Estados alterados. Esa sería una buena descripción psicológica y emocional de la población después de cuatro meses de confinamiento y pandemia. La misma que la llevó a doblar el tiempo de consumo televisivo en los hogares y que tiene a los canales sufriendo una fuerte escasez de programas frescos. Sobreviviendo también al derrumbe de inversión publicitaria con un alto porcentaje de repeticiones de teleseries, estelares, rutas y otros formatos.
El mismo escenario en que asistimos a la aberrante performance de José Miguel Viñuela,
Un tiempo en que los rostros –afectados también por este contexto- han tratado de seguir acompañando a las audiencias, sea en estudio o por video llamados, respondiendo a las demandas informativas y de comprensión de la realidad que se les pide como caras visibles de estos espacios. El mismo escenario en que asistimos a la aberrante performance de José Miguel Viñuela, exconductor del matinal Mucho Gusto de Mega, el pasado 16 de julio, en donde le cortó en pantalla su larga cabellera a un camarógrafo, sin su consentimiento, en plena transmisión y muerto de la risa. Un hecho que le costó la salida del espacio, una demanda por cien millones de pesos por parte del afectado y un sumario interno en el canal para determinar eventuales responsabilidades de terceros en alentar o no advertir y frenar este hecho.
El desmadre
En la historia reciente de la TV, Viñuela tiene su espacio como rostro de uno de los programas más exitosos de Mega, desde fines de los 90 a la primera mitad de los dos mil: Mekano. Un formato franjeado lúdico, juvenil, de música, bailes, competencias, performances, show de intimidades, funas y destapes, que impuso modas como la música Axé. Luego fue parte del matinal y de otros programas de conversación de esa señal en manos del grupo Claro.
El 2012 migró a TVN, contratado como presentador de diversos espacios de entretención, entre ellos, un formato competencias y pruebas extrañas. De allí se recuerda un episodio del 2013 en que un concursante –ex chico reality- tenía que adivinar a ojos cerrados qué tenía en frente suyo, donde había un trasero desnudo de un “nn”, que luego de olerlo terminó besándolo… Algo que también hizo Angie Alvarado.
El canal público comenzaba a naufragar fuerte en esos años bajo la administración de Mauro Valdés y de Carmen Gloria López, por lo que su valor como rostro también se vio afectado. Así, el 2017 regresa a Mega para repotenciar su carrera, especialmente como conversador y conductor de espacios de competencias, regresando a colaborar como invitado en el matinal Mucho Gusto y, este año en plena pandemia, conduciendo Play, un estelar de concurso musical.
Todo parecía ir bien hasta la semana pasada, cuando se le pidió apoyar la conducción del matinal para darle un aire más relajado y lúdico. Misión que -a falta de una línea editorial clara y una definición de roles o tareas específicas-, le llevó a consumar el desmadrado acto de atropello a la dignidad del camarógrafo en cuestión. Todo apoyado y alentado desde la sala de dirección con carcajadas grabadas y música de suspenso. Un episodio observado con nerviosa incredulidad desde otro sector del set por la meteoróloga y conductora Michelle Adams y en absoluto silencio por Soledad Onetto, el rostro informativo más fuerte del canal; mientras Diana Bolocco le gritaba que no lo hiciera.
Pero Viñuela lo hizo, e inmediatamente Bolocco, tratando de empatizar con el camarógrafo en medio del acto ya consumado, le preguntó cuánto tiempo había demorado en conseguir esa larga cabellera, a lo que José Miranda -el afectado- respondió: “cuatro años”. Y remató la animadora: “¿Cómo debiera compensarte este pelafustán, porque ya no es huevón; es pelafustán?”. Viñuela, en tanto, sin entender la dimensión del desastre cometido, miraba a sus colegas con el largo mechón de pelo recién cortado puesto en el bolsillo de su chaqueta cual pañuelo y trofeo a la vez.
