Inventamos el futuro, según nuestra visión de este y, de los medios a nuestro alcance.
“Recorremos un camino que avanza de bifurcación en bifurcación. Se fragua entre el azar de los acontecimientos y, la necesidad de alcanzar nuestros objetivos. Pero los resultados, son necesariamente distintos a la visión inicial”.
Este ensamblaje sintético de citas (con el debido respeto a su autor), me parece magnífico para describir la situación que se vive actualmente.
Los cadáveres pandémicos, en su mayoría de personas de la tercera edad y pertenecientes a los sectores más pobres o “descartables”, (según el Papa), alcanzan ya a los 16.800 en nuestro país, con posibilidades de llegar a los 20.000 y más, a finales de este año.
Los cadáveres pandémicos, en su mayoría de personas de la tercera edad y pertenecientes a los sectores más pobres o “descartables”, (según el Papa), alcanzan ya a los 16.800 en nuestro país, con posibilidades de llegar a los 20.000 y más, a finales de este año.
Desde todo punto de vista y, a pesar de las visiones exitistas y esperanzadoras “de ser los mejores en su manejo”, según el discurso de algunos médicos y autoridades con la nueva especialidad generadora de esperanzas buenistas y negadoras (“esperanzalogía”), el manejo de la pandemia ha sido un fracaso sanitario (con todas sus letras) para nuestra buena, pero actualmente alicaída Salud Pública.
¿Cuándo lo dirán con todas sus palabras y pedirán perdón, o por lo menos, excusas, a las familias de quienes caminan entre el polvo y las cenizas, en medio de una reconocida y creciente segunda ola viral?
¿Cuándo lo dirán con todas sus palabras y pedirán perdón, o por lo menos, excusas, a las familias de quienes caminan entre el polvo y las cenizas, en medio de una reconocida y creciente segunda ola viral?
El único indicador duro y silencioso de eficiencia, es el número de personas muertas.
¿Cuándo reconocerán qué se rindieron y claudicaron, frente a las siempre poderosas presiones políticas de la economía y los negocios, propias de nuestra visión extremadamente neoliberal?
¿Cuándo reconocerán qué se rindieron y claudicaron, frente a las siempre poderosas presiones políticas de la economía y los negocios, propias de nuestra visión extremadamente neoliberal?
¿Cuándo reconocerán que la situación de hoy es muy grave? (Agotamiento severo y estrés creciente del personal de salud, junto a posible colapso del sistema de salud).
La mantención del aeropuerto y los molles abiertos a toda costa, junto al nuevo permiso de vacaciones, o más bien, de “contagio vacacional pandémico”, junto con la llegada de la variante “Sir Covid II” desde el Reino Unido, y la insistencia ciega de iniciar presencialmente las clases en marzo, (“si la comunidad escolar lo quiere”), son muestras terribles e indesmentibles de lo anterior. Mientras Europa y países que sí habían sido relativamente exitosos, se re confinan y cierran aeropuertos.
un 30% de las personas, duda legítimamente sobre su utilización. (Entre ellas están la veintena del personal de salud que recién rechazó usarlas).
Respecto a las vacunas endiosadas de “emergencia”, -todas distintas-, debido a la desinformación precisa y sistemática sobre ellas (bajo el omnipresente e insoportable, “estamos todos aprendiendo”), y especialmente sobre sus probabilidades de efectos colaterales y real eficiencia, (aún en desarrollo por estar actualmente en la fase 3 con las propias personas que hoy se vacunan), se encontró sorpresivamente la autoridad sanitaria, con que un 30% de las personas, duda legítimamente sobre su utilización. (Entre ellas están la veintena del personal de salud que recién rechazó usarlas).
Hoy recién informan que la vacuna no evita el contagio, sino que atenúa la enfermedad inmunitariamente, y tímidamente agregan que entre la primera y segunda dosis uno sigue con posibilidades de enfermarse en los primeros días después de aplicar cada una.
Penosamente, quieren establecer una ley que obligue a hacerlo. La vacuna contra la polio, que sí es obligatoria, se demoró años en ser autorizada, después de todas sus fases de prueba e información “consentida”.
Por último, unas breves palabras sobre el penoso espectáculo de la desintegración del 80/20.
Las encuestas muestran que las personas que podrían representar a la resistencia intransigente a los cambios constitucionales realmente “transformadores”, (aunque se escondan bajo la frase de “que los cambios que lleven a mejorías y perfecciones de lo que nos puso en la senda del crecimiento exitoso, son siempre necesarios”), alcanzarían cerca del 30 al 40%.
Mientras que las personas realmente transformadoras de izquierdas, están divididas entre las que quieren cambiar las bases constitucionales del modelo neoliberal hegemónico, y las que están satisfechas en su “zona de confort” histórica de poder y privilegios, y que sólo parecen querer tímidas modificaciones de maquillaje a este modelo, calificando a las personas anteriores, de propiciar modelos “insurreccionales”, que llevan a la violencia y revoluciones (opinión similar a la resistencia de las derechas).
Además, los partidos han logrado mediante las viejas tácticas de las guerras políticas instalando sus representantes, llevar a cabo su estrategia de bloquear y dificultar ¿exitosamente? la posible llegada de los independientes a la Convención Constitucional.
Además, los partidos han logrado mediante las viejas tácticas de las guerras políticas instalando sus representantes, llevar a cabo su estrategia de bloquear y dificultar ¿exitosamente? la posible llegada de los independientes a la Convención Constitucional.
Se les olvida que la nueva “Constitución”, deberá ser plebiscitada finalmente por el nuevo pueblo ciudadano del 80/20, que hoy parece estar amodorrado y enceguecido por el sol, el calor veraniego y, el consumo. Preocupados sólo de disfrutar este verano biopolítico económico, rabiosamente pandémico y violento, (me refiero al narcotráfico y a la delincuencia).
Se les olvida que la nueva “Constitución”, deberá ser plebiscitada finalmente por el nuevo pueblo ciudadano del 80/20, que hoy parece estar amodorrado y enceguecido por el sol, el calor veraniego y, el consumo.
“Todo lo que hago o medito/Queda siempre en la mitad. /Querer, quiero lo infinito; / Al hacer, nada es verdad”. (Fernando Pessoa).
Para reflexionar mito poéticamente.