Rafa Ruiz Moscatelli
Es difícil encontrar un esfuerzo humano, por ello mismo lleno de contradicciones, comparable con las energías físicas, psicológicas y sociales usadas para aplanar la curva del Corona Virus. Pero ello no aplana ideas, juicios, planes sobre lo justo y lo necesario. Lo individual y lo solidario. El virus es un acelerador de varios procesos que ya estaban en la naturaleza y la sociedad. Ellos repercutirán en nuestra convivencia. Más individualismo parece imposible, pero puede resultar más y más aprensivo. Más capitalismo o menos capitalismo. Más inmediatismo; por ahora lo inmediato está en pausa, pero conectado. Esta pausa impulsará otros actos e ideas para producir, distribuir, sobrevivir y coexistir. Menos pan industrial o más. Mas porotos o más completos. Más Spiderman, Capitán Planeta, o más películas independientes. Más industria o más gremios artesanales. Más tecnología démoslo por sentado. Más tiempo propio, para todos ojalá. Surge otro día a día, quizás.
El virus es un acelerador de varios procesos que ya estaban en la naturaleza y la sociedad.
Lo claro es que el virus no aplanará curvas sociales o políticas. Lo mediático no agrega gran valor. La pandemia desgasta, es diaria, no hay tono cachetón que la resista. Sucede igual con la reiteración de éxitos difíciles de ver. Ello debilita a varios gobernantes fuertes en el planeta. Y en Chile después del 18 de octubre, fecha de gran recordación, el gobierno no puede arriesgarse a olvidar que los reclamos se acumulan y pueden cambiar sin alterar su esencia, porque entonces sería la tercera vez que tropieza con la misma piedra.
Lo claro es que el virus no aplanará curvas sociales o políticas.
En todo el país prima una espera atenta, los habitantes se cuidan lo que más pueden y no saldrán a contagiarse en manifestaciones perdiendo fuerzas. Salvo que falte comida o remedios. Aun con restricciones la discusión persiste. Hay dudas sobre el compromiso del gobierno en lo social. La unidad del pueblo ahora es básica para reforzar a los chilenos frente al ventarrón viral, la ambición sin límite y un autoritarismo tan embozado como corrupto.
frente al ventarrón viral, la ambición sin límite y un autoritarismo tan embozado como corrupto.
Cuando sepamos, en mayo o junio, cómo vamos progresando en el complejísimo desafío sanitario, un grupo pequeño de personas sin trabas éticas debería constituir una instancia que salvaguarde el dialogo; que no se desconozcan los acuerdos para elaborar una nueva Constitución, y garantizar la convivencia si la disputa se agudiza por la falta de sensibilidad de los conservadores. Esa mesa debe expresar una unidad nacional ética, no fáctica. El país necesita aire fresco. Con el virus se necesita más oxígeno.
El país necesita aire fresco. Con el virus se necesita más oxígeno.
Por ahora sabemos que la curva es rebelde, saltarina y se aplana lentamente.
Pronto estudios científicos nos ilustrarán más sobre las causas de la pandemia, si es un acontecimiento natural originado en nuestra manera de existir o es parte de la mutación del ambiente en el cual se desarrolla la vida humana. Cualquier conclusión obliga a modificar hábitos, millones de seres humanos pusimos pausa a la vida diaria y nos confinamos por diversos tiempos. Tenemos preguntas sobre lo que somos, cómo nos sentimos y que nos aguarda. Por ahora sabemos que la curva es rebelde, saltarina y se aplana lentamente.
Entre tanto unos poquitos se sentaban con su poder financiero arriba del tratado de convivencia de “la salud primero”. En aviones y helicópteros sortearon los cordones sanitarios. Así mostraban su poder y ganaron los calificativos que Ud. les quiera agregar. En contraste, Juan lava coches de sol a luna en las cuadras de mi barrio. Contra su voluntad y ojos brillosos vino a pedirme ayuda para alimentarse él y su hija. Eso sí Juan tenía la mascarilla puesta. Aplanar la curva de la discriminación social va a ser importante ahora que la lucha contra el virus se dará en una cancha más grande y con el estadio repleto. Así lo entienden varios alcaldes de todas las tendencias. O no habrá forma de mejorar la economía y menos la sociedad.
Aplanar la curva de la discriminación social va a ser importante ahora que la lucha contra el virus se dará en una cancha más grande y con el estadio repleto.