Con buenas noticias económicas el presidente Joe Biden marcó el día de la independencia de EE.UU. calificando la vacunación contra la covid19 como un acto patriótico. Los estadounidenses, cansados de pandemia y libres –por unos pocos meses – del frenesí electoral, celebraron con gusto.
Pirotecnia, comida y alcohol
Los estadounidenses gastaron el pasado fin de semana unos 1.500 millones de dólares en fuegos artificiales, otros 1.400 millones de dólares en cerveza y vinos, y 7.520 millones de dólares en comidas para celebrar el 245 cumpleaños de la independencia de su república.
“Hoy estamos más cerca que nunca de declarar nuestra independencia de un virus mortífero”, proclamó el presidente Joe Biden en un discurso de catorce minutos. “Pero tal como nuestra declaración de 1776 fue un llamado a la acción, no una razón para la complacencia no una declaración de victoria… lo mismo ocurre hoy. Entonces tuvimos de nuestro lado el poder de una idea, hoy es el poder de la ciencia”.
Las multitudes que se congregaron desenmascaradas en playas y parques para ver en la noche la pirotecnia –abastecida principalmente con artefactos explosivos importados de China—tuvieron razones válidas para celebrar.
Un año atrás cuando la pandemia se propagaba rápidamente, la economía entró en una recesión que daría una reducción del 32,9 % en el producto bruto nacional, el desempleo rondaba el 10% y la búsqueda de vacunas contra la covid-19 andaba a los tumbos.
Aunque en su alocución, felizmente breve, Biden no lo reconoció explícitamente, el progreso logrado desde entonces en la brega contra la pandemia incluye la inversión cuantiosa que hizo el gobierno del expresidente Donald Trump con su Operación Warp Speed para la investigación, prueba, aprobación y distribución de vacunas.
Dos meses atrás, Biden prometió que se alcanzaría el 4 de Julio la meta de vacunar a 160 millones de personas en Estados Unidos y de que al menos el 70 % de los adultos habrían recibido al menos una dosis de la inmunización. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, a la fecha el 67 % de los adultos ha recibido al menos una inyección, y sólo 149 millones de adultos han recibido la vacunación completa.
El ritmo de vacunaciones ha disminuido sustancialmente en los últimos dos meses, lo cual preocupa a las autoridades sanitarias cuando, al mismo tiempo, surgen variantes del coronavirus más contagiosas.
Jirones
En la noche del sábado y la madrugada del domingo unos 200 militantes del grupo supremacista blanco Frente Patriótico desfilaron, portando antorchas, por el centro de Filadelfia, la ciudad donde casi dos siglos y medio atrás los próceres anunciaron al mundo la Declaración de Independencia.
Los militantes, muchos de ellos con botas y pantalones de combate, camisetas azules, máscaras blancas, banderas estadounidenses y escudos, corearon consignas fascistas y referencias al reclamo de Trump de que la elección presidencial de 2020 fue “robada”. La Gran Mentira se ha aliado con el neonazismo.
Horas antes, en la madrugada del sábado la policía de Massachusetts, en la localidad de Wakefield, encontró dos vehículos estacionados en el hombrillo de la Ruta Interestatal 95 y hombres fuertemente armados y con ropas de combate, que reabastecían de combustible sus camionetas. A ello siguió una confrontación de varias horas después que los individuos dijeron que no tenían licencia para portar armas de fuego y que su organización no reconoce las leyes estatales.
Cuando nueve horas más tarde concluyó el incidente con el arresto de varios individuos, acusados de posesión ilegal de armas y munición, la policía los identificó como miembros de Rise of the Moors (Surgimiento de los Moros).
Según expertos en grupos extremistas, éste es un movimiento que proclama que los ciudadanos tienen soberanía y son independientes de la autoridad de los gobiernos federal y estatales. Algunos de sus miembros, a su vez, reclaman que son ciudadanos de Marruecos y no se someten a las leyes estadounidenses.
Una semana antes Gwen Berry, lanzadora de martillo que clasificó para su segunda participación en los Juegos Olímpicos, volvió su espalda hacia la bandera de Estados Unidos mientras se ejecutaba el himno nacional. El gesto causó un revuelo y no sólo en los medios conservadores.
“Nunca dije que odio el país”, declaró Berry, que es negra. “Todo lo que dije es que respeto a mi pueblo lo suficiente como para no pararme firme o reconocer algo que les falta el respeto a ellos. Amo a mi pueblo, eso es todo”.
Aunque en su discurso del día de la independencia el presidente Biden hizo llamados a la unidad nacional, se multiplican en todo el país los incidentes en los cuales la “política de identidades” continúa contagiándose y más segmentos de la sociedad se sienten más afines a su tribu que a la nación.
Entre enero y marzo la actividad económica de Estados Unidos creció a una tasa anualizada del 6,4 % y desde que Biden llegó a la Casa Blanca -el 20 de enero- ha añadido unos 3,4 millones de empleos. Continuando con el ímpetu que inició el gobierno de Trump, el de Biden ha inyectado en la economía billones de dólares, y a contrapelo de la política internacional de Trump, la de Biden parece haber restaurado la imagen de Estados Unidos a nivel global.
Queda por ver si la convocatoria a la unidad y la visión de futuro, formuladas por un político de 78 años de edad logran superar las muchas fisuras que con fruición ensanchan tanto la izquierda como la derecha.