El hombre invisible. Por Jorge Ragal

por La Nueva Mirada

El hombre invisible pasea por los parques,

por los desiertos y los valles.

El hombre invisible asiste a las bibliotecas,

a las plazas y a los bares.

El hombre invisible observa por los balcones,

por las terrazas y las mansardas.

El hombre invisible ama en los sillones,

en las alfombras y en las sábanas.

El hombre invisible ingresa a los hospitales,

a la morgue y a los cementerios.

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