Probablemente constituyó un exceso la aseveración del Presidente del Partido Comunista, sosteniendo que la manera cómo los diputados votaran la acusación constitucional contra Cubillos, constituiría “una primera prueba de fuego” para la capacidad de la oposición de ponerse de acuerdo y actuar unida. Las directivas de los partidos opositores, con mayor o menor fuerza, se manifestaron a favor de darle curso para permitir que el Senado resolviera, en su calidad de jurado, los méritos jurídicos y políticos que la fundamentaban.
Ya la leche está derramada. El gobierno, en momento propicio, marcado por tensiones internas de su conglomerado, celebró los votos de los opositores Matías Walker, Jorge Sabag, Pepe Auth, Karim Bianchi, Pedro Velásquez, René Alinco y Patricio Rosas, que dieron por cerrado el trámite parlamentario sin que éste se trasladara al Senado.
Ya la leche está derramada. El gobierno, en momento propicio, marcado por tensiones internas de su conglomerado, celebró los votos de los opositores Matías Walker, Jorge Sabag, Pepe Auth, Karim Bianchi, Pedro Velásquez, René Alinco y Patricio Rosas, que dieron por cerrado el trámite parlamentario sin que éste se trasladara al Senado.
Quedará para el recuerdo y los archivos la extensa y fundada presentación del diputado DC Mario Venegas, como la casi mínima y anecdótica del abogado Francisco Cox, sosteniendo el silencio de Marcela Cubillos, que lo escuchaba insistir en que se pretendía “sacar a la más ideológica del gabinete”
Sosteniendo el silencio de Marcela Cubillos, que lo escuchaba insistir en que se pretendía “sacar a la más ideológica del gabinete”
Sin lugar a dudas, tanto para el gobierno como para la coalición oficialista, la defensa de una de las ministras más ideológicas del gabinete, que ha expresado su resistencia a la reforma educacional aprobada durante la anterior administración (interpretando un extendido sentimiento en el oficialismo), se fue transformando en un tema políticamente crucial.
El gobierno, con el apoyo de no pocos académicos y profesionales de oposición, desplegó una ofensiva política y comunicacional para sostener que la acusación carecía de fundamentos jurídicos y políticos, buscando generar una derrota al gobierno inhabilitando por los próximos cinco años a Marcela Cubillos para ocupar cargos públicos o de representación popular.
Es necesario recordar que la ahora confirmada ministra, hija del ex Canciller Hernán Cubillos (al que Pinochet le solicitó su inmediata renuncia luego de su abortada gira al sudeste asiático), fue una activa y juvenil militante gremialista que defendió con pasión al régimen cívico militar, posteriormente electa diputada por la UDI. Actualmente casada en segundas nupcias con el senador de Renovación Nacional, Andrés Allamand, no descarta una futura opción electoral.
No era la primera vez que se intentaba destituir a un ministro de Educación en estos últimos 20 años, evidenciando la sensibilidad que genera el tema de la educación pública en nuestro país. Pasó con la ex ministra y actual senadora Yasna Provoste (cuya acusación la entonces parlamentaria Marcela Cubillo, votó favorablemente). Le siguió Harald Beyer, durante el primer mandato del Presidente Piñera. Ambos debieron asumir la inhabilidad política que contempla la actual Constitución y que para muchos sectores parece excesivo.
No era la primera vez que se intentaba destituir a un ministro de Educación en estos últimos 20 años, evidenciando la sensibilidad que genera el tema de la educación pública en nuestro país.
Con todo, no se ha manifestado la suficiente voluntad política para modificar la norma, pese a que la Cámara de diputados acordara, en primera instancia, eliminarla sin resolución todavía del Senado.
El trasfondo de la acusación fue el tema de la Educación Pública
Porque el verdadero tema de fondo que estuvo en el trasfondo de la acusación, más allá del cumplimiento o incumplimiento de deberes por parte de la ministra, fue el controvertido tema de la educación pública, en donde se formaran las viejas generaciones y estudió una mayoría de los chilenos y chilenas.
Una educación pública de calidad reconocida, inclusiva y no discriminatoria, que fue municipalizada, pauperizada y marginalizada durante la dictadura cívico militar, con sueldos miserables para sus profesores, escasa inversión en infraestructura y nula preocupación por la calidad, privilegiando a la educación privada, asumiéndola como un bien de consumo, que debía generar ganancias para sus sostenedores.
