El nuevo acuerdo sobre inmigración suscrito por el saliente presidente guatemalteco Jimmy Morales con el gobierno de Donald Trump, donde la nación centroamericana acepta convertirse en “tercer país seguro”, para solicitar asilo o refugio en Estados Unidos, no tan sólo es un flagrante caso de abuso sino también un enorme despropósito.
se obliga a Guatemala a recibir inmigrantes hondureños, salvadoreños y de otros países de la región, con la vana esperanza de un visado para ingresar a los Estados Unidos, augurando una crisis humanitaria bastante mayor que la que hoy se vive en la frontera con México.
Un abuso de la superpotencia en contra de un pequeño y empobrecido país, cuya población masivamente intenta emigrar a EE.UU. (se calcula que actualmente viven más de tres millones de guatemaltecos en ese país). En virtud del mencionado acuerdo, logrado bajo presión extrema (la amenaza de aranceles comerciales que definitivamente terminarían por arruinar la muy precaria economía guatemalteca), se obliga a Guatemala a recibir inmigrantes hondureños, salvadoreños y de otros países de la región, con la vana esperanza de un visado para ingresar a los Estados Unidos, augurando una crisis humanitaria bastante mayor que la que hoy se vive en la frontera con México.
Donald Trump ha buscado infructuosamente, no sin fuertes presiones económicas y políticas, que México acepte la condición de “tercer país seguro”, en donde se puedan filtrar las solicitudes de asilo o refugio en EE.UU. A falta de resultados ha logrado que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador endurezca las medidas en contra de la inmigración y refuerce sus controles en la frontera, generando no pocas críticas en el país. Y ante la falta de resultados ha escogido a Guatemala como ese país seguro.
En verdad, Guatemala es cualquier cosa, menos “un país seguro”, como lo ha reconocido recientemente un juez federal norteamericano y lo refrendan sus altísimos niveles de violencia, con presencia del narcotráfico y el crimen organizado, una corrupción generalizada, altos niveles de pobreza y masivos procesos migratorios. No cuenta con los recursos o la logística para proveer refugio, atención y servicios para atender a los miles de inmigrantes que cada año solicitan asilo en EE.UU.
En verdad, Guatemala es cualquier cosa, menos “un país seguro”, como lo ha reconocido recientemente un juez federal norteamericano
Aún no se conocen los detalles de este insólito acuerdo suscrito por el saliente mandatario guatemalteco con su “par” norteamericano Donald Trump, la ayuda compensatoria que, según la normativa internacional, EE.U. debería proporcionar a Guatemala y la forma como operaría este acuerdo, que Jimmy Morales, que cumple su mandato este año, ha manejado con extremo sigilo.
El “presente griego” que deja Morales a su sucesor (a)
Es más que evidente que se trata una grosera imposición y abuso de poder, que no debiera surtir efectos legales u obligar al nuevo gobierno que sucederá al actual mandatario, como ha sostenido el procurador de Derechos Humanos guatemalteco, Jordán Rodas. Y agrava todos los males que sufre Guatemala y que los actuales candidatos a suceder a Jimmy Morales (cuyo gobierno ha sido una mala broma) buscan enfrentar.
Es más que evidente que se trata una grosera imposición y abuso de poder, que no debiera surtir efectos legales u obligar al nuevo gobierno que sucederá al actual mandatario, como ha sostenido el procurador de Derechos Humanos guatemalteco, Jordán Rodas. .
La segunda vuelta de la selecciones presidenciales en Guatemala están programadas para el próximo domingo 11 de agosto y enfrentan a la ex primera dama y candidata por el Partido Unión Nacional de la Esperanza (UNE, de tendencia social demócrata), con el derechista candidato de VAMOS, el médico cirujano Alejandro Giamattei.
La segunda vuelta de la selecciones presidenciales en Guatemala están programadas para el próximo domingo 11 de agosto y enfrentan a la ex primera dama y candidata por el Partido Unión Nacional de la Esperanza (UNE, de tendencia social demócrata), con el derechista candidato de VAMOS, el médico cirujano Alejandro Giamattei.
A escasos días de la elección las encuestas (bastante dudosas) favorecen al candidato de la derecha por un margen de casi siete puntos (40 a 33) pero todo podría ser distinto en el escrutinio final. Sin embargo, al parecer ninguno de los candidatos a suceder a Morales ha sido informado acerca de este verdadero “presente griego” que les hereda el mandatario en ejercicio a las postrimerías de su mandato, pero resulta bastante dudoso que uno u otro, tenga la fuerza y la voluntad para impugnar lo suscrito bajo fuertes amenazas del gobierno de Donald Trump.
ninguno de los candidatos a suceder a Morales ha sido informado acerca de este verdadero “presente griego” que les hereda el mandatario en ejercicio a las postrimerías de su mandato, pero resulta bastante dudoso que uno u otro, tenga la fuerza y la voluntad para impugnar lo suscrito bajo fuertes amenazas del gobierno de Donald Trump.
Lo más probable es que este controvertido e irrisorio acuerdo entre los gobernantes fracase por inviabilidad, por más que las “compensaciones” económicas que pueda ofrecer EE.UU. parezcan seductoras. Ningún inmigrante hondureño, salvadoreño, venezolano o de otras proveniencias, elegiría de buenas a primeras a Guatemala como un país seguro para solicitar asilo o refugio en EE.UU. y todo apunta a que el bloqueo de las fronteras y las medidas para dificultar el refugio o asilo legal en tiempos de Trump estimulará la inmigración ilegal y el lucrativo negocio de los “coyotes”, que el gobernante del Norte busca contener con su obsesivo “Muro” y la militarización de la frontera sur.
Lo más probable es que este controvertido e irrisorio acuerdo entre los gobernantes fracase por inviabilidad, por más que las “compensaciones” económicas que pueda ofrecer EE.UU. parezcan seductoras.