Crisis en Educación Pública: Echándole la culpa al empedrado

por La Nueva Mirada

La espectacularidad mediática para informar de incidentes localizados en el emblemático Instituto Nacional retrata bien la distorsión esencial que marca el debate sobre la crisis del sistema educacional, acentuado bajo la conducción del actual gobierno.

La empoderada ministra Marcela Cubillos- alentada por apoyo de sectores duros de derecha en las encuestas – ha marcado una conducción confrontacional con las demandas históricas del magisterio y las reivindicaciones estudiantiles.

La empoderada ministra Marcela Cubillos- alentada por apoyo de sectores duros de derecha en las encuestas – ha marcado una conducción confrontacional con las demandas históricas del magisterio y las reivindicaciones estudiantiles. Sus prioridades manifestadas en la singular concepción de la “Admisión Justa”, con una marcada visión ideológica a cuyos transversales cuestionamientos califica como una resistencia “de la izquierda que no cree en los méritos de la clase media”, encubren una gestión que, más allá de las palabras, apunta al descrédito y aniquilamiento de la ya castigada educación pública.

encubren una gestión que, más allá de las palabras, apunta al descrédito y aniquilamiento de la ya castigada educación pública.

La desafiante conducción ministerial se ha transformado en un escollo mayor para las demandas del magisterio – más allá de eludir el diálogo con sus dirigentes – que incluyen avanzar gradualmente en la tan postergada deuda histórica y acentuadas por la resistencia de los docentes al cambio de la malla curricular para tercero y cuarto medio, a la que se suman los reparos del Consejo de Rectores (Cruch) alentando un debate cada vez más transversal y necesario en la sociedad chilena.

acentuadas por la resistencia de los docentes al cambio de la malla curricular para tercero y cuarto medio, a la que se suman los reparos del Consejo de Rectores (Cruch) alentando un debate cada vez más transversal y necesario en la sociedad chilena.

La relativización del oficialismo a la trascendencia del debate sobre el referido cambio que se aplicaría desde el 2020 para los últimos años de educación media suma resistencias y fundamentos. No es un mero detalle que la menor relevancia asignada a la educación en  historia, artes y educación física, se aplique a estudiantes en tránsito para transformarse en ciudadanos, en el contexto de una sociedad donde la infantilización de la reflexión sobre los desafíos colectivos como país cede al inmediatismo abrumador y más que conveniente para minorías que controlan el poder.

Ciertamente se trata de argumentos “ideológicos” al buen entender de la ministra Cubillos y su limitado concepto de la calidad educativa. En cualquier caso el horno no está para esos bollos y desde la inquietud de los  educadores se amplía un debate imposible de inhibir administrativamente.

en el contexto de una sociedad donde la infantilización de la reflexión sobre los desafíos colectivos como país cede al inmediatismo abrumador y más que conveniente para minorías que controlan el poder.

El ataque a la educación pública tiene otra máscara en la “demonización” del Instituto Nacional con el aval oficial y la cruzada del alcalde Alessandri a través de una represión policial que, como señala la costumbre histórica, las emprende contra miles de estudiantes en clases con el pretexto de someter a una decena de encapuchados. Para el gobierno los miles de estudiantes y sus legítimas reivindicaciones por condiciones para mantener una educación de calidad, tal como el apoyo de sus esforzados apoderados, hacen parte del clima de violencia que hay que reprimir a cualquier costo.

El ataque a la educación pública tiene otra máscara en la “demonización” del Instituto Nacional con el aval oficial y la cruzada del alcalde Alessandri a través de una represión policial que, como señala la costumbre histórica, las emprende contra miles de estudiantes en clases con el pretexto de someter a una decena de encapuchados.

En el país de los ciegos el tuerto es rey. Así los grandes medios de comunicación apuestan al rating con las imágenes reiteradas de la decena de encapuchados jugando con fuego, ignorando las reivindicaciones de estudiantes y el magisterio. La fortaleza y masividad del magisterio para sostener sus demandas más relevantes consiguen sensibilizar a sectores del parlamento que, con notables excepciones, suelen absorberse en una burbuja impermeable a la movilización social que visibiliza sus demandas esenciales.

El magisterio y los estudiantes del Instituto Nacional dejan al desnudo la nefasta política educacional liderada por la emblemática ministra Cubillos.

Ha ocurrido con las organizaciones de mujeres, con la resistencia indígena, a lo largo del territorio, a una consulta que partió mal y continuó peor. El magisterio y los estudiantes del Instituto Nacional dejan al desnudo la nefasta política educacional liderada por la emblemática ministra Cubillos.

 

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