Voy a incendiar esta ciudad
sus casas
Voy a quemarte lentamente los cabellos
para que no olvides la herida
Mi herida
el puñal con el que tantas veces trataste de matarme
Voy a quemarte el rostro
los rostros en los cuales te miraste el deseo
Arderán como muñecas plásticas las palabras con las que nunca pudiste acariciarme
Voy a incendiar esta ciudad
tus pasos
todo árbol de un de pronto será llamas
(Fragmento del libro Dentro de ti hay un asesino que me gusta, Roxana Miranda)
Los pueblos originarios han sido sujeto de innumerables abusos y entre ellos, la denegación de justicia en diversos casos de muerte que permanecen sin aclarar a través del tiempo. Son muchas las muertes sin aclarar. Pero especial relevancia tiene la situación de varios hechos acaecidos durante estos últimos 50 años a lamien (mujeres) de las etnias originales de los que podemos recordar algunos que han suscitado dudas.
Las hermanas Quispe
Hace 46 años, en diciembre de 1974, en la precordillera de la región de Atacama, en el sector de la Tola, al interior de Copiapó fueron encontrados los cuerpos de tres hermanas pertenecientes a la etnia colla.
Los cuerpos de las hermanas Justa (50), Luciana (43) y Lucía (39) Quispe Cardozo fueron encontrados colgados por el cuello y sostenidos por una roca del sector «La Tola». Las hermanas eran pastoras trashumantes de la etnia colla y junto a sus cuerpos sin vida estaban sus dos perros y 25 carneros degollados. Su muerte a la fecha ha sido un misterio, pues sus ropas y sus pocas pertenencias, lucían ordenadas, pulcras, como si fueran a iniciar un viaje.
Los cuerpos de las hermanas Justa (50), Luciana (43) y Lucía (39) Quispe Cardozo fueron encontrados colgados por el cuello y sostenidos por una roca del sector «La Tola».
Muchos son los testigos que relatan que un par de días antes de que aparecieran muertas un helicóptero del Ejército estuvo ahí. Algunos, sospechan que los militares las mataron por haber ayudado a militantes de izquierda a traspasar la frontera. Testigos afirmaron que, …”las mataron porque las niñas estas daban facilidad a los comunistas para que se arrancaran para la Argentina, por eso las mataron”
Sus vidas y el misterio de sus muertes ha sido abordado en varios documentales, en obras de teatro como “Las brutas” de Juan Radrigán; “Las extintas” de Andrés Cárdenas y la Compañía de Papel; y por último, “Las niñas Quispe” de Sebastián Sepúlveda.
Nicolasa Quintremán
El 24 de diciembre de 2013, Nicolasa Quintremán Calpán una activista mapuche de origen pehuenche más conocida por su férrea oposición a la construcción de la central hidroeléctrica Ralco de Endesa, como parte de la organización Mapu Domuche Newén (Mujeres la fuerza de la tierra) fue encontrada flotando sobre las aguas del embalse artificial de la represa Ralco a cuya construcción se opuso tenazmente. Si bien el Servicio Médico Legal señaló que la activista murió ahogada producto de una caída accidental, para muchos la tesis del accidente deja un gran espacio a dudas.
Si bien el Servicio Médico Legal señaló que la activista murió ahogada producto de una caída accidental, para muchos la tesis del accidente deja un gran espacio a dudas.
Nicolasa Quintremán perteneció a la comunidad Ralco-Lepoy, instancia desde donde fue artífice de diversas manifestaciones en Santiago de Chile y Concepción en contra de la central, y participó en varios foros internacionales donde explicó las implicancias de dicho proyecto para el pueblo pehuenche. Y junto a su hermana Berta, entablaron una demanda en contra de la compañía y de la Comisión Nacional del Medio Ambiente.
Macarena Valdés
Corría el año 2012 cuando el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Los Ríos dio el vamos al proyecto de minicentral hidroeléctrica de Tranguil a nombre de la empresa RP Global en conjunto con la compañía de distribución eléctrica Saesa, aquello sin ninguna consulta indígena ni estudio de impacto ambiental.
Ante estos hechos, nació la lucha por defender este territorio por parte de la comunidad organizada en la Coordinación Newen Tranquil, en la que la lamien ecoactivista Macarena Valdés y su pareja, el werkén Ruben Collío, fueron claves para la organización de ésta.
El 22 de agosto de 2017, hace 3 años, fue encontrada muerta, colgada de una de las vigas de su casa. Con solo 32 años, el supuesto suicidio de quien sus amigos y cercanos conocían cariñosamente como la “Negra”, sigue penando entre quienes más la querían y en todo un pueblo que exige verdad y justicia.
