Por Tomás Vio Alliende
El nombre Ignatius J. Reilly quizás no signifique mucho para algunas personas, pero para los que han leído “La conjura de los necios”, la obra póstuma de John Kennedy Toole, significa todo. Él es el protagonista y el que le da vida a la delirante novela antes mencionada y uno de los personajes más memorables en la historia de la literatura norteamericana.
uno de los personajes más memorables en la historia de la literatura norteamericana.
Se trata de un treinteañero deslenguado, obeso y de mal aspecto que ha sido catalogado por la crítica literaria como “una mezcla de Don Quijote adiposo con Oliver Hardy”. En la historia escrita por Kennedy Toole, Ignatius vive con su madre en Nueva Orleans y está obsesionado con escribir, en sus cuadernos Gran Jefe, una denuncia contra el siglo XX, “un lugar pútrido e indecente”. Un alegato desquiciado contra una sociedad también desquiciada. Así las cosas, Ignatius, que usa bigote, viste un gorro de cazador verde y una camisa de franela, no trabaja porque prefiere escribir, leer y ver televisión, pero se ve obligado a hacerlo para ayudar a su madre. De esta forma, este culto y desagradable personaje comienza a vagabundear por distintos empleos y a conocer distintos personajes tan particulares y extraños como él mismo.
“un lugar pútrido e indecente”. Un alegato desquiciado contra una sociedad también desquiciada.
Casi tan interesante como la obra es la historia de John Kennedy Toole (1937-1969), un hombre solitario que estudió literatura inglesa y que a los 32 años decidió quitarse la vida, después de que la editorial Simon & Schuster, una de las más importantes de Estados Unidos, se negara a publicar “La conjura de los necios”, obra que se dice que terminó de escribir en 1963, cuando se encontraba en Puerto Rico, trabajando para el ejército de Estados Unidos. Después de varias cartas y reuniones, los editores le dijeron que era “una novela que no trataba de nada”, asunto que derrotó en extremo a Kennedy Toole, quien cayó en el alcoholismo y en una gran depresión. En 1969 desapareció de Nueva Orleans, viajó a Biloxi y le puso un extremo de una manguera de jardín al tubo escape de su auto y el otro a la ventanilla del conductor y encendió el motor, quitándose la vida. La nota de suicidio fue destruida por su madre. Nunca se supo lo que escribió en ella.
a los 32 años decidió quitarse la vida, después de que la editorial Simon & Schuster, una de las más importantes de Estados Unidos, se negara a publicar “La conjura de los necios”,
La nota de suicidio fue destruida por su madre. Nunca se supo lo que escribió en ella.
Después de la muerte de Kennedy Toole, su madre Thelma encontró el manuscrito guardado en una caja de zapatos y lo presentó en diversas editoriales. No tuvo mayor suerte hasta que se lo pasó, después de muchas insistencias, al escritor y médico, Walker Percy, para que lo leyera. Finalmente, este último le hizo caso y se sorprendió.
su madre Thelma encontró el manuscrito guardado en una caja de zapatos y lo presentó en diversas editoriales.
“Mi único temor era que esta novela concreta no fuera lo suficientemente mala o fuera lo bastante buena y tuviera que seguir leyendo (…) En este caso seguí leyendo. Y seguí y seguí. Primero con la lúgubre sensación que no era tan mala como para dejarla; luego con un prurito de interés; después con una emoción creciente y, por último, con incredulidad: no era posible que fuera tan buena”, señala Percy en el prólogo del libro.
Finalmente “La conjura de los necios” se publicó hace cuarenta años, once después del suicidio del autor, por la editorial universitaria Lousiana State University Press, gracias a Percy y a la insistencia de la madre del autor. El éxito fue casi inmediato y en 1981 Kennedy Toole recibió de manera póstuma el Premio Pulitzer de Ficción y el Premio a la Mejor Novela en Francia ese mismo año. En 1989 se publicó “La Biblia de Neón”, una obra que Kennedy Toole escribió cuando tenía 16 años que poco o nada tiene que ver con “La conjura de los necios”.
Thelma Toole murió en 1984. Poco antes de dejar este mundo se aventuró en querer protagonizar, en el rol de la madre, el proyecto de película de “La conjura de los necios” que, hasta el día de hoy, por distintas razones, nunca llegó a puerto.
Más allá de todo tipo de análisis y de comentarios que se han hecho a lo largo del tiempo sobre la difícil relación madre e hijo que tuvo el escritor con su progenitora, fue ella la que finalmente insistió en que el libro se publicara y se convirtiera en la destacada obra que todos conocemos.
La visión despiadada del género humano por parte de Kennedy Toole y el reflejo desencantado del mundo moderno con personajes interesantes y desequilibrados en “La conjura de los necios”, dan a entender que el autor no estuvo lejos al observar y pronosticar el desarrollo de un mundo intenso y poco predecible del que seguimos siendo víctimas.
2 comments
No he leído,la «Conjura de los Necios «había oido hablar si,pero ahora después de este comentario ,me dieron muchas ganas de leerlo.
Tendré que leerla