Por Fernando Villagrán
Esta fotografía es de la última conversación que tuvimos hace un par de años en el programa Off The Record. De esas hubo varias porque tu fecunda narrativa lo ameritaba, siempre me atrapó y lo sigue haciendo. La cercanía se fue alimentando, con otras charlas de café distendido en boliches de Providencia, incluida aquella – a comienzos de este siglo (cómo pasa el tiempo)- interrumpida en las afueras del pequeño local de Orrego Luco por un episodio que siempre recordabas, con sorprendida incredulidad, cuando un “lanza” me birló la billetera con todos mis documentos, incluidos unos dólares recién comprados para un envío fuera del país.
Resistiré la tentación ineludible para tantos que escriben post mortem reseñando las letras que dejaste, en tu caso desde los años setenta, en tantas obras que fueron perfilando tu robusta literatura, pasando por aquella imperdible trilogía (siempre aconsejada para nuevos lectores) marcada por rabia de la buena, desde “El Palacio de la Risa”, abordando los tiempos del terror impuesto por ese bruto innombrable (Augusto lo bautizaron) que tuviste como instructor en tu breve paso de estudios por la Escuela Militar.
Tus irreverencias críticas frente a los que algunos suelen tratar como vacas sagradas, incluso cuando ellos no lo pretendieran, te ubicó en el estereotipo de los “jodidos”, ignorando aquel cruce de melancolía, luces, sombras, ironía y frescura de tu inmensa narrativa. Escritor de raza, estricto, implacable como editor, dejas miles de páginas, documentadas con rigor para traducirlas en ficción que atrapa y no suelta. Así tenemos Marín para rato……….
No alcancé a preguntarte de “Adiciones Palermitanas”, del personaje desdoblado, del escritor que escribe un libro. Pero fue parte de tu juego, tener arte para contar, también mintiendo, como lo exige la ficción.
Alcancé a leer del golpe que te llevó al Hospital, pero ya era tarde. Leí una versión tuya relatando el momento, asumo que así fue por las palabras rotundas para describirlo……
Y nunca te dieron el Premio Nacional, lo comentamos varias veces. Te aburriste de esperarlo hace rato……cuento repetido. No nos vamos a poner cargantes a esta hora..
Me habría gustado saber como percibías estos meses de furia en las calles.
Ya nos haremos el tiempo..
Un abrazo grande y será hasta siempre querido Germán Marín
