia amenazante de Occidente, luego de ser adulado como un aliado regalón de los intereses norteamericanos.
La diferencia entre la información y los hechos se va trasluciendo con tendencias distinguidas y notables en el recorrido histórico desde tiempos del telégrafo mecánico hasta la irrupción de las nuevas tecnologías y la comunicación digital inmediata de hoy. Ineludiblemente el autor abunda en la secuencia histórica que marcó por décadas las presidencias en USA y los aparatos poderosos para imponer “la verdad oficial”, sometiendo e impidiendo el rol de una pretendida prensa libre, especialmente en tiempos de conflictos bélicos que terminaron frustrando en gran medida las expectativas de creciente transparencia asentadas en la virtuosa modernización mediática.
Las distinciones y excepciones destacadas en este recorrido que eludieron aquel cerco oficial tuvieron consecuencias políticas trascendentes, como ocurrió durante la fase final de la guerra de Viet Nam; también con “Los Pentágono Papers” en 1971 y el impacto de “Watergate” para Richard Nixon.
Para una reflexión mayor estimula el tratamiento del autor a las atrocidades de la guerra en la ex Yugoeslavia, marcadas por las trampas informativas entre serbios y croatas, con odios ancestrales ciertamente traducidas en la feroz batalla de las noticias.
Sucesos tan distorsionados en su información y quizás homologables con los principios aplicados por Goebbels durante el auge del Tercer Reich y la definición del propio Hitler en “Mein Kapf”: “El rol de la presión de la artillería contemporánea en la preparación del ataque de Infantería lo asumirá en el futuro la propaganda(…)en definitiva para quebrar y someter psicológicamente al enemigo”…Un sendero escogido también aparatosamente por Mussolini y ¡perdón por el abrupto salto histórico! a un caso en que abunda con rica información el autor: el fabuloso poder mediático de Berlusconi en Italia (muerto recién hace 2 meses): Recojo una cita más que reveladora del magnate : “Me han herido en lo que más valoro: la imagen”…(Era que No…).
Mención especial merecen las referencias del libro a la ex URSS y el caso de Chernobil…Así como el férreo control inglés a la prensa durante la Guerra de Las Malvinas, ocultando o eludiendo el impacto de sucesos brutales como las circunstancias del hundimiento del crucero argentino “General Belgrano” con 300 muertos…
Así “Detrás de las noticias” incursiona con indagaciones en la interferencia esencial de la libre Información, desde los tiempos de Reagan a los de Clinton, poniendo atención en fenómenos tan mediáticos como aquel fracasado invento político brasilero de Collor de Mello y el más exitoso del ya citado Berlusconi….
De noticias poco y nada…Sobran episodios de una orquestada mentira militar a nivel planetario… Entonces valen las preguntas para esas referencias que se extienden a manipulaciones menos difundidas en el planeta, como aquellas dedicadas a los turbios casos de Libia y Somalía…
A nivel mediático asume sentido la pregunta ¿La democracia representativa es la representación televisiva de la Democracia?…
El foco escogido por los medios dominantes a nivel planetario pone en cuestión la existencia de la denominada “Aldea Global” y el ejercicio transparente del derecho a la información. Se acentúan como interrogantes abiertas más allá del ya avanzado período de explosión digital que aborda Claudio Fracassi hasta 1994…
En el mismo sentido resulta elocuente el apéndice actual que aporta Franco Fracassi con sus referencias a la información transformada en delitos en los casos del Atentado a las Torres Gemelas en Estados Unidos y la oportuna como oscura pasada de cuenta al lejano Osama Bin Laden…
Así Detrás de las Noticias…Nada…y el silenciamiento conveniente…Relevancia adquieren entonces las referencias al caso de Julian Assange en Wiky Leaks, tras la difusión del entonces joven australiano de “Diarios de la guerra de Irak” “Diarios de la Guerra de Afganistán”, recibiendo una brutal persecución del gobierno de Estados Unidos, ejerciendo su poder imperial hasta conseguir su cruel encierro, con una singular, orquestada y virtual condena a muerte en territorio británico. ¿Quién habla hoy de aquel Guantánomo europeo donde agoniza Assange?
No es el único mutilado por transgredir la censura a la revelación de las atrocidades bélicas en pleno siglo XXI del poder imperial y su control planetario de la información. ¿Quién menciona a otro mutilado mediáticamente, como el joven Edward Snowden, que también recurrió a Wiky Leaks, siendo acusado de espionaje al revelar el control de las comunicaciones por el sistema de espionaje de Estados Unidos…Acusado y perseguido por traición a la Patria, escapó a Rusia… ¿Cuál será su futuro?
