Columna de Luis Breull. Las batallas de La Red.

por La Nueva Mirada

Con una línea editorial marcada por la memoria histórica, la crítica y la contingencia política y social –como ocurrió con la reciente emisión de la trilogía documental de Patricio Guzmán, La Batalla de Chile-, más episodios polémicos como su demanda de mayor transparencia en el manejo de recursos en la Teletón o el retiro de publicidad de Empresas Carozzi de la familia Bofill, la estación de TV dirigida por el periodista Víctor Gutiérrez enfrenta un septiembre promisorio en rating, rebaja de sus pérdidas operacionales y vuelco a su favor en tribunales de sanciones por parte del Consejo Nacional de Televisión (CNTV).

Exitosa fórmula del “boca a boca”

Su oferta de contenidos críticos de actualidad, conversación y debates, que bajo antiguas administraciones como las de José Manuel Larraín o Javier Urrutia habrían sido impensables por su otrora línea pinochetista o su austera frivolidad –sin olvidar que su fundador a inicios de los 90 fue el exministro de la Oficina de Planificación del régimen de Augusto Pinochet, Sergio Melnick-, tienen hoy a La Red reescribiendo su historia.

El canal, de propiedad del empresario estadounidense/guatemalteco Ángel González, es una estación más de las decenas que posee a nivel continental. Está en medio de un ruidoso proceso refundacional anclado a la contingencia política y social, como opción generadora de lo que en redes sociales se conoce como buzz o “boca a boca”, por la intensidad de las conversaciones y reposteos que genera. También porque ha logrado instalarse como un referente de programación alternativa a las voces que el mainstream televisivo impone y acepta desde inicios de la transición política, anclados en los intereses empresariales o políticos de sus dueños o administradores.

Ergo, La Red rompe con lo políticamente correcto, agrega desenfado y convoca a profesionales reconocidos –incluso internacionalmente- por sus trabajos premiados en el ámbito de la investigación periodística en la prensa escrita y en la radio. Especialmente trabajos referidos al pasado reciente de Chile desde la dictadura a las tres décadas de democracia. Mónica González, Yasna Lewin, Mauricio Weibel, Gustavo Manen, Alejandra Matus, entre otros, forman parte de un pool que incluye además a rostros conversadores del mundo de la derecha, como Checho Hirane.

La piedra en el zapato

Con la libertad editorial y de maniobra de una señal que tiene muy poco o nada que perder cuando su dueño está a más de seis mil kilómetros de Santiago, Víctor Gutiérrez se ha transformado en un dolor de cabeza para la Fundación Teletón, para el Gobierno y algunos avisadores.

En mayo pasado, el periodista y máximo ejecutivo responsable, puso en duda su participación en el evento televisivo anual de esta obra social de rehabilitación infantil creada por Mario Kreutzberger y que integra a todas las estaciones de la Asociación Nacional de Canales de TV (ANATEL). Este martes 14 de septiembre se realizó el lanzamiento oficial de la campaña y tal como se había advertido, La Red no adhirió a la cadena que se produjo para su difusión. En específico, la demanda de Gutiérrez dice relación con la necesaria mayor transparencia en la forma cómo la Fundación administra, invierte y distribuye los recursos recaudados, especialmente respecto de la producción y emisión televisiva.

A este episodio se agrega el impacto que generó la emisión –el lunes 15 de marzo de este año- de la entrevista exclusiva al frentista Mauricio Hernández Norambuena, conocido como el “Comandante Ramiro”, preso en la cárcel de alta seguridad por el asesinato del senador Jaime Guzmán. Otro factor de molestia en los sectores de derecha y por el que la jefa de gabinete del Presidente Sebastián Piñera, Magdalena Díaz, reclamó directamente al dueño de La Red en Estados Unidos. Hecho denunciado y rechazado por Gutiérrez, al tratarse de un intento de censura y de coerción frente a la libertad editorial del medio. Un contenido denunciado ante el CNTV, que resolvió sancionar a la señal con una amonestación por actuar condescendiente con el entrevistado y hacer apología de la violencia.

Este caso fue reclamado ante la justicia y acaba de ser fallado por la Octava Sala de la Corte de Apelaciones en favor de La Red, anulando la sanción y ratificando que al emitir esta entrevista solo se hizo uso del derecho a la libertad de expresión y no se vulneraron las normas de pluralismo político.

Programación con mirada de televisión pública

Otro bullado caso que acaba de marcar Víctor Gutiérrez es el éxito programático –considerando que los niveles de audiencia del medio distan mucho de los restantes cuatro canales más masivos (TVN, Mega, Chilevisión y Canal 13)- con la emisión de las tres partes del documental La Batalla de Chile, del realizador Patricio Guzmán, el pasado fin de semana, al cumplirse 48 años del golpe de Estado de 1973.

Este internacionalmente premiado registro de los últimos seis meses del gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular constituye una pieza audiovisual de valor histórico, se adhiera o no a su punto de vista narrativo o cómo Guzmán interpreta el proceso que culminó con el quiebre de la democracia en Chile.

El programa duplicó a triplicó sus niveles habituales de rating, superando incluso a Televisión Nacional de Chile el mismo 11 de septiembre. Esa noche el canal público prefirió emitir en su programación estelar un documental sobre los 20 años de la caída de las Torres Gemelas en Nueva York. Esta situación obliga a reflexionar si en su misión y rol público esa era la mejor opción, o si esta vez La Red se apropió de este carácter público al construir memoria histórica con la transmisión de este ciclo de tres documentales de Guzmán.

Como si se tratara de un contenido tabú o que parte de la derecha fáctica chilena quiere eludir y no volver a escarbar, el grupo Bofill, dueño de las Empresas Carozzi S.A., retiró su avisaje de La Red, molesto por este ciclo programático. Una controversia que marca también el sello ideológico que parte de los avisadores nacionales imprimen a su compra de publicidad en medios. Otro acto tildado como intento de censura en contra de la libertad de expresión de este medio.

Bajo esa misma línea, en estas Fiestas Patrias se anunció un nuevo ciclo de documentales y entrevistas históricas rotuladas como La Memoria, como la realizada al exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Manuel Contreras, realizada el 2005 por el director brasileño Roberto Mader.

Camino al saneamiento

La compleja controversia entre La Red y Carozzi –grupo empresarial que acaba de pedir a la Comisión para el Mercado Financiero cambiarse de nombre por ECSA (Empresas Carozzi Sociedad Anónima)-, se produjo coincidentemente con la publicación de los resultados financieros del canal en el primer semestre del año en curso, en donde logró rebajar en más de un 50% sus pérdidas operacionales. Estas ascendieron a 2.811 millones de pesos, frente a 6.642 millones de pesos de déficit de igual período del año 2020.

La tarea de La Red, entonces, agrega un nuevo desafío en este contexto de controversias y apuestas editoriales arriesgadas: reconstruir su marca como lo ha venido haciendo Gutiérrez desde que asumió la dirección del canal, fortaleciendo su agenda de crítica de actualidad y memoria, desafiando la cultura ideológica de compra de avisaje de los grandes grupos empresariales hegemónicos, bajando costos y evitando que esto afecte sus ingresos operacionales.

No parece fácil, aunque se avanza en un camino consistente, moleste a quien moleste.

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