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Hay quienes caminan con gracia
como si estuvieran bailando,
hacia atrás para recuperar la memoria
o por el desierto florido.
Hay quienes caminan en medio de la noche
con la sabiduría que dan los años,
desnudos por los jardines
o admirando el cielo estrellado.
Hay quienes caminan dejando
misteriosas señales,
con cierto grado de torpeza
o confiados en la búsqueda de un tesoro.
Hay quienes caminan en un metro cuadrado
imaginando un crimen perfecto,
leyendo un poema surrealista
o sutilmente por la cuerda floja.
Hay quienes caminan con especial cuidado
para no pisar las flores,
velozmente para llegar a una meta
o sobre el mar como Jesucristo.
