Por Luis Breull
Termina el año 2019 y Televisión Nacional de Chile anunció en forma reciente el recambio de la presidencia del Directorio, tras la renuncia del abogado Bruno Baranda, siendo reemplazado por la economista Anita Holuigue. La ejecutiva -exdirectora del disuelto Grupo Dial de radios del Consorcio Periodístico COPESA, del empresario Álvaro Saieh-, ya comunicó la intención de enajenar parte del patrimonio inmobiliario de la señal pública para enfrentar las multimillonarias pérdidas acumuladas en los últimos seis años, que ascienden a 88 millones de dólares –o 75 mil millones de pesos-, sin contar el derrumbe casi absoluto de sus ingresos publicitarios tras el estallido social en los últimos tres meses de este año. Cuestión que podría llevarla a superar los 100 millones de dólares de pérdidas.
Las multimillonarias pérdidas acumuladas en los últimos seis años, que ascienden a 88 millones de dólares
Si se analiza en detalle este escenario industrial, TVN fue la estación de TV abierta más perjudicada con la caída de avisaje en el último trimestre. Como ejemplo, un informe de la Asociación de Agencias de Medios consigna que solo en los 13 primeros días de noviembre, TVN tuvo un retroceso de un -69% en cantidad de publicidad vendida, en comparación con el mismo lapso 2018. Mientras que CHV cayó un -51%, Canal 13 un -46%, Mega y TV+ un -43% y La Red un -30%. En promedio los canales de Anatel cayeron un 48%.
TVN fue la estación de TV abierta más perjudicada con la caída de avisaje en el último trimestre.
En octubre 2019 frente al 2018, TVN también muestra el peor desempeño al caer un -29% su variación de avisos, mientras que Canal 13 disminuyó un -25%, Mega un -19% y CHV un -16%. No obstante, TV+ aumentó un +2% y La Red un +6%, configurando igual una caída del conjunto de la TV abierta de un -16% en ese período observado.
Elefante blanco jibarizado
Los primeros intentos de la actual administración del Presidente Sebastián Piñera fueron de querer dar luces a través de la entonces ministra de la Secretaría General de Gobierno, Cecilia Pérez, de buscar salidas para salvar el proyecto público de TVN y dejar atrás la aguda crisis financiera en que quedó tras la gestión de Ricardo Solari en la presidencia del Directorio entre el 2014 y 2018. Una cuestión en la que no se pudo profundizar debido a las urgencias financieras que cruzaban la gestión de la señal y que amenazaban su inmediata continuidad en el tiempo o su quiebra si no recibía los fondos públicos de capitalización para su proyecto de inversión tecnológica en transmisión digital.
Si bien hubo consenso en el Congreso que esos fondos debían ser autorizados, se sabía que su destino era al menos ambiguo y que si no se aprobaban, TVN podía entrar en cesación de pagos.
Las constantes crisis que fueron sucediéndose también en el Gobierno impidieron focalizarse en la revitalización del proyecto de televisión pública, relegando a un segundo plano el tema y desconectándose en el día a día de la gestión de los miembros del Directorio de la estación. Los magros resultados acmulados en el tiempo en el canal y el escaso talento competitivo lo han llevado a estar atrapado en un círculo perverso del que es casi imposible salir en las condiciones actuales, entregados a vivir solo de la inversión publicitaria.
Si bien hubo consenso en el Congreso que esos fondos debían ser autorizados, se sabía que su destino era al menos ambiguo y que si no se aprobaban, TVN podía entrar en cesación de pagos.
Desde el año 2015 a la fecha la dotación de personal se redujo en un 45% pasando de casi 1.500 personas a poco más de 800 este año. Una crisis que implicó desvestirse de miradas profesionales múltiples y de la sinergia de talentos diversos, reduciendo el horizonte de lo posible a la oferta cada vez más paupérrima de formatos baratos y de ciclos de repeticiones programáticas fruto de la necesidad de ahorrar recursos, a costa del abandono de su misión editorial de calidad e identidad nacional.
no tiene ningún ciclo de programas que haya superado los 10 puntos de rating promedio en hogares, lo que lo deja nuevamente en cuarto lugar.
