Las elecciones generales del próximo domingo 11 de abril en Perú van. Con pandemia y todo. Al igual que en nuestro país se vive el peor momento de la segunda ola, que expertos adjudican a la creciente presencia de la variante brasileña, con más de 500.000 contagiados que en Chile y sumando más de 150.000 fallecidos.
Pese a estas adversas condiciones – que en Chile condicionaron postergar las elecciones – y la escasa identificación de los ciudadanos con los 18 candidatos que compiten por la presidencia, cerca de un 82 % de los ciudadanos encuestados afirman que concurrirán a votar. Mas que por el interés por las elecciones, para evitar la multa a quienes no cumplan con el voto obligatorio.
Las elecciones están marcadas por una fuerte incertidumbre respecto de sus resultados. Las numerosas encuestas marcan tendencias muy disimiles, aun cuando coinciden en atribuir muy menguados porcentajes a los candidatos que aparecen liderándolas y todo apunta a que las elecciones se definirán en una dramática segunda vuelta. La interrogante es cuales serán los candidatos o candidatas pasen a segunda ronda.
La mas reciente encuesta de IPSOS, publicada el pasado día domingo, mantiene a Yonhy Lescano como el favorito, con un escaso 10 % de las preferencias, seguido por Veronika Mendoza (juntos por el Perú) con un 9%, al igual que el economista Hernando de Soto (avanza país), con un 9 %. Un 8% para Keiko Fujimori (Fuerza popular) e igual porcentaje para el exfutbolista George Forsyth. Es decir, un empate técnico.
Por su parte en la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Keiko Fujimori aparece liderando las encuestas con un 9,8% de las preferencias, empatada con el economista Hernando de Soto (que fuera colaborador de Alberto Fujimori y asesor de la propia candidata en el pasado) y que hoy se postula como candidato en representación de Avanza país. A ellos los siguen el ultraderechista Rafael López Aliaga, el autodenominado Bolsonaro peruano, con un 8,4 % de las preferencias. Yonhy Lescano con un 8,2% y Veronika Mendoza con un 7,3 %.
Finalmente, para no citar a todas las empresas encuestadoras, está la del CIT, que el asigna al empresario López Aliga la mayoría de las preferencias con un 13,4 %, seguido por Hernando de Soto con un 10,2%, Jonhy Lescano con un 8,4 % George Forsyth con un 8,2 y Keiko Fujimori, con un 7,7%.
Como se puede apreciar, resultados para todos los gustos y disgustos, que proyectan una gran incertidumbre y preocupación por el futuro del país. Con tres candidatos de derecha o ultra derecha- Rafael López Aliaga, Hernando de Soto y la propia Keiko Fujimori- un populista como Yonhy Lescano, y una candidatura de izquierda representada por Veronika Mendoza.
La disputa por la segunda vuelta
En este escenario, no es un dato menor los candidatos o candidatas que pasen a segunda ronda. Yonhy Lescano, el mismo que ha solicitado a Chile que devuelva el Huáscar, podría resultar favorecido pese a que su campaña ha venido perdiendo impulso en los últimos días, luego que algunos medios identificaran a su esposa chilena como pariente de Augusto Pinochet y tras una discreta participación en los debates presidenciales.
No es posible descartar que nuevamente Keiko Fujimori aparezca en la papeleta de segunda vuelta, pase a que enfrenta un proceso por el financiamiento ilegal de sus anteriores campañas para el cual el fiscal ha solicitado una pena de 30 años. Dividido y todo, el fujimorismo mantiene vigencia y bien puede haber un voto escondido (vergonzante) en su favor.
Tampoco se puede desatender al prestigiado economista Hernando de Soto, fiel representante del neoliberalismo en su país, que ha venido subiendo en las encuestas para ubicarse en los primeros lugares.
Más difícil imaginar es que pueda pasar a segunda ronda el empresario Rafael López Aliaga. Miembro del Opus Dei, Célibe y ultraconservador, que busca emular a Jair Bolsonaro, abomina de la igualdad de género, está en contra del aborto y mucho menos del matrimonio igualitario. Pero en este confuso escenario todo puede suceder.
Aparentemente George Forsyth se ha desinflado, luego de liderar las encuestas durante varios meses para bajar sostenidamente a los terceros, cuartos quintos lugares e incluso no aparecer entre los primeros cinco, como sucede con la encuesta del IEP.
Veronika Mendoza tiene una chance de pasar a segunda ronda, sobre todo luego de su buen desempeño en el debate presidencial en que participara y que según diversos medios de comunicación se impusiera como ganadora. En la pasada elección presidencial tuvo un muy buen desempeño y aparece como una candidata competitiva, pese a que debe disputa la votación de la izquierda con otro candidato de su sector, que ha venido subiendo en algunas encuestas.
Una dispersión política que prolonga la crisis
El cuadro se complejiza aun mas si la mirada se centra en la elección de congresales, en donde todo apunta a una fragmentación aun mayor que la actual. Es impensable que el fujimorismo puede reeditar la mayoría parlamentaria que tenía en el anterior parlamente que Martin Vizcarra procedió a disolver para convocar a nuevas elecciones, en donde quedo fuertemente disminuido. La actual composición está marcada por una fuerte fragmentación que la mayoría de los analistas proyectan puede profundizarse en las próximas elecciones, con los evidentes riesgos para la gobernabilidad futura del país.
Recuerdos de un derrumbe político institucional
Cuatro mandatarios se han rotado en el poder durante los últimos cinco años y es muy difícil asegurar la estabilidad para un futuro gobierno sin mayoría parlamentaria como el que seguramente resultara elegido en la segunda vuelta. Con una fuerte fragmentación política, partidos en su mayoría de carácter instrumental o “vientres de alquiler”, al servicio de caudillos.
Al igual que el resto de la región, Perú vive una grave crisis sanitaria, social y económica, a la que se suma un derrumbe político, asociado a una corrupción sistémica que se difunde entre las elites políticas, contagiando también al poder legislativo y el judicial, con el consiguiente descrédito y pérdida de confianza de la ciudadanía, como lo revelan las citadas encuestas.
Es de esperar que Perú no se vea enfrentado nuevamente a la disyuntiva de elegir entre el cáncer y el sida, como Mario Vargas Llosa definiera la necesidad de optar anteriormente entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala, pero es un riesgo que existe. Sobre todo, se Keiko Fujimori logra pasar a segunda vuelta y si Rafel López diera la sorpresa que proyectan algunas encuestas.
Ciertamente Perú, al igual que Chile y varios otros países en la región, requiere de urgentes y drásticos cambios políticos, económicos y sociales. El tema de una nueva Constitución ha rondado en los debates y propuestas de varios de los candidatos y candidatas a la presidencia. No se trata de presentar el caso de Chile como un ejemplo a seguir sino responder a la profundidad de la crisis que hoy vive el vecino país y que las próximas elecciones muy difícilmente pueden contribuir a resolver asumiendo que hacer mas de lo mismo no puede conducir a resultados muy distintos.