La atención mediática se ha concentrado en las explicaciones del ex mandatario y actual embajador plenipotenciario para el Asia Pacífico, Eduardo Frei Ruiz Tagle, acerca del fraude auto denunciado por Francisco Javier, exigido por su hermano mayor, tras los larguísimos años en que administró inversiones y parte significativa de sus emprendimientos personales.
Las demandas civiles han complicado también al actual embajador- que recibió el respaldo de Sebastián Piñera para continuar en sus funciones en el exterior – en su condición de codeudor solidario y aval en parte de las millonarias cifras que se suman a los cargos en contra de Francisco Javier Frei.
En definitiva, situaciones que perfilan el tipo de emprendimientos del ex mandatario, no exento de cuestionamientos desde las filas de la falange por su cercanía al presidente Piñera.
A diferencia de los otros ex mandatarios post dictadura, con la obvia excepción de Sebastián Piñera, Frei Ruiz Tagle ha incursionado en el mundo de los negocios. Así ha recibido ingresos no menores por el derecho de marca del vino Presidente Frei, en vínculo con Akana Wines, bajo administración de su hija Magdalena, mientras Pedro Yaconi, pareja de ella, ofició como gestor de intereses ante el MOP para China Road and Bridge Corporation, que participó en la excavación para construcción de línea del Metro de Santiago. En definitiva, situaciones que perfilan el tipo de emprendimientos del ex mandatario, no exento de cuestionamientos desde las filas de la falange por su cercanía al presidente Piñera.
Ha sido más que ostensible el cuidadoso trato otorgado al ex mandatario por los medios de comunicación vinculados con el oficialismo, mientras abundan en nuevos antecedentes que involucran a Francisco Javier Frei y su entorno más cercano en acciones dolosas que incrementarían sustantivamente sus responsabilidades y compromisos ante imputaciones judiciales.
El PDC vive con incomodidad los sucesos que involucran a los hermanos Eduardo y Francisco Javier Frei. En lo formal, la suspensión de militancia del imputado en acciones judiciales, acentuando que mantenía una militancia pasiva, culminó con su renuncia al partido y la frialdad de los vínculos con el ex mandatario por su cercanía con el actual gobierno, viabilizan la toma de distancia sin evitar el ruido interno que por ésta y otras razones conmueve hace tiempo a la militancia falangista.
EL APELLIDO FREI, MUCHO MÁS QUE UN SÍMBOLO
Eduardo Frei Montalva ha marcado la vida del PDC desde sus juveniles orígenes y es un personaje clave en la historia política del país del siglo 20, que aún sigue escribiéndose y proyectando sus consecuencias en la segunda década del 21.
A fines del mes de enero del presente año, después de 37 años de la muerte del ex mandatario en la Clínica Santa María, el magistrado Alejandro Madrid dictó condenas en primera instancia para los responsables del magnicidio de Frei Montalva, ocurrido el 22 de enero de 1982. Luego de 19 años de compleja investigación las condenas recayeron en un agente civil de la CNI, el ex chofer personal del asesinado y tres médicos de la Pontificia Universidad Católica.
La larguísima investigación del asesinato del ex mandatario y fundador de la Falange marcó un hito histórico no sólo por evidenciar los extremos criminales a que recurrió el régimen cívico militar encabezado por Pinochet, sino también por las inocultables tensiones al interior de la familia de la víctima.
La larguísima investigación del asesinato del ex mandatario y fundador de la Falange marcó un hito histórico no sólo por evidenciar los extremos criminales a que recurrió el régimen cívico militar encabezado por Pinochet, sino también por las inocultables tensiones al interior de la familia de la víctima.
Quedaría como una evidencia irrebatible el rol protagónico jugado por Carmen Frei (hija del Presidente asesinado y ex senadora) en la boicoteada y traumática indagación de los hechos hasta llegar a una verdad histórica y judicial. Imposible de ocultar resultaron las tensiones familiares, cuando Carmen debió enfrentar la descalificación brutal de su hermano Eduardo por aquella empeñada perseverancia decisiva que rendiría finalmente sus frutos.
Quedaría como una evidencia irrebatible el rol protagónico jugado por Carmen Frei (hija del Presidente asesinado y ex senadora) en la boicoteada y traumática indagación de los hechos hasta llegar a una verdad histórica y judicial.
Retomando el lema histórico “contra viento y marea” Carmen Frei transitó un pedregoso camino durante décadas, compensado por el reconocimiento transversal de los miles de familiares de víctimas de la dictadura que valoran su valentía y dignidad más allá de cualquier frontera partidaria.
Superando pequeñeces y mezquindades, a la hora de la verdad la hija del asesinado ex Presidente de la República sintió el afecto ciudadano en reconocimiento de su valor en la circunstancia más extrema de comprobación del brutal crimen.
La historia política de Eduardo Frei Montalva continuará siendo objeto de debate público por sus responsabilidades históricas, como la de otros grandes protagonistas de uno de los períodos más complejos y dramáticos de la vida del país. Si algo está fuera de discusión es su lejanía de actos de corrupción y la transparencia que marcó su accionar público.
En esa perspectiva, cuando hoy abundan las malas noticias familiares, valga la distinción necesaria que merece Carmen Frei, reconociendo además el valor intachable de honestidad del padre asesinado por la dictadura.
La historia política de Eduardo Frei Montalva continuará siendo objeto de debate público por sus responsabilidades históricas, como la de otros grandes protagonistas de uno de los períodos más complejos y dramáticos de la vida del país. Si algo está fuera de discusión es su lejanía de actos de corrupción y la transparencia que marcó su accionar público.
