El rumbo del Frente Amplio: Mirando la mitad medio llena del vaso…

por La Nueva Mirada

El prolijo columnista Carlos Peña se dio un festín con la “tonta vacuidad” y “política adolescente” de Gabriel Boric, tras su muy desafortunada reacción ante el obsequio de una polera con la imagen de Jaime Guzmán con balas en la cabeza. Lo ha pagado caro el diputado del Frente Amplio, pese a su franca autocrítica y no justificar su conducta con pretexto alguno.

Hasta el mediático suceso Boric ocupaba un privilegiado lugar en las encuestas, entre los políticos mejor evaluados. Poco tiempo atrás había transparentado – recibiendo elogios de parlamentarios de todos los sectores – el tratamiento a un trastorno obsesivo compulsivo. Ahora el horno no estaba para bollos y la paliza generalizada alentó sobre todo a las huestes de JA Kast y la UDI.

El tiempo dirá el efecto trascendente que tenga el mediático episodio. En cualquier caso ha redundado en la percepción extendida de fragilidad del Frente Amplio, antes de cumplirse un año de su debut como coalición con significativa representación parlamentaria

El tiempo dirá el efecto trascendente que tenga el mediático episodio. En cualquier caso ha redundado en la percepción extendida de fragilidad del Frente Amplio, antes de cumplirse un año de su debut como coalición con significativa representación parlamentaria, tras la primera vuelta de la contienda presidencial cuando Beatriz Sánchez sorprendió con algo más del 20% de los votos.

Desde la superficie mediática y en contexto del creciente deterioro que experimentan transversalmente los actores políticos en nuestro país, resulta fácil extender esa percepción al variopinto conglomerado del Frente Amplio. En rigor es la tendencia dominante entre quienes lo visualizan como una competencia real y difícil aliado en las contiendas electorales que se desencadenarán desde el próximo 2020.

En rigor es la tendencia dominante entre quienes lo visualizan como una competencia real y difícil aliado en las contiendas electorales que se desencadenarán desde el próximo 2020.

Por lo señalado es difícil otorgar privilegios para lanzar la primera piedra a las potencialidades del conglomerado que marcó una señal atractiva entre un significativo electorado, mayoritariamente joven y en desmedro de las coaliciones favorecidas por la extensa vida del sistema binominal. Ciertamente “otra cosa es con guitarra” y las muy diversos organizaciones que conviven en el no poco vapuleado conglomerado aparecen desafiadas a validarse, en primer lugar entre quienes le dieron su apoyo por convicción o reacción de hastío con el progresismo, que vivía el funeral de la Nueva Mayoría como alternativa de gobierno.

Entre los que votaron por Beatriz Sánchez y los candidatos al parlamento del Frente Amplio, una minoría estaría en condiciones de identificar a las diferentes agrupaciones que lo configuran como alianza política. Ciertamente Giorgio Jackson por su trayectoria anterior y protagonismo facilita la visibilidad de Revolución Democrática (RD), junto a otros de sus dirigentes (entre ellos Miguel Crispi) como la agrupación partidaria con más de una decena de parlamentarios. Junto al ya mencionado Gabriel Boric marca la dupla más identificada en el liderazgo del conglomerado, aunque no militan en el mismo partido.

Ciertamente “otra cosa es con guitarra” y las muy diversos organizaciones que conviven en el no poco vapuleado conglomerado aparecen desafiadas a validarse, en primer lugar entre quienes le dieron su apoyo por convicción o reacción de hastío con el progresismo, que vivía el funeral de la Nueva Mayoría como alternativa de gobierno.

El mismo Boric abandonó su partido original y junto al alcalde de Valparaíso Jorge Sharp, los diputados elegidos como RD, Gael Yeomans y Gonzalo Winter, más el ahora ex Humanista, Diego Ibañez, lideran la configuración de un nuevo partido dentro del Frente Amplio. Bajo el alero del Partido Humanista quedan los muy heterogéneos diputados, de prolongada trayectoria pública, Tomás Hirsh, Pamela Jiles y Florcita Alarcón. Con su propio perfil se destaca el liberal Wlado Mirosevic.

Ciertamente los menores de 35 años llevan la delantera absoluta en el protagonismo estrictamente político del amplio conglomerado. El desafío colectivo es mayor y no ajeno a disyuntivas que desafían a otros sectores de la izquierda, como el PC, en toma de posiciones en el contexto internacional frente a realidades como las de Venezuela y Cuba.

El mismo Boric abandonó su partido original y junto al alcalde de Valparaíso Jorge Sharp, los diputados elegidos como RD, Gael Yeomans y Gonzalo Winter, más el ahora ex Humanista, Diego Ibañez, lideran la configuración de un nuevo partido dentro del Frente Amplio. Bajo el alero del Partido Humanista quedan los muy heterogéneos diputados, de prolongada trayectoria pública, Tomás Hirsh, Pamela Jiles y Florcita Alarcón. Con su propio perfil se destaca el liberal Wlado Mirosevic.

Con experiencias marcadas por liderazgos en el movimiento estudiantil de los últimos años, enfrentan con mayor vitalidad, no exenta de contradicciones, el tema de la reforma educacional y algunos de ellos han abordado con aplicación el complejo tema de los pueblos originarios. Algunas de sus iniciativas en el ámbito de las redes sociales consiguen impacto (como ocurre con las diputadas del PC, Karol Cariola y Camila Vallejos) ampliando su proyección pública más allá de los medios de comunicación tradicionales.

En la pretensión de desbordar los ejes tradicionales de la política chilena y asumir reivindicaciones donde los partidos con más historia registran vacíos o ausencias, como el feminismo, la diversidad sexual, el ambientalismo, las reivindicaciones de los pueblos originarios ó movimientos sociales como No +AFP, crecen los desafíos para el heterogéneo Frente Amplio.

Con todo, el Frente Amplio está desafiado a sostener la vitalidad y diversidad que marcó su inesperada irrupción electoral. En el camino se han marcado tensiones con liderazgos internos competitivos, como los de Alberto Mayol y el ex dirigente sindical del PC, Cristián Cuevas. En la pretensión de desbordar los ejes tradicionales de la política chilena y asumir reivindicaciones donde los partidos con más historia registran vacíos o ausencias, como el feminismo, la diversidad sexual, el ambientalismo, las reivindicaciones de los pueblos originarios ó movimientos sociales como No +AFP, crecen los desafíos para el heterogéneo Frente Amplio.

Una de las apuestas es la reinstalación del liderazgo de su ex abanderada presidencial Beatriz Sánchez, dirigiendo el nuevo centro de pensamiento Saberes Colectivos. Un liderazgo puesto en duda por muchos, que acaba de recibir el golpe anímico de liderar la reciente encuesta Cadem.

Una de las apuestas es la reinstalación del liderazgo de su ex abanderada presidencial Beatriz Sánchez, dirigiendo el nuevo centro de pensamiento Saberes Colectivos. Un liderazgo puesto en duda por muchos, que acaba de recibir el golpe anímico de liderar la reciente encuesta Cadem.

Así, con todo, en el Frente Amplio prima la opción mirar la parte medio llena del vaso…

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