Considerado un prosista refinado, Jack Kerouac (1922-1969) vivió al límite, de manera espontánea, sin detenerse, siempre avanzando hacia adelante. Nacido en Lowell, Masachusetts, es el autor de “En el camino”, una novela generacional que muestra la vida de un grupo de amigos que deambulan por el hemisferio norte en busca de una identidad, de conocerse a sí mismos.
“En el camino” fue también el manifiesto autobiográfico de Kerouac, quien escribió el libro en un rollo continuo de papel de telégrafo que introdujo en su máquina de escribir, en el que tecleó sin correcciones y sin parar en prosa espontánea, escritura automática. Lo hizo entre el 2 y el 22 de abril de 1951. Después de terminar de redactar la obra, Kerouac pulió el texto hasta lograr una novela llena de vida, con imágenes inolvidables que recién pudo ser publicada en 1957.
La novela narra la historia de Sal Paradise (Jack Kerouac) y sus viajes por Estados Unidos y México, junto a él, un grupo de amigos como Dean Moriarty (Neal Cassady), Carlo Marx (Allen Ginsberg) u Old Bull Lee (William Burroughs), entre otros, lo acompañaron. De inmediato en la novela se establece que los personajes principales son grandes escritores e intelectuales que compartieron vivencias con el propio Kerouac. Sin embargo, en la obra participan como individuos que al igual que Kerouac viven al día, sintiendo el latido de cada una de las vivencias que se les van presentando en la inmensidad de la carretera. Es la Generación Beat la que actúa, el movimiento cultural surgido en los años cincuenta en Estados Unidos y que nace como un rechazo a un país golpeado por la posguerra, por el hambre y la pobreza. Son los golpes del jazz los que sustentan la improvisación literaria de estos autores, la música negra con exponentes como John Coltrane, Dizzy Gillespie y Charlie Parker, entre muchos otros. La novela avanza a ese ritmo, de manera veloz y espontánea, en un viaje complejo del que no sabe nunca cómo puede terminar.
los personajes principales son grandes escritores e intelectuales que compartieron vivencias con el propio Kerouac.
Kerouac se preocupa por recorrer la América profunda de finales de los años cuarenta. Las drogas y el sexo son un componente importante del viaje, pero lo fundamental son las ansias de libertad, de disfrutar el camino, el sendero interminable repleto de aventuras y experiencias, el motor que construye la vida misma.
lo fundamental son las ansias de libertad, de disfrutar el camino
En su recorrido, “En el camino” no pretende realizar una protesta social porque es simplemente el testimonio del autor de un país que se cae a pedazos, que se encuentra en plena etapa de recuperar su identidad a mediados del siglo XX después de un poderoso enfrentamiento bélico. El mundo ya no es el mismo y se encuentra dividido. Sin embargo, los personajes están conscientes que la vida es una sola y que la ruta de reconstrucción puede ser extremadamente larga.
“Conduje a través de Carolina del Norte hasta pasado Macom, Georgia, mientras Dean, Marylou y Ed dormían. Solo en la noche pensaba y mantenía el coche pegado a la línea blanca de la santa carretera. ¿Qué estaba haciendo? ¿Para dónde iba? Pronto lo descubriría”, de esta forma reflexiona Sal, alter ego de Kerouac, cuándo comienza a descubrir interiormente y en el viaje, lo que realmente está buscando en la vida.
La gran huella de Jack Kerouac permanece viva, el paso del tiempo aún no ha podido borrarla.
Han pasado poco más de 50 años desde que, después de abusar del alcohol y las drogas, Kerouac muriera de una hemorragia interna causada por una cirrosis. Estaba escribiendo cuando el final lo pilló de sorpresa y fue traslado a un hospital de Florida donde le hicieron transfusiones de sangre, pero irremediablemente perdió la vida. El camino de la literatura lo dejó espléndidamente despejado. La gran huella de Jack Kerouac permanece viva, el paso del tiempo aún no ha podido borrarla.