A esto se agregan decisiones estratégicas erradas y megalómanas como asociarse con Canal 13 para la transmisión del Festival de Viña y la Copa América, dos eventos que lejos de generar un balance positivo en ingresos, contribuyeron a las pérdidas que hoy exhibe y que este 2019 pueden suerar los 14 mil millones de pesos. Todo sin contar los magros resultados en audiencia, donde dejando fuera estos dos eventos especiales y el Festival del Huaso de Olmué, no tiene ningún ciclo de programas que haya superado los 10 puntos de rating promedio en hogares, lo que lo deja nuevamente en cuarto lugar, después de Canal 13, CHV y Mega (el líder), con un promedio anual de poco más de 5 puntos de rating.
Malos augurios
A la aguda crisis financiera y de proyecto corporativo de TVN contribuye hoy que estamos en presencia de un canal de enormes y pesadas estructuras, que en tiempos de bonanza eran parte de su fortaleza, como su gigantesco edificio en Bellavista 0990.
El reciente término del contrato de prestación de servicios y de arriendo de estudios para Fox Sports contribuye a este foco de inquietud por los recursos que se dejan de percibir. Especialmente porque la actual dotación de trabajadores de la señal pública deja a la mayoría de los estudios e instalaciones subutilizadas o cerradas.
Por eso, Anita Holuigue presentó un plan para enajenar parte o el total de algunos de sus edificios, ya sea la sede de Santiago, como los terrenos en los que tiene instaladas sus antenas en regiones. Un plan complejo que Bruno Baranda no apoyó y que motivó también su alejamiento del cargo.
El plan para inyectar recursos que permitan a TVN enfrentar su deuda –que alcanza a casi 2,7 veces su patrimonio- también contempla la posibilidad del arriendo de sus edificios o parte de ellos (principalmente el edificio corporativo). Por lo que se le encargó a la empresa de corretaje de propiedades Colliers International presentar alternativas para sanear su deuda.
Anita Holuigue presentó un plan para enajenar parte o el total de algunos de sus edificios, ya sea la sede de Santiago, como los terrenos en los que tiene instaladas sus antenas en regiones. Un plan complejo que Bruno Baranda no apoyó y que motivó también su alejamiento del cargo.
Y así como Francisco Guijón, el director ejecutivo de la señal pública se ha transformado en un personaje tan silente como irrelevante en la conducción de la crisis de la estación pública, las salidas para los miembros del Directorio que representan al oficialismo –RN y UDI- pasan por decisiones donde nada es intransable. Esperando, eso sí, tomar decisiones tras el cierre del primer trimestre del próximo año, en plena campaña de la Teletón pendiente y ad portas del plebiscito por una nueva Constitución.
Lo peligroso de este oscuro panorama para TVN 2020 es que reduce aún más su precaria oferta programática
Lo peligroso de este oscuro panorama para TVN 2020 es que reduce aún más su precaria oferta programática, incluyendo extensos franjeados baratos y repticiones de miniseries bíblicas brasileñas o teleseries turcas de bajo costo -donde estas últimas se transan en el mercado chileno hasta en 200 dólares por capítulo, mientras una teleserie nacional puede costar entre diez y treinta veces esa cifra-, pero sumado al cepo editorial que reporta un canal sobreendeudado en el sistema financiero y la banca. Cuestión no menor a la hora de desplegar un proyecto informativo y editorial de una institución pública que goce de libertades plenas y no dependa de la coerción que puedan ejercer corporaciones privadas por el hecho de tener a Televisión Nacional de Chile como un desesperado cliente deudor.
Cuestión no menor a la hora de desplegar un proyecto informativo y editorial de una institución pública que goce de libertades plenas y no dependa de la coerción que puedan ejercer corporaciones privadas por el hecho de tener a Televisión Nacional de Chile como un desesperado cliente deudor.