Menos peligroso parecía Udo Ulfkotte, autor de “Periodistas comprados”, después de haber trabajado profesionalmente durante 17 años bajo tutela de la CIA… Sus propios colegas en las mismas funciones guardaron conveniente silencio, también pareció ignorarlo el gran poder desnudado, mientras su entorno cercano era acosado y aislado…luego apareció muerto en Alemania en enero de 2017… Hubo silencio, pero no autopsia…
Como señala Claudio Fracassi el uso de las tecnologías de la información para controlar a los individuos, violando la privacidad, es una pesadilla recurrente.
La prensa moderna continúa sus avances, camuflando sus silencios, seleccionando convenientemente lo considerado relevante y ocultando la indagación incómoda al poder dominante…
En la línea de indagación de este libro ¿cuánto sabemos de lo más esencial en la actual confrontación bélica entre Ucrania y Rusia? ¿Cuántas mentiras oficiales quedan por conocerse en los próximos años?
Conscientemente he omitido referencias más que pertinentes a nuestra realidad chilena…centrándome en los contenidos de lo que me parece un imperdible libro cuya lectura agradezco especialmente a su traductora Clara Salina en esta notable edición de LOM.
Detrás de la noticia, nada… Detrás de la noticia, todo
Por Felipe De la Parra Vial
Andrés Bello decía en parte de su discurso en la fundación de la Universidad de Chile que existía “el teatro misterioso de la conciencia” … “Todas las verdades -escribía- se tocan … desde las que revelan los fenómenos íntimos del alma en el teatro misterioso de la conciencia, hasta las que expresan las acciones y reacciones de las fuerzas políticas; hasta las que sientan las bases inconmovibles de la moral”.
Cuando leía el libro -cuando lo estudiaba, en rigor- “Detrás de la Noticia, nada” de Claudio Fracassi no pude evitar recordar estas palabras.
Adentrarse en el mundo que nos devela Fracassi, de lo que sucede en la realidad versus a lo que se lee, ve y escucha en las noticias, es un desafío para asistir a una función del “teatro misterioso de la conciencia” de Bello.
Ningún lector puede quedar indiferente. Es más, su lectura revela la realidad de un mundo cuántico que asistimos. Sus capítulos nos desgarran la tranquilidad de una vida supuestamente controlada y de buen vivir. Todo lo que dicen las noticias pertenece a una realidad paralela, a mundos paralelos inventados desde la manipulación, aludiendo a la distorsión, a la anulación humana y a construir la falacia como si fuera cierta.
La realidad es un cuchillo que penetra en la emoción para manipular la verdad con el dolor en los corazones de los lectores, de los radioescuchas y de los televidentes.
Entonces, el que comentamos es un libro cuántico, que cuenta cuentos cuánticos que son mentiras en los medios de comunicación, de verdades que existen en un mundo paralelo. Se trata de una fábrica de la realidad, donde nada queda al azar, donde la realidad es un show mediático de medios de comunicación. Una vieja canción acompaña a la lectura: “¡Pasen a ver el circo!”.
La noticia en los medios de comunicación crea realidad… “una producción humana, un producto culturalmente determinado…algo que en la naturaleza no existe…no es necesario descubrirlas, sino construirlas laboriosamente… las noticias son más fuertes que los discursos”. Vox populi, vox Fracassi.
Manipula, manipula, hasta que sientas que es verdad.
Cómo no sentir los pasos de Chomsky al leer a Fracassi: distraer, crear problemas para buscar soluciones; dar las noticias paso a paso; gradualmente, domesticar a la audiencia que es necesario el dolor; tratar a la gente como si fueran niños; hacerlas sentir hasta que chille como predecía Kissinger; nunca reflexionar; atrapar a las audiencias en el pensamiento concreto por sobre el pensamiento abstracto; mantener al público en la mediocridad y la ignorancia; domesticar a las audiencias…
Fracassi nos cuenta de las guerras inventadas, de cosas que no sucedieron y, sin embargo, la noticia dice que sucedieron. La realidad nunca es la realidad. La noticia ayuda a comprenderla. Finalmente, la objetividad, señala y cita, “es más bien un ritual, más una convención que un hecho científicamente constatable”. El libro, en este sentido, podría por ser una denuncia al terrorismo de la incomunicación.
No puedo dejar de lado la descripción que nos da el Dr. en Ciencias de la Educación, Pablo Rojas Castro, acerca de Heráclito de Éfeso, que data de hace 540 años antes de la era vulgar. “Una de las ideas centrales en la filosofía de Heráclito es el concepto del logos, -explica- que se traduce generalmente como «razón» o «principio». Heráclito consideraba que el logos era la fuerza subyacente que gobierna el mundo y que está presente en todas las cosas. Según él, este logos está en constante cambio y flujo, y es la base de la realidad. Heráclito afirmaba que «todo fluye», lo que significa que nada es permanente y que todo está en un estado constante de cambio… Sostenía -agrega Rojas- que los opuestos son complementarios y están intrínsecamente unidos… Heráclito creía que esta unidad de los opuestos era fundamental para el progreso y el desarrollo”.
