Decisiva en la elección del Presidente Boric y la derrota del ultraderechista J. A. Kast, asumió la cartera más desafiante del gabinete. La admiración mediática por su protagonismo en la presidencia del Colegio Médico desde 2017, viró entonces al desprecio y descalificación clasista que, sumados a desaciertos reconocidos de su gestion, la tienen de vuelta en casa junto a Khala, su primera hija, a quién amamantó recorriendo el país en campaña. La doctora Siches recién tiene 36 años.
El oficio politico es duro y limita en lo despiadado. La doctora Siches lo experimentó desde que se transformó en protagonista decisiva durante los tiempos candentes postestallido social, de pandemia y posteriomente en la instalación del novel elenco de La Moneda hace seis meses.
No dudó en su fortaleza para hacerse cargo de un desafío mayor, en aquel sitial de primera línea del Palacio que debieron abandonar obligadamente históricos zorros de la vieja política. Bastaría citar los casos de Andrés Zaldívar, que lo experimentó apenas cumplidos sus cuatro meses en el gobierno de Michelle Bachelet en 2006 y, más recientemente – con el agravante de una acusación constitucional por violaciones a los derechos humanos y responsabilidades políticas en el asesinato de Camilo Catrillanca – Andrés Chadwick, inhabilitado de ejercer cargos públicos hasta fines de 2024.
Aquella fortaleza de la joven doctora pasó numerosas pruebas sin que se amilanara ante situaciones extremas. Su temple lo proyectaba en la maternidad de la pequeña Khala, nombre que entre sus diferentes acepciones incluye la de origen quechua y aymara, que se traduce en fortaleza, piedra o roca; y más tierna en la cultura hindú como virtud. Con la esperanza en el horizonte de “una mujer fuerte para este Chile que está cambiando”. Así fue que la doctora madre asumió el desafío mayor.
Fue elegida el Personaje del Año 2020 por la Asociación de Corresponsales de Prensa Internacional en Chile (ACPI), en reconocimiento a que “se transformó en una figura de relevancia, logrando altos niveles de confianza y credibilidad en la opinion pública”.
En 2021 la revista Time la destacó entre las 100 líderes emergentes del planeta. En marzo del mismo año recibió el premio Exceptional Women of Excellence, de parte del Women Economic Forum.
Su huella emblemática en la fase decisiva de la campaña de segunda vuelta presidencial quedó registrada en el Bus de la Esperanza, recorriendo el país, desde su natal Arica hacia el sur y reflejada en el vuelco masivo de votación en regiones para el contundente triunfo de Gabriel Boric con 55,9% de los votos contra 44,1% de Kast.
Ya antes de su designación ministerial en el nuevo gobierno surgió el esperable trato mercurial, condenatorio de la antes admirable profesional de la salud, bajo la norma implacable del todo vale. Desdela difusion de imágenes falsas en supuestas celebraciones, hasta el clasismo sin escrúpulos, cuestionando su compra de vestimenta post embarazo en el mall Casa Costanera en Vitacura.
Después de unos meses de retorno a sus responsabilidades profesionales en el área de infectología del Hospital San Juan de Dios (donde ejercía desde 2014), llegó marzo y su asunción al gabinete como sorprendente ministra del Interior y primera mujer en aquella responsabilidad política en la historia del país.
El intenso acontecer de los últimos seis meses es más que conocido, desde su apresurada visita a la Araucanía en el contexto de un conflicto acumulado y creciente en sus componentes críticos tras los vacíos de la anterior administración, acentuados por el descalabro institucional que rodeó el caso Catrillanca.
La hostilidad opositora no supo de treguas. Golpeándola a ella, apuntaban a la esencia del nuevo gobierno. Se acumularon episodios, incluida aquella intervención respondiendo imputaciones de parlamentarios de derecha a los que la doctora Siches diagnosticó los efectos de haberse “pegado en la cabeza”.
La suerte estaba echada y si algo faltaba era el resultado del plebiscito constitucional. El cambio de gabinete lo vivió con evidente emotividad: “Estoy emocionada, soy muy llorona pero estoy contenta por el gran equipo que es parte de este segundo tiempo. Creo que el Presidente tuvo una gran vision para consolidar un equipo con nuevos bríos, lo que necesita el país en este momento”
Ahora Izkia Siches busca jardín infantil para su hija Khala.
Buena suerte y gracias por lo aportado para librarnos del fascismo de J.A. Kast. Nada menor.