La crisis peruana es también política

por La Nueva Mirada

A la profunda crisis sanitaria y económica que vive Perú, se ha agregado una inesperada crisis política con el rechazo al voto de confianza al gabinete liderado por Pedro Cateriano, nominado tan sólo hace tres semanas por el Presidente Martín Vizcarra como primer ministro. Tan importante como los votos en contra (54) fueron las 34 abstenciones que posibilitaran el rechazo.

A ello se suma el descubrimiento de una red de corrupción y tráfico en el poder judicial.

Ciertamente el país arrastra una prolongada crisis institucional luego que estallaran los escándalos de corrupción asociados a la constructora brasileña Odebrecht, que involucraron al exmandatario Pedro Pablo Kuczynski y significaron su dimisión. En esta misma trama se ha visto comprometida Keiko Fujimori, heredera política de su padre y dos veces candidata presidencial, acusada de recibir financiamiento ilegal para sus campañas, por lo que está sometida a proceso judicial, debiendo cumplir un largo tiempo de prisión preventiva. A ello se suma el descubrimiento de una red de corrupción y tráfico en el poder judicial.

Estos escándalos han generado una fuerte reacción ciudadana en contra de los políticos y parlamentarios. “Quiero decirles a todos los peruanos y peruanas que no soy ajeno a su indignación, que la hago propia y comparto. Recojo el clamor popular. ¡Reforma ya! Basta de comprar y vender derechos y dejar impunes delitos que transgreden nuestro sistema legal y enferman a nuestra sociedad” proclamo Martín Vizcarra, el ex vicepresidente que asumió el poder en reemplazo de Kuczynski, protagonizando luego fuertes enfrentamientos con el parlamento al que disolvió el año pasado, convocando a nuevas elecciones que se realizaron a principios de año, marcando un claro retroceso del fujimorismo, que antes contaba con mayoría y sin que se constituyera una bancada oficialista.

Esgrimiendo un discurso a favor de la transparencia y probidad, el mandatario peruano sometió a referéndum cuatro reformas constitucionales: se aprobaron la no reelección de los congresistas, nuevas regulaciones para el financiamiento de la política y modificaciones en la conformación del Consejo Nacional de la magistratura, rechazándose la propuesta de establecer un parlamento bicameral.

Pese a estas reformas, que apuntan a cambiar las instituciones más desacreditadas del Estado (poder judicial, partidos políticos y Congreso), subsiste la idea de que es necesario un cambio radical de la Constitución aprobada en 1993. Una bandera que hoy levantan sectores de la izquierda peruana y Unión por Perú, el partido en que milita Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala, que también cumple condena por encabezar un intento de golpe de Estado en contra del gobierno de Alejandro Toledo.

Los dilemas que enfrenta Martín Vizcarra

Martín Vizcarra deberá designar un nuevo gabinete en el plazo de 72 horas. Si bien puede ratificar a algunos o varios de sus actuales ministros está obligado a designar un nuevo primer ministro, que deberá someterse a un nuevo escrutinio de confianza parlamentario.

La duda es qué tipo de alianzas debe generar no tan sólo para asegurar ese voto de confianza sino la gobernabilidad en lo que resta de su mandato.

La duda es qué tipo de alianzas debe generar no tan sólo para asegurar ese voto de confianza sino la gobernabilidad en lo que resta de su mandato. Las opciones no son muchas en el fragmentado parlamento peruano. Una posibilidad es intentar una alianza con los sectores de la centroizquierda, constituido por el Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP) y el Frente Amplio, que no le aseguran una mayoría estable. La otra es optar por un gabinete supra partidario, que necesariamente se constituiría en un gabinete de administración.

La otra es optar por un gabinete supra partidario, que necesariamente se constituiría en un gabinete de administración.

Lo que no puede hacer es disolver nuevamente el parlamento a menos de un año de las elecciones presidenciales y parlamentarias fijadas para inicios del año próximo. Y no puede mantener una confrontación permanente con el congreso, que amenaza con la ingobernabilidad de un país fuertemente golpeado con la crisis sanitaria y económica.

que amenaza con la ingobernabilidad de un país fuertemente golpeado con la crisis sanitaria y económica.

Es más que evidente que Perú hoy vive una tormenta perfecta, con una pandemia aún no controlada, pese a lo cual intenta un progresivo descalamiento. Una fuerte caída económica y una crisis política e institucional generan un vacío de poder y amenaza de ingobernabilidad,

Martín Vizcarra, que no ha demostrado tantos talentos para manejar políticamente la crisis, tampoco deja sucesión. El partido instrumental creado por Kuczynski ha sido disuelto. El APRA reducido a su mínima expresión tras el suicidio de su líder Alan García. El fujimorismo está en crisis y es muy dudoso que Keiko esté en condiciones de intentar una nueva candidatura presidencial. La izquierda dividida y aún no se perfilan las opciones de futuro. Evidencias de una crisis mayor y compleja.

Martín Vizcarra, que no ha demostrado tantos talentos para manejar políticamente la crisis, tampoco deja sucesión.

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