El 22 de agosto de 2017, hace 3 años, fue encontrada muerta, colgada de una de las vigas de su casa.
“Alguien suspendió ese cadáver. El cuerpo estaba sin ningún signo de ahorcamiento, ni siquiera de ruptura capilar”, fue una de las frases esgrimidas por el forense en un informe posterior a la exhumación del cuerpo de Valdés.
“Alguien suspendió ese cadáver. El cuerpo estaba sin ningún signo de ahorcamiento, ni siquiera de ruptura capilar”
El actuar de la empresa de capitales austriacos fue depredador. Comenzó a hacerse del derecho de las aguas del sector, a prometer empleos y a talar árboles nativos de forma ilegal.
El 21 de agosto de 2016 dos trabajadores de la constructora Edibor a cargo de los trabajos en la zona llegaron donde Mónica Paillamilla, copropietaria del terreno donde vivía Macarena, para advertirle que sacara a la familia Collío-Valdés del lugar antes de que algo malo pasara.
El 21 de agosto de 2016 dos trabajadores de la constructora Edibor a cargo de los trabajos en la zona llegaron donde Mónica Paillamilla, copropietaria del terreno donde vivía Macarena, para advertirle que sacara a la familia Collío-Valdés del lugar antes de que algo malo pasara.
Las extrañas circunstancias en las que Macarena fue encontrada muerta sembraron las dudas de las que hoy surgen los frutos de la desconfianza y la certeza de que a la Negra fue asesinada.
Es en el marco actual de la exigencia por verdad y justicia que se habla de un feminicidio empresarial. Así lo señaló en una protesta en fiscalía la representante del Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT), Francisca Fernández. «Nosotros como movimiento somos enfáticos en señalar que el asesinato de Macarena Valdés es un feminicidio empresarial y que se enmarca en su condición de ser una gran defensora de las aguas y los territorios. Pero también una segunda dimensión que me parece importante es no olvidar que la criminalización, el hostigamiento y la persecución política hoy es vigente en el territorio del Wallmapu, aseguró.
Es en el marco actual de la exigencia por verdad y justicia que se habla de un feminicidio empresarial. .
Iris Rosales y Rosa Quintana
El pasado 7 de agosto, Iris Rosales Quiñilén y Rosa Quintana Rosales, madre e hija de 53 y 17 años respectivamente, aparecieron muertas y ahorcadas en su propia vivienda en la comunidad Juan Pinoleo, aledaña a Pailahueque, en la comuna de Ercilla.
Iris y Rosa pertenecían a la Comunidad Juan Pinoleo en Ercilla y habían denunciado fuertemente a las forestales y la militarización de la zona. Ambas fueron encontradas colgadas, sin lesiones corporales atribuibles a terceros, según la explicación de Fiscalía. Sin embargo, y pese a que el Servicio Médico Legal de Angol ratificó que no hubo intervención de terceros, para Yanka Millapan, una de las voceras de la Red de Mujeres Mapuche, la muerte de las dos lamien merece sospecha: “Se dice que ellas se quitaron la vida, además, dicen que no hay participación de terceros. Lo aseguran en menos de 24 horas. Nos preocupa porque se asimila a lo que pasó con Macarena Valdés. Es extraño, todo es extraño, más cuando siempre se ha querido invisibilizar y criminalizar la lucha del pueblo Mapuche.
Iris y Rosa pertenecían a la Comunidad Juan Pinoleo en Ercilla y habían denunciado fuertemente a las forestales y la militarización de la zona. Ambas fueron encontradas colgadas, sin lesiones corporales atribuibles a terceros, según la explicación de Fiscalía.
Extrañas muertes, convenientes muertes. Pasan pronto al olvido para la justicia y el estado. Curiosas soluciones para personas que son una molestia para grandes empresas. Al menos deberían despertar el interés por averiguar exhaustivamente qué sucedió en cada caso. ¿Nadie se urge al respecto? El asesinato de activistas defensores de la tierra y los derechos de los aborígenes se ha convertido en una práctica frecuente en el mundo. Global Whitness informó que solo en el año 2017, 207 activistas fueron asesinados en diferentes partes del planeta.
Extrañas muertes, convenientes muertes. Pasan pronto al olvido para la justicia y el estado.
¿Nadie se urge al respecto? El asesinato de activistas defensores de la tierra y los derechos de los aborígenes se ha convertido en una práctica frecuente en el mundo.
1 comment
Excelente síntesis de la realidad que viven las lideresas de la defensa de nuestra Naturaleza, para defenderla de la codicia depredadora de las grandes transnacionales. Cuando estas dirigentas medioambientales son indígenas, el castigo es más fuerte.
Felicitaciones por esta publicación.