Por Manuela Gumucio
Directora de Fucatel
La presencia del Presidente Piñera, el Alcalde Lavín y el Senador Ossandon en los matinales, de manera recurrente, atenta contra el pluralismo en tanto sus intervenciones no están en el cuadro de un debate donde se pueda confrontar sus dichos con políticos de otras tendencias. Su contraparte son los animadores de TV, no todos periodistas. Es evidente que el recurso perdería toda su eficacia si los canales abrieran estos espacios populares a, por lo menos, un representante de cada grupo político. Los políticos mencionados, curiosamente, son todos de derecha. Francisco Vidal el único político de la oposición, no tiene cargo público por lo tanto puede mirarse su contribución con mayor benevolencia y considerársele como un columnista de la TV, pero no cabe duda que se está prestando a una mala práctica al legitimar un pluralismo engañoso.
Es evidente que el recurso perdería toda su eficacia si los canales abrieran estos espacios populares a, por lo menos, un representante de cada grupo político.
La ley llamada de TV Digital, promulgada el 22 de Mayo del año 2014, actualmente vigente, obliga en las condiciones de un correcto funcionamiento a todos los canales abiertos a respetar el pluralismo e insta al CNTV a buscar la manera como vigilar y regular la aplicación de esta norma. Nada de eso ha ocurrido o por lo menos no se conoce sanción a ningún canal por carencia de pluralismo. Es un mandato que molesta a los dueños de los canales y tanto el presidente del Consejo nombrado por la Nueva Mayoría, como la actual presidenta, Catalina Parot, no han osado, que se sepa, comenzar a observar los programas informativos desde esta nueva perspectiva legal.
La ley llamada de TV Digital, promulgada el 22 de Mayo del año 2014, actualmente vigente, obliga en las condiciones de un correcto funcionamiento a todos los canales abiertos a respetar el pluralismo e insta al CNTV a buscar la manera como vigilar y regular la aplicación de esta norma.
En el pasado el único canal que tenía como misión particular el pluralismo era TVN, en tanto canal público. Es un gran logro que hoy sea una obligación para todos y no quede a la merced de los más poderosos, el uso de un espacio fundamental para la formación de opinión – y para la democracia-como es la TV.
un gran logro que hoy sea una obligación para todos y no quede a la merced de los más poderosos, el uso de un espacio fundamental para la formación de opinión – y para la democracia-como es la TV.
Cabe recordar que esta disposición como la gratuidad de las campañas de bien público, fueron objeto por parte de parlamentarios de la UDI de un requerimiento de inconstitucionalidad ante el Tribunal competente. El fallo (23 Abril 2014) fue negativo para los demandantes y para los intereses de los canales de TV, quienes pretendían que podría hacer un menoscabo de las libertades si el Estado puede determinar qué es pluralismo, reclamando para ellos ese privilegio. ¿Por qué un puñado de dueños de canales de TV estaría mejor capacitado que el Estado y la tradición de muchas democracias en el mundo que ya han encontrado y siguen buscando como regular a la TV para que sirva a todos los ciudadanos?
¿Por qué un puñado de dueños de canales de TV estaría mejor capacitado que el Estado y la tradición de muchas democracias en el mundo que ya han encontrado y siguen buscando como regular a la TV para que sirva a todos los ciudadanos?
Fueron de alto interés los alegatos frente al Tribunal Constitucional donde tuvimos la oportunidad de expresarnos. Lamentablemente, esta discusión que cruza de manera central y brutal cómo entendemos la democracia los unos y los otros, no fue televisada. Ningún informativo de ningún canal se dio la molestia de compartir, ni siquiera en una nota breve, este importante debate que involucra directamente a las audiencias, a los ciudadanos y a los verdaderos dueños de las ondas por las cuales se entrega un servicio fundamental para la democracia como es la TV.
Ningún informativo de ningún canal se dio la molestia de compartir, ni siquiera en una nota breve, este importante debate que involucra directamente a las audiencias, a los ciudadanos y a los verdaderos dueños de las ondas por las cuales se entrega un servicio fundamental para la democracia como es la TV.