“Cuántos saben lo que significa caer desde el abismo celestial a un abismo más profundo aún? Ninguna música ha entonado aún la ruptura con Dios… (E.M.Cioran)
Nietzsche, el “loco”, predicó la muerte de Dios.
El COVID -19, lleva casi un millón de muertos.
¿Dónde está Dios?
Donde está el amor.
“El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada.> ¿Qué ha dónde se ha ido Dios? -exclamó-. Os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡Vosotros y yo! Todos somos sus asesinos. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Hacia a donde caminar ahora? (…) ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita?”
COVID -19 mata a los viejos, los pobres y los desamparados.
Si matamos a Dios, matamos también al Cristo Dios.
Si matamos al hombre, matamos al virus.
¿El Padre muere para que el Hijo se vuelva (in) mortal?
¿El virus muere para que el hombre sueñe?
El hombre muere para que el virus muera.
Nietzsche, el filósofo, el filólogo, el psicólogo, el historiador intentó a destruir a martillazos al cristianismo.
Se transmutó en el Anticristo. “Dioniso contra el Crucificado” ¡Qué los débiles y los fracasados perezcan! Primer principio de nuestro amor a los hombres. Y que se les ayude a morir”.
“¿Hay algo más perjudicial que cualquier vicio? Sí; la compasión que experimenta el hombre de acción hacia los débiles y los idiotas: el cristianismo”.
No estaba (mos) preparado para este asesinato.
“¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará la sangre?”
El mundo no está preparado para esta muerte que dejó a las Iglesias como las “tumbas y los panteones de Dios”.
Tumbas y Panteones virales.
“¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina?”
“Los dioses también se pudren”.
Los viejos también. Los ricos también. Los pobres también. Los marginados también.
Ha nacido el Cristo postmoderno.
Oración de un sacerdote postmoderno (en proceso de pudrición).
No soy el que soy
Soy un Cristo de probeta
Un Cristo sin Padre
Un Cristo binario
Un Cristo máquina
Un Cristo viral.
Soy el Cristo muerto
no resucitado.
Canta el loco. El extraño enterrador.
Cantan los muertos
del amor perdido.
Súbitamente, el Cristo muerto vivo, “se acercó al prisionero, (al loco, al viejo, al pobre y al marginado) y los besó con suavidad en sus labios exangües” y tumefactos. Se estremecieron. Sus labios temblaron. Fueron hacia la puerta, la abrieron y exclamaron. “Vete y no vuelvas” (…) ¡Nunca! ¡Jamás!
“Ecce Homo”. Ese es el hombre Dios. Mientras más humano más divino.
Contemplad al hombre y la mujer que sufren el beso de Cristo.
Un beso viral.
¡Descubrieron vida en las nubes de Venus!
Venus contra Virus.
Virus Monstruo
Venus Vanguard.
Venus posmoderna
Cristo posmoderno
dioses del amor.
Sólo
fragmentos virales
del vacío.
Colaboraron Nietzsche, Dostoyevski, Atsushi Suzumi