Una educación pública de calidad reconocida, inclusiva y no discriminatoria, que fue municipalizada, pauperizada y marginalizada durante la dictadura cívico militar, con sueldos miserables para sus profesores, escasa inversión en infraestructura y nula preocupación por la calidad, privilegiando a la educación privada, asumiéndola como un bien de consumo, que debía generar ganancias para sus sostenedores.
La masiva movilización de los estudiantes secundarios (pingüinos), seguida por los universitarios, el magisterio y apoderados, puso tardíamente este crucial tema en la agenda, interpelando a los sucesivos gobiernos de centro izquierda a darle la prioridad que requería. Tanto el gobierno de Eduardo Frei (en donde Ricardo Lagos se desempeño como ministro de Educación), como la propia administración de Lagos y el primer gobierno de Michelle Bachelet, se esforzaron por dictar un nuevo estatuto docente, nivelar el sueldo de los profesores (que aún arrastra una deuda histórica), invertir en infraestructura educacional y elevar la calidad de las escuelas públicas mas postergadas.
La masiva movilización de los estudiantes secundarios (pingüinos), seguida por los universitarios, el magisterio y apoderados, puso tardíamente este crucial tema en la agenda, interpelando a los sucesivos gobiernos de centro izquierda a darle la prioridad que requería.
Pero fue el gobierno de Michel Bachelet, durante su segundo mandato, el que planteó la más ambiciosa reforma al sistema educacional en nuestro país. Mucho se discute acerca de su implementación. Si partió al revés, para centrarse en los temas de gratuidad, inclusión, infraestructura y otros, en vez de hacerlo por la clave de la calidad. Pero lo que no se puede discutir es que la reforma apuntaba a los nudos más sensibles de la educación pública, incluyendo el tema de la gratuidad, que hoy alcanza al 60% de la población, el financiamiento, la inclusión, el proceso de des municipalización, las revisiones curriculares y métodos docentes que apuntan a elevar la calidad de la educación pública.
Una reforma ambiciosa, que ha avanzado a tropezones, marcada por fuertes conflictos ideológicos y diferencias muy profundas entre los que apuestan a una educación pública, inclusiva, gratuita, de calidad y quienes simplemente no creen posible recuperar los altos estándares que tuvo aquella educación en el pasado.
Una reforma ambiciosa, que ha avanzado a tropezones, marcada por fuertes conflictos ideológicos y diferencias muy profundas entre los que apuestan a una educación pública, inclusiva, gratuita, de calidad y quienes simplemente no creen posible recuperar los altos estándares que tuvo aquella educación en el pasado.
La propia iniciativa del actual gobierno de privilegiar los llamados “liceos de excelencia” en desmedro de una educación igualitaria y de calidad, muestra los distintos estándares de uno y otro sector político.
La propia iniciativa del actual gobierno de privilegiar los llamados “liceos de excelencia” en desmedro de una educación igualitaria y de calidad, muestra los distintos estándares de uno y otro sector político.
La ministra Cubillos pudo sortear la acusación constitucional, con gran ruido mediático y agitación parlamentaria, con efectos al interior de una oposición en búsqueda de su destino.
La ministra Cubillos pudo sortear la acusación constitucional, con gran ruido mediático y agitación parlamentaria, con efectos al interior de una oposición en búsqueda de su destino.
Con todo, ello no resuelve el conflicto y la profunda diferencia que separa a sectores comprometidos con la educación pública inclusiva y de calidad y quienes no creen posible su recuperación. La reforma educacional aprobada por la anterior administración aún no entre plenamente en régimen. Falta por completar el proceso de des municipalización, avanzar en la gratuidad, resolver el endeudamiento excesivo que arrastran no pocos estudiantes con sus familias, progresar en calidad y asegurarla como un derecho universal.
En el referido contexto de discrepancias en torno al futuro de la educación pública, ciertamente la gestión de la ministra Cubillos ha sido un factor empeñadamente regresivo y el resultado que la favoreció en el parlamento poco contribuirá a una revisión de su gestión, alimentando nuevos conflictos en ese crucial ámbito social.
