Lamentablemente, el Frente Amplio está experimentando una estrechez de sus organizaciones. Aunque se discrepe de sus políticas, o de algunas de ellas, no es alentador que las alianzas del espectro democrático-popular; de la centroizquierda o de la izquierda a secas, generen tendencias centrífugas que limitan las posturas a favor de la democratización del país y terminan favoreciendo a la derecha y a sus posiciones refractarias al cambio social.
Así, diversos dirigentes frenteamplistas han emitido conceptos como: “Esperamos volver a encontrarnos en el futuro gobierno de transformación y cambio que supere el desastre que nos está heredando la derecha y que necesitará la más amplia unidad de las fuerzas de cambio”. (Jorge Ramírez, Presidente de Comunes)
“Debemos abrazar sin complejos ideas de izquierda y el espíritu del 18 de octubre. Recuperar rebeldía y audacia”. (Gabriel Boric)
“RD ha preferido un camino donde se consolida un polo de izquierda clásico”. (Pablo Vidal, diputado, ex-RD)
“Vamos a seguir insistiendo en que se requieren primarias presidenciales de unidad de toda la oposición, de lo contrario, con las decisiones que el FA está tomando, le estamos entregando una mayoría artificial a la derecha, que no tiene”. (Vlado Mirosevic, Partido Liberal, diputado).
El origen de esta situación reside, en lo principal, en posturas izquierdistas que, históricamente, tienden a estrechar el conglomerado de fuerzas necesarias para los objetivos democráticos y progresistas para avanzar en elevar las condiciones de vida de las grandes mayorías.
En cierta medida el FA ha construído su identidad política a partir de esa crítica, ello deriva a que una parte de él sea renuente a un acuerdo del conjunto de las fuerzas democráticas para enfrentar con coherencia al gobierno de derecha, e iniciar así un camino que conduzca a una opción de cara a las presidenciales y parlamentarias del 2021.
El caudal ideológico del Frente Amplio se ha sustentado en su crítica extrema a la Concertación y Nueva Mayoría. En cierta medida el FA ha construído su identidad política a partir de esa crítica, ello deriva a que una parte de él sea renuente a un acuerdo del conjunto de las fuerzas democráticas para enfrentar con coherencia al gobierno de derecha, e iniciar así un camino que conduzca a una opción de cara a las presidenciales y parlamentarias del 2021.
Ciertamente en 24 años de Concertación y NM, más que algunas medidas no se concretaron o no se quisieron impulsar. Distinto es desconocer lo avanzado en la democratización del país, que se inicia con la derrota de la dictadura el 5 de octubre de 1988. Pero las fuerzas no alcanzaron para precipitar la total bancarrota política y militar del régimen que es una de las razones principales por lo que el avance democratizador se ha hecho tan dificultoso.
Ahora, es recurrente el empleo de conceptos que, más bien, obscurecen la verdadera naturaleza de las cosas. Así se reitera el de “modelo” en circunstancias que se trata de un sistema económico y social. Al mismo tiempo se habla de neoliberalismo, lo cual permite encubrir lo que tenemos al frente que no es otra cosa que el capitalismo, hegemonizado por el capital financiero.
En el plano político sucede algo análogo, se dice que la derecha “apoyó la dictadura cívico-militar”, pero en la realidad la dictadura fue el gobierno de la derecha por 17 años.
En el plano político sucede algo análogo, se dice que la derecha “apoyó la dictadura cívico-militar”, pero en la realidad la dictadura fue el gobierno de la derecha por 17 años.
El PC en su XXVI Congreso afirma: “Impulsaremos la unidad de quienes están por superar el neoliberalismo, sin medias tintas”.
Esta afirmación resulta poco clara, superar “sin medias tintas” supone postular cualquier forma de socialismo (socialdemócrata, comunitario o socialismo a secas). Ello implica la acumulación de vastas fuerzas políticas, sociales e ideológicas, con un altísimo grado de organización y lucidez estratégico-táctica, un despliegue de fuerzas que supera en cantidad y calidad al que se alcanzó el 5 de octubre-88.
Ahora si ese camino no estuviera a la orden del día, la opción es acometer reformas más o menos profundas al sistema capitalista, lo cual también implica acumular fuerzas en función de una política reformista y, en particular, para cada una de las específicas reformas que se pretende concretar. No basta con una mayoría legislativa, es imprescindible que esa mayoría tenga un cabal y disciplinado respaldo en las masas organizadas y su correspondiente reflejo en el plano de las ideas, una y otras cosas van de la mano.
Si en tiempos de todo el poder para los soviets se adoptaban métodos reformistas no se aprecia por qué bajo el dominio del capital financiero, hemos de practicar necesariamente métodos revolucionarios, así: “En el momento actual, lo nuevo para nuestra revolución consiste en la necesidad de recurrir al método de acción “reformista”, gradual, de prudente rodeo en los problemas fundamentales de la organización económica.”
Si en tiempos de todo el poder para los soviets se adoptaban métodos reformistas no se aprecia por qué bajo el dominio del capital financiero, hemos de practicar necesariamente métodos revolucionarios
“Desde la primavera de 1921…,venimos planteando (todavía no “hemos planteado” por completo, sino que sólo “estamos planteando”, y sin tener plena conciencia de ello) una forma completamente distinta, de tipo reformista : no demoler la vieja estructura económico-social, el comercio, la pequeña economía, el capitalismo, sino reanimar el comercio, la pequeña empresa, el capitalismo, dominándolos con precaución y de modo gradual u obteniendo la posibilidad de someterlos a una regulación estatal sólo en la medida de su reanimación.
Es una forma completamente distinta de abordar la tarea.
Comparada con la forma antigua, revolucionaria, ésta es reformista (la revolución es una transformación que destruye lo viejo en lo más fundamental y radical, pero no lo transforma cautelosa, lenta y gradualmente procurando demoler lo menos posible)”. (Lenin, Obras Escogidas/Tomo III, págs. 669-670, Editorial Progreso. Artículo “Acerca de la significación del oro ahora y después de la victoria completa del socialismo”, cursivas en el original, 5-11-1921).
En suma, estas nuevas posturas izquierdistas carecen de una comprensión cabal de los procesos sociales que les ha tocado enfrentar a las fuerzas democrático-populares y sus respectivas organizaciones políticas y gremiales.
En suma, estas nuevas posturas izquierdistas carecen de una comprensión cabal de los procesos sociales que les ha tocado enfrentar a las fuerzas democrático-populares y sus respectivas organizaciones políticas y gremiales. Tienden a expresar a quienes actúan en política sin haber aprendido nada de lo viejo y sin tener cabal noción de dónde residen las potencialidades del futuro. Durante el Gobierno Popular hubo sectores ultraizquierdistas que pretendieron ir más lejos bajo la consigna de “avanzar sin transar”, en términos de hoy: avanzar “sin medias tintas”.
Durante el Gobierno Popular hubo sectores ultraizquierdistas que pretendieron ir más lejos bajo la consigna de “avanzar sin transar”, en términos de hoy: avanzar “sin medias tintas”.