Cuando leo el libro “Detrás de la noticia, nada” no puedo dejar de reconocer “el viejo truco” de la dinámica de la realidad creada desde las noticias, las guerras y el poder, por los siglos de los siglos.
Sin embargo, a pesar de los años de oficio en los medios de comunicación, la obra de Fracassi nos invita al asombro. Desde la teoría de la construcción de la noticia, así como hasta la separación entre la realidad fáctica y la objetividad (o la pretensión de la objetividad, como lo señala el texto), una de las características del proceso de información.
Al final, el autor devela el mundo de las noticias como un negocio, una mercancía para los auspiciadores, “un simulacro de la realidad”. “Una copia idéntica cuyo original nunca existió”, citando a Platón, otro de los viejos griegos.
El asombro golpea la puerta del lector porque siente que depredan su vida privada, fusionan lo público con lo privado, lo real con lo irreal, “es una especie -señala- de manicomio posmoderno”. Las noticias adquieren los disfraces de la propaganda y el baile lo encabeza la censura y la autocensura. Fracassi nos recuerda a Goebbels que trabajaba para “modelar los espíritus”.
Detrás de la noticia está todo: El poder, el negocio, la ventaja y el control. ¡La militarización de la información! ¡Por favor, querido Orwell, no entres a escena todavía! Las noticias son más fuertes que los discursos. No es necesario un Gran Hermano. Son muchos los grandes hermanos que participan en la función de títeres.
El libro fue escrito en 1994 y en esos años el mundo de la Coca Cola y las transnacionales como Unilever y Procter & Gamble desarrollaban la Comunicación Integrada en 360°, que unían las tácticas de los medios tradicionales con las prácticas iniciales de la llegada del internet, los puntos de venta, la relación con el medio, las relaciones públicas, los eventos, para articular la estrategia de “comunicar”. Es inevitable descubrir lo que se estructura hoy con la construcción del poder de la Inteligencia Artificial, la instalación del Metaverso y la primacía de las Redes Sociales. Lo de Fracassi, en este sentido, tiene una lectura premonitoria a lo que estaba sucediendo desde fines del siglo pasado hasta hoy… No deja de asombrar el libro.
“Detrás de la noticia, nada” es un libro obligatorio para quienes estudian y trabajan en las comunicaciones, especialmente, para los periodistas. Chile tiene cuentas pendientes con la estructura de cómo se informa y se inventan realidades, donde los medios de comunicación tienen problemas de propiedad, independencia y desigualdad. En Chile no existen revistas porque no hay distribución independiente y los propietarios de los medios se funden con el mundo financiero, el retail, entre otros y no existe la obligación de propiedad de un solo giro comercial, como lo es en el mundo libre y democrático.
En el último capítulo escribe Franco Fracassi acerca del devenir y la injusticia, donde el informar para lo establecido es un delito. Habla de los casos luctuosos de Assange, Snowden y Ultkotte, quienes han sufrido la muerte, la persecución, el olvido y la invisibilidad. Por ello, no puedo dejar de hacer un homenaje a mis colegas chilenos que, desde el mismo día del Golpe Militar, hace 50 años atrás, no se rindieron en distribuir la palabra de la masacre que sufría el pueblo chileno, el asesinato, la desaparición, el exilio y la persecución en los tribunales militares.
En los inicios del nuevo siglo, en un Congreso de la Asociación de la Prensa en Chile, unas académicas de una universidad privada le pregunto a un Decano de la Universidad de Navarra, qué recomendaría para formar periodistas. El académico, con años de oficio, probablemente, le contestó de una manera muy simple. “Para ser periodistas -les dijo- se necesita solo leer a Shakespeare”. Hubo una risotada en parte de la audiencia ante tan disruptiva respuesta. No obstante, lo que estaba contestando el decano no era una anécdota, sino que ponía de relieve el sentido de la obra shakesperiana basada en las leyes aristotélicas de la obra “Poética”, que más allá de presentar a los personajes, de contar la trama, alcanzar su desarrollo y tener un desenlace doloroso del drama griego, donde todos mueren, los buenos y los malos. (O sino pregúnteles a Romeo y Julieta, a Macbeth y al Rey Lear, entre tantas obras de Shakespeare) Lo que buscaba en realidad Aristóteles era generar una experiencia catártica al final de la obra para que las audiencias pensarán, reflexionarán y cambiaran el mundo.
Al leer en el asombro el libro “Detrás de la Noticia, nada” de Claudio Fracassi, con el aporte de Franco Fracassi, con la traducción de Clara Salina y Alejandro Orellana, debemos decir que “Detrás de la Noticia, sucede todo”, y que al final -al igual que la obra shakesperiana- todos morimos con la mentira disfrazada de verdad y trabajamos para que la realidad cambie.