Paul Rubens, de paje a pintor afortunado. Por Tomás Vio Alliende

por La Nueva Mirada

Conocido mundialmente por sus retratos de mujeres desnudas, este pintor del Barroco flamenco se caracterizó por tratar una amplia variedad de temas religiosos, históricos, de mitología clásica, escenas de caza, paisajes, retratos, dibujos, ilustraciones para libros y diseños para tapices. Un artista completo que incluso hoy en día ha sido censurado en Facebook.

Cuando se habla del pintor Paul Rubens (1577 – 1640) poco se recuerda que a los 13 años trabajó como paje en la casa de la condesa de Lalaing, en un momento en que su familia estaba destinando la mayor parte de sus recursos para la dote matrimonial de la hermana del artista, después de la muerte de su padre abogado. Allí el futuro pintor aprendió a desempeñarse de manera formal, lo que, al parecer, fue clave para su futuro y para enfrentar de mejor manera una vida vinculada al arte. Después de mucho esfuerzo, recién a los 21 años, logró unirse al gremio de pintores.

Rubens estudió a los maestros del Renacimiento, vivió en Italia y fue el pintor favorito del rey Felipe IV de España, quien le encargó pinturas para sus palacios e incluso en el momento del fallecimiento de Rubens compró algunos de los derechos de sus obras. Por esta razón, la mayor colección del artista se encuentra en el Museo del Prado y abarca alrededor de 100 cuadros, aunque hay algunos cuya procedencia todavía se desconoce ¿A qué se debe esto?  A que se ha determinado que existen en el mundo alrededor de 1500 cuadros de Rubens, lo que se debe a que en sus talleres trabajaba en cadena. Erasmus Quellinus el joven y Anton van Dyck, por mencionar algunos, fueron parte de los discípulos que trabajaron a muchas manos las obras de Rubens.

Después de 1600 pintó obras famosas como “El rapto de las hijas de Leucipo” (1617) y La caza del león”. Sus retratos eran altamente cotizados por los soberanos de toda Europa porque tenía la gracia de combinar sus objetos pictóricos con dioses mitológicos, relacionando la divinidad con la nobleza. Pintó religiosidad y paisajes, pero su mayor reconocimiento lo obtuvo con las obras de mujeres voluptuosas desnudas y al aire libre. Sensualidad a flor de piel y falta de morbo se expresan en estos cuadros que manifiestan libertad, soltura y admiración por el género femenino. A mi modo de ver en los trazos de Rubens no hay un afán de burla o de trato peyorativo a la mujer, en sus obras se puede ver la celebración de la vida, el amor a la naturaleza, a ratos el descontrol, la esencia eterna de una fiesta.

Rubens, por su destacado y probado talento, se enriqueció, llegando a poseer grandes extensiones de tierras y una inmensa casa en Amberes.  Después de la muerte de su primera esposa, se casó por segunda vez con una mujer de 16 años con la que mantuvo una convivencia feliz. La enfermedad de la gota provocó que el artista tuviera problemas cardiacos, los que finalmente le quitaron la vida en los Países Bajos españoles (actualmente Bélgica).

Rubens, representante del Barroco flamenco, influenció a otros grandes maestros como Paul Van Dyck y Rembrandt. Incluso hoy en día su espíritu transgresor y sus desnudos sin inhibiciones han sido censurados en una campaña española que se presentó en Facebook. Al parecer el dueño de la red social, Mark Zuckerberg, y sus asesores no entienden nada de arte o no son capaces de tolerar la belleza voluptuosa que catapultó el talento del pintor. Un artista que forjó una escuela, pero que jamás ha logrado ser igualado.

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