Lo que más llama la atención de una escritora norteamericana como Lucia Berlin (1936 – 2004), además de su talento, es que haya vivido en Chile, el último lugar del mundo, durante una temporada. Su pasada por nuestro país se vio reflejada en varios de sus cuentos de “Una noche en el paraíso” (2018), uno de sus libros póstumos que salió a la luz después del éxito de “Manual para mujeres de limpieza” publicado en 2016, en español, por Alfaguara.
Los cuentos sobre Chile muestran la realidad de una adolescente norteamericana en los años 50, en especial los relatos “Andado, un romance gótico” y “Polvo al polvo”. El primero da a conocer lo que le sucede a una quinceañera durante un fin de semana en un latifundio chileno, donde ya se atisba la pronta llegada de la reforma agraria. La escritora evoca, con tintes autobiográficos, el ambiente y el paisaje de la zona centro con sus casonas grandes, praderas e inquilinaje. En el segundo cuento, Berlin narra la historia de Michael Templeton, un joven ex héroe de la Real Fuerza Aérea Británica, motoquero e indomable que vive en el barrio alto santiaguino y que conquista el corazón de la narradora. La historia describe muy bien la opulencia de la clase acomodada chilena de ese entonces y el entono de la calle Príncipe de Gales y del Country Club, ubicados en la comuna de La Reina.
Autora de 77 cuentos a lo largo de su carrera como escritora, Berlin siempre se preocupó de narrar temas conectados con sus propias experiencias. Tuvo una existencia compleja, llena de viajes y recovecos que la llevaron a una vida sentimental con altos y bajos, donde predominaron el alcoholismo, las drogas y las dificultades económicas. En algunos momentos, su precaria situación la obligó a desempeñarse como empleada de limpieza en casas ajenas y en otros trabajos ocasionales con el fin de lograr su subsistencia y la de sus cuatro hijos.
Comparada con Heminway y Carver, su éxito fue póstumo y la crítica literaria la engrandeció con “Manual para mujeres de limpieza” hace solo unos pocos años atrás, a pesar de tratarse de una obra publicada inicialmente en Estados Unidos en 1977. “Una noche en el paraíso” recorre 22 de sus relatos, los que se expresan de manera dispar. Además de sus cuentos sobre Chile, destacan algunos textos ambientados en Estados Unidos, en especial en lugares inhóspitos donde el clima convive con personajes acostumbrados a estar en conexión con el medio ambiente, donde, por ejemplo, los hijos pequeños de las protagonistas tienen la libertad de correr y jugar en espacios abiertos. La imagen de la mujer en sus cuentos destaca por sobre la de los hombres, quienes tienen, en general, una participación secundaria. Los personajes principales reflejan en muchos casos a la propia Lucia Berlin. Son retratos de vidas difíciles, llenas de matices, donde muchas veces la escritora logra conmover. Uno de los pocos cuentos que escapa de este esquema de “mujer que enfrenta al mundo” es “Una noche en el paraíso”. Este texto le da el título al libro y narra lo que le sucede a Hernán, un barman en un hotel de Puerto Vallarta donde se hospedan las estrellas de la película “La noche de la Iguana”, de John Houston. En la historia, una serie de enredos alcohólicos y sexuales, que incluyen a la inolvidable diva del cine, Ava Gardner, forman parte de lo que observa el barman en una noche de trabajo.
Si bien algunas historias en “Una noche en el paraíso” pueden ser un tanto monótonas o reiterativas, es innegable la capacidad narrativa de Berlin. Durante sus últimos años tuvo la posibilidad de enseñar literatura en la Universidad de Colorado, en Boulder. El ambiente era bueno y sus estudiantes la respetaban, pero el clima no la ayudó a mejorar sus problemas respiratorios. Incluso tuvo que llegar a enseñar usando un tanque de oxígeno. Un cáncer al pulmón la obligó a trasladarse a California en 2001 para estar cerca de sus hijos, falleciendo en 2004 en Marina del Rey, el mismo día que cumplió 68 años. No alcanzó a ver el último éxito de sus libros en las librerías. Sin embargo, su familia sigue manteniendo viva su incansable huella. “Mi madre escribía historias verdaderas; no necesariamente autobiográficas, pero por poco. Las historias y los recuerdos de nuestras familias se han ido modelando, adornando y puliendo con el paso del tiempo, hasta el punto de que no siempre sé con certeza qué ocurrió en realidad: Lucia decía que eso no importaba: la historia es lo que cuenta.”, escribió su hijo Mark Berlin en el prólogo de “Una noche en el paraíso”.