Por Roberto Pizarro
Patrick Crusius asesinó a 22 personas y dejó a otras tantas heridas en un centro comercial de El Paso, Texas. Había publicado un manifiesto racista en internet, dónde declaraba que mataría hispanos para detener una supuesta invasión de mexicanos en Estados Unidos. Crusius se había inspirado en el presidente, Donald Trump, quien ha calificado a los mexicanos de violadores y criminales.
Crusius se había inspirado en el presidente, Donald Trump, quien ha calificado a los mexicanos de violadores y criminales.
El asesino vivía a mil kilómetros de distancia, pero eligió El Paso para la masacre porque allí el 85% es de origen hispano. Crusius expresaba admiración hacia Brenton Harrison, el hombre que había asesinado a 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda, en marzo de este año. Harrison también se había inspirado en Trump a quien reconocía como “símbolo renovado de la identidad blanca”.
Harrison también se había inspirado en Trump a quien reconocía como “símbolo renovado de la identidad blanca”.
Los atentados racistas contra hispanos se han vuelto más frecuentes alentados por su afiebrada denuncia de “una invasión en la frontera sur” de donde provendrían “delincuentes violentos”.
El presidente Donald Trump tiene alta responsabilidad en la masacre de El Paso. Los atentados racistas contra hispanos se han vuelto más frecuentes alentados por su afiebrada denuncia de “una invasión en la frontera sur” de donde provendrían “delincuentes violentos”. A ello se agregan la persistencia en la construcción de un muro en el límite con México para impedir el tránsito desde el sur y la militarización de la frontera, actuando además sin compasión con las caravanas de migrantes centroamericanos que intentan llegar a los Estados Unidos.
Destaca además que el número de grupos radicales batió un récord en 2018.
Según la organización Southern Poverty Law Center (SPLC) los mensajes de Trump han dado fuerza a los supremacistas blancos y a la xenofobia contra los extranjeros provenientes de Centroamérica y México. Destaca además que el número de grupos radicales batió un récord en 2018.
“Tenemos gente que llega al país que ustedes no creerían lo malos que son. Estas no son personas, son animales, pero los estamos sacando del país a un ritmo nunca visto”.
El ataque de Crusius fue tan brutal que, por primera vez, el presidente Trump se vio obligado a condenar el racismo. Sin embargo, no resulta creíble porque ha sido un especialista en promoverlo. En efecto, sólo en mayo del año pasado se refería a los migrantes diciendo, “Tenemos gente que llega al país que ustedes no creerían lo malos que son. Estas no son personas, son animales, pero los estamos sacando del país a un ritmo nunca visto”.
Trump se han convertido en el principal referente de la ultraderecha mundial.
Y para animar aún más a los supremacistas blancos, en julio de este año, agredía a las congresistas demócratas de color que lo han cuestionado. Demandó que Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib Omar, regresaran a las naciones “estropeadas e infestadas de delincuencia” de donde vinieron, despreciando que todas ellas son estadounidenses.
Y no quedan dudas. Trump se han convertido en el principal referente de la ultraderecha mundial. Cuestiona el desarme nuclear, no cree en el cambio climático y ha sido categórico en la necesidad de aplastar las ideas progresistas. Sus políticas proteccionistas afectan el comercio y añaden fuego a los conflictos internacionales. Le disgusta la diversidad sexual y cultural, exalta el militarismo y es enemigo de los inmigrantes.
el presidente de Estados Unidos recibe el aplauso del neofascismo europeo y también de Jair Bolsonaro.
En esos temas, como en varios otros, el presidente de Estados Unidos recibe el aplauso del neofascismo europeo y también de Jair Bolsonaro. Donald Trump está provocando una creciente inestabilidad económica y política en el mundo y su discurso xenófobo favorece el odio y la violencia.