El pago la cuenta
A la demanda interpuesta por el trabajador en contra del animador, pidiendo una compensación de cien millones de pesos, se suma una licencia presentada por estrés psicológico fruto del menoscabo al que se vio sometido.
El hecho no pasó inadvertido para el público, que en menos de una semana lleva cerca de 3 mil denuncias interpuestas ante el Consejo Nacional de Televisión debido al atropello cometido en contra de la dignidad del camarógrafo. Una acción que coincide también con conocerse la multa por 15 millones de pesos mediante el sumario sanitario de la Secretaría Regional Ministerial de Salud en contra de Mega por el estelar de Viñuela, debido a no contar con las debidas condiciones y resguardos sanitarios para ser producido en cuarentena.
3 mil denuncias interpuestas ante el Consejo Nacional de Televisión debido al atropello cometido en contra de la dignidad del camarógrafo.
Como corolario de estos episodios, la señal de Bethia resolvió sacar definitivamente a José Miguel Viñuela del matinal Mucho Gusto y no volver a grabar más capítulos de su estelar, sino terminar el ciclo con los que ya están guardados. En paralelo, la directora de contenidos y estándares editoriales de la estación, Patricia Bazán, inició un sumario interno para determinar si hubo más responsables en la acción que afectó al camarógrafo.
Un liderazgo triste
El 2020 ha sido otro año pésimo para la industria televisiva chilena, pero particularmente ha sido difícil también para el canal líder indiscutido en utilidades y audiencias desde hace seis años.
El 2020 ha sido otro año pésimo para la industria televisiva chilena, pero particularmente ha sido difícil también para el canal líder indiscutido en utilidades y audiencias desde hace seis años.
Al repasar los resultados de rating anual promedio hogar, sus cifras del 2014 al 2019 son: 8,4 / 9,3 / 9,5 / 10,1 / 9,0 y 9,1 puntos. Mientras que sus ganancias nominales en millones de pesos en el mismo lapso son: +4.985 / -10.464 / +10.899 / +4.656 / +2.330 y +183.
En tanto, la presente temporada mantiene su primer lugar en audiencias, pero por primera vez asiste a balances en rojo, con pérdidas en el primer trimestre por -1.225 millones de pesos.
En tanto, la presente temporada mantiene su primer lugar en audiencias, pero por primera vez asiste a balances en rojo, con pérdidas en el primer trimestre por -1.225 millones de pesos. Y agrega a esto la necesidad de despedir a 80 personas del área de prensa a inicios del verano, y a otras 150 personas, principalmente de su área dramática, hace un mes.
despedir a 80 personas del área de prensa a inicios del verano, y a otras 150 personas, principalmente de su área dramática, hace un mes.
¿Mega en modo síndrome TVN?
Para la estación privada, esta semana ha sido extraña no solo por el episodio Viñuela, sino porque también –como lo comenté en una columna de julio 2019- parecen avanzar las conversaciones para una integración/fusión/venta con Canal 13, bajo el interés de Andrónico Luksic de adquirir este holding. Así trascendió en algunos medios.
parecen avanzar las conversaciones para una integración/fusión/venta con Canal 13, bajo el interés de Andrónico Luksic de adquirir este holding.
Se concrete o no este negocio, el actual liderazgo de Mega se asienta en lo que curiosamente fue el liderazgo de TVN a comienzos de la década pasada: teleseries nacionales y noticiero central. Ya perdió la franja matinal de lunes a viernes y hoy se afirma en la repetición de un buen arsenal de telenovelas nacionales que siguen liderando –aunque con menores cifras- y del tren programático que afirma también a su principal informativo nocturno. No obstante, los fines de semana parte de estos públicos se desordenan y se fugan a Canal 13, TVN y Chilevisión, favoreciendo sobre todo al primero de ellos.
Un contexto mediático que reviste el peligro de anclar la marca y sostenerla cada vez más y en forma creciente en teleseries chilenas, un fenómeno que, ya sabemos, no dura para siempre y tampoco construye futuro.