El precio de la unidad oficialista. Por Fernando Ávila I

por La Nueva Mirada

La consumación de la división opositora de cara a las elecciones de convencionales constituyentes era una suerte de “crónica de una muerte anunciada”, tal cual lo advertía La Mirada Semanal al afirmar que “la oposición enfrentará dividida la elección de los miembros a la convención constituyente en tanto que la derecha logrará la unidad, desde los republicanos de José Antonio Kast hasta el conjunto de Chile Vamos…”.

En efecto, el más probable resultado de la elección es que arroje una cantidad de convencionales electos inferior a la totalidad de votos que alcancen las 5 listas opositoras (más los sobre 2000 candidatos independientes partidarios de una nueva Constitución), en virtud precisamente de la dispersión de votos.

Bien se puede afirmar que en la oposición cada cual veló por sus intereses sin considerar que todos los votos cuentan sólo si se depositan en una lista. Como dijo Fuad Chain ”abrir el abanico y que podamos tener mucho pluralismo y que, por tanto, nadie que votó por el Apruebo puede no sentirse representado”, no es la cuestión esencial. La primera prioridad es alcanzar la mayoría suficiente de convencionales para asegurar una nueva carta fundamental.

Bien se puede afirmar que en la oposición cada cual veló por sus intereses sin considerar que todos los votos cuentan sólo si se depositan en una lista.

De lo contrario, en el mejor de los casos se obtendría una cantidad de convencionales que podrían permitir avances constitucionales luego de una sucesión de negociaciones con los representantes de la derecha y partidarios de la constitución pinochetista.

en el mejor de los casos se obtendría una cantidad de convencionales que podrían permitir avances constitucionales luego de una sucesión de negociaciones con los representantes de la derecha y partidarios de la constitución pinochetista.

Este proceso de inscripción de candidatos, por su parte, ha puesto de relieve las inconsecuencias que proliferan en la derecha. Así, José Antonio Kast sostuvo en su momento “hoy hemos perdido una elección. Es ciertoLa perdimos por todos esos políticos de derecha cobardes que no estuvieron dispuestos a defender sus ideas y le entregaron todo a la izquierda y a los terroristas”.

Días después Mario Desbordes afirmaría, en respuesta a Kast, “nos trata de traidores y luego habla de unidad”.

Sin duda que para la derecha se trata de revertir el resultado del plebiscito en el que, al decir del republicano Gonzalo Rojas : “Las izquierdas, por su parte, gozan de la total desfachatez que les otorgó el 25 de octubre. Es lo que les regalaron todos los zonzos útiles que votaron Apruebo, sin ponderar las condiciones del adversario al que se sumaban”.

La “total desfachatez” es de quien explícitamente desprecia el resultado entre el Apruebo y el Rechazo descalificando como “zonzos útiles” a los electores en ese plebiscito. Lo que no queda claro en Rojas es si los “zonzos” son todos los electores del Apruebo o sólo los “cobardes”, al decir de Kast.

Lo que está claro es que Kast apunta más lejos al afirmar que : pese a la baja aprobación de este gobierno y al aparente predominio de la agenda social de izquierda, estoy convencido de que nuestro sector tiene la oportunidad, por primera vez, de ganar las elecciones a nivel presidencial, parlamentario, municipal y de constituyentes. Para lograrlo se requiere altura de miras y generosidad…y es imperante que podamos sentarnos a conversar y construir una alternativa amplia y respetuosa de las diferencias”.

Ciertamente la derecha ha dado un primer paso en la dirección que señala José Antonio Kast, es decir, el partido Republicano que el diputado Evopóli, Francisco Undurraga definió así “yo creo que es un partido de ultraderecha, es un partido populista, ultramontano y conservador”

Mario Desbordes, líder de RN, después de comerse sus palabras acerca de la eventual participación unitaria de los republicanos de JAK, a horas de la inscripción de los candidatos a constituyentes, manifestó su ira por la inclusión en la lista de la polémica y provocadora Teresa Marinovic, a quien JAK califica como una postulante “invencible”. Lamentos que puede llevarse el viento, como los de la Juventud de Evópili:»¿Cómo le explicaremos a simpatizantes, militantes y a todos aquellos que ven en Evópoli la forma correcta de hacer política, que quiera formar un pacto con aquellos que se ríen de la diversidad y la denigran?». «¿Dónde queda, por ejemplo, nuestro principio número 15 de defender los derechos humanos siempre y sin importar los matices si estamos dispuestos a ir con quienes no son capaces de hablar de dictadura militar?».

Más allá de lamentos varios, algunos de muy buena crianza, solo queda el desafío para la centroizquierda en las elecciones futuras. Sin repetir lo ocurrido en la pasada contienda presidencial y así además de hipotecar el camino para poner fin al neoliberalismo, debilitar la democratización de la sociedad chilena desaprovechando la voluntad popular y ciudadana para encarar sustantivas reformas al sistema imperante en evidente crisis.

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