En el referido contexto de discrepancias en torno al futuro de la educación pública, ciertamente la gestión de la ministra Cubillos ha sido un factor empeñadamente regresivo y el resultado que la favoreció en el parlamento poco contribuirá a una revisión de su gestión, alimentando nuevos conflictos en ese crucial ámbito social.
La unidad de la oposición
Más allá de las tensiones discursivas post votación en la Cámara de diputados, la unidad opositora no está condicionada a la suerte corrida por la acusación constitucional en contra de la ministra Cubillos, sino al mayor o menor compromiso de los diversos sectores de oposición con la educación pública en una propuesta programática necesariamente actualizada.
Más allá de las tensiones discursivas post votación en la Cámara de diputados, la unidad opositora no está condicionada a la suerte corrida por la acusación constitucional en contra de la ministra Cubillos, sino al mayor o menor compromiso de los diversos sectores de oposición con la educación pública en una propuesta programática necesariamente actualizada.
Así como en el compromiso con un sistema previsional con mayor solidaridad y eficiencia, que apunte a una mejora sustancial de las actuales y futuras pensiones, reduciendo la gravitación e importancia de las actuales administradoras privadas de los fondos de pensiones. Introduciendo mayor competencia al sistema. O un sistema tributario que asegure mayores ingresos fiscales, así como mayor justicia, en donde los sectores de mayores ingresos contribuyan en la perspectiva marcada por los cambios durante la anterior administración que este gobierno insiste en revertir
O un sistema tributario que asegure mayores ingresos fiscales, así como mayor justicia, en donde los sectores de mayores ingresos contribuyan en la perspectiva marcada por los cambios durante la anterior administración que este gobierno insiste en revertir
El gobierno apuesta sus cartas a las regresiones que involucran sus anunciadas contra reformas para lo que requiere de la parcial división de la compleja unidad opositora, como se expresó en la reciente votación de la acusación constitucional a Cubillos.
En definitiva, el desafío para el progresismo, en su más amplia diversidad, es enfrentar los esfuerzos de restauración de un orden neo liberal en lo económico, conservador en lo político y valórico, estableciendo con claridad los espacios, límites y fronteras, para los acuerdos, con la voluntad de dirimir las diferencias en base a las reglas de la democracia. A su capacidad de formular propuestas, en base a nuevas ideas y proyectos de futuro, que puedan interpretar a una mayoría ciudadana.
La unidad representa un desafío ineludible para la oposición. Unidad que asuma la diversidad como un valor, sin excluir la confrontación de ideas y propuestas. Tampoco la competencia, poniendo por delante aquello que da identidad a cada uno de sus componentes, marcando nítidamente las distancias entre progresistas y conservadores. Y ello debe ser coherente con los principios, valores e intereses, que cada uno defiende o dice defender.
La unidad representa un desafío ineludible para la oposición. Unidad que asuma la diversidad como un valor, sin excluir la confrontación de ideas y propuestas. Tampoco la competencia, poniendo por delante aquello que da identidad a cada uno de sus componentes, marcando nítidamente las distancias entre progresistas y conservadores.
Sin lugar a dudas, construir esa unidad en la diversidad, asumiendo diferencias y buscando acuerdos esenciales o mínimos comunes para construir alternativas de futuro, es una tarea difícil. Bastante más que unirse para mantener y proyectarse en el poder. Sobre todo cuando existen diversos proyectos políticos.
Ese es el desafío que enfrenta hoy la dividida y fragmentada oposición, para trascender la mera contingencia y pensar en el futuro.
Ese es el desafío que enfrenta hoy la dividida y fragmentada oposición, para trascender la mera contingencia y pensar en el futuro. La unidad no se construye privilegiando las luchas por la hegemonía o disputas por liderazgos. Tampoco imponiendo condiciones o emplazamientos. Se requiere de voluntad, liderazgo y decisión de los diversos actores políticos para poner por delante aquello esencial de una propuesta programática de transformaciones del actual sistema defendido por la derecha en el gobierno. Y en todo aquello, más allá del renunciamiento reciente de siete diputados ante la acusación constitucional a Cubillos, aún la oposición parece estar en deuda.
Y en todo aquello, más allá del renunciamiento reciente de siete diputados ante la acusación constitucional a Cubillos, aún la oposición parece estar en deuda.