Perú. La destitución de Martín Vizcarra. Cada día puede ser peor

por La Nueva Mirada

Perú arrastra una larga crisis política. La mayoría de los partidos tradicionales ha entrado en procesos de disolución o irrelevancia para dejar su lugar a una apreciable cantidad de organizaciones instrumentales o caudillos, acentuando el riesgo de ingobernabilidad del país. Todo aquello  agravado por la crisis sanitaria que, al igual de lo que sucede en la mayoría de los países, ha generado una profunda crisis económica y social en el país.

No deja de sorprender que, a menos de seis meses de las elecciones presidenciales previstas para abril 2021, una amplia mayoría parlamentaria (105 de los 130 parlamentarios, 19 en contra y 4 abstenciones) haya aprobado la moción de vacancia, luego de rechazar una moción similar hace dos meses.

Así, ha sido descrita la decisión del parlamento como un verdadero golpe de Estado, tras imputarle a Vizcarra una incapacidad moral permanente para desempeñar el cargo por supuestos sobornos que habría recibido de empresas constructoras el año 2014, cuando se desempeñaba como gobernador regional del departamento de Moquegua.

ha sido descrita la decisión del parlamento como un verdadero golpe de Estado, tras imputarle a Vizcarra una incapacidad moral permanente

Martín Vizcarra ha aceptado su destitución negando los cargos que se formulan en su contra, “con la frente en alto”, como expresó en su discurso de despedida, manifestando su disposición a defenderse ante los tribunales de justicia.

La decisión ha generado diversas manifestaciones populares en repudio al parlamento y en apoyo a Vizcarra que, pese a la crisis que hoy vive ese país, mantiene altos índices de apoyo popular.

La decisión ha generado diversas manifestaciones populares en repudio al parlamento y en apoyo a Vizcarra que, pese a la crisis que hoy vive ese país, mantiene altos índices de apoyo popular.

Quien le ha sucedido en el cargo el congresista Manuel Merino, militante del   partido Acción Popular, de centro derecha, que se mantendrá como presidente interino hasta el próximo mes de julio, cuando está previsto que asuma el poder quien gane las elecciones del próximo mes de abril.

Manuel Merino, que hasta ahora se desempeñaba como jefe del poder legislativo, jugó un protagónico y polémico rol en el primer intento por destituir a Vizcarra, ocasión en que se comunicó con el comandante en jefe de la Marina para informarle de la maniobra. Ahora su designación ha sido acatada por las FF.AA.

Manuel Merino, que hasta ahora se desempeñaba como jefe del poder legislativo, jugó un protagónico y polémico rol en el primer intento por destituir a Vizcarra, ocasión en que se comunicó con el comandante en jefe de la Marina para informarle de la maniobra. Ahora su designación ha sido acatada por las FF.AA.

Es el tercer presidente en asumir el poder en el quinquenio. Las últimas elecciones las ganó Pedro Pablo Kuczynski, que debió renunciar antes de ser destituido luego que se comprobaran sus relaciones ilícitas con la constructora brasileña Odebrecht. Lo sustituyó en el cargo el vicepresidente, Martín Vizcarra, quien entonces se desempeñaba como embajador en Canadá. Asumiendo las banderas de la transparencia, el combate a la corrupción y las reformas políticas e institucionales, el recientemente cesado en el cargo, mantuvo tensas relaciones con el parlamento, al punto de decretar su disolución y la convocatoria a nuevas elecciones parlamentarias, sin lograr recomponer las relaciones con el nuevo parlamento que ahora votó su vacancia.

Es difícil precisar el trasfondo de las negociaciones entre los diversos partidos del amplio arco político peruano – con excepción del partido Morado (que votó en bloque en contra de la destitución) – para construir la mayoría que posibilitó la destitución de Vizcarra. Ya trasciende una petición de indulto para Antauro Humala y se mencionan posibles amnistías o blanqueos para diversos líderes políticos y parlamentarios investigados o imputados por delitos de corrupción. Y cómo no, en el contexto de las próximas elecciones presidenciales del mes de abril, en donde los partidos requieren de alianzas para constituir mayorías.

Ya trasciende una petición de indulto para Antauro Humala y se mencionan posibles amnistías o blanqueos para diversos líderes políticos y parlamentarios investigados o imputados por delitos de corrupción.

La elección presidencial de abril 2021

Aún es temprano para configurar el escenario presidencial del año próximo. Los candidatos y candidatas tienen hasta el próximo mes de diciembre para formalizar sus postulaciones. Por ahora las encuestas dan como favorito al ex futbolista George Forsyth, de padre peruano y madre chilena (la ex miss Chile, Verónica Sommer), que renunciara a la alcaldía de La Victoria para postularse a la presidencia.

Segundo en las preferencias se mantiene la más que insistente Keiko Fujimori, acompañada por Hernando de Soto, persistiendo la incógnita acerca de si la heredera política de Alberto Fujimori dos veces candidata a la presidencia, podrá materializar una tercera postulación o se lo impedirá el proceso judicial que enfrenta por financiamiento ilegal de parte de la constructora Odebrecht. Como puede suceder con Ollanta Humala, que aspiraría a levantar su postulación,

En posiciones posteriores se encuentra Verónika Mendoza, que lidera Nuevo Perú, la agrupación de izquierda escindida del Frente Amplio, compitiendo con el exministro y militar en retiro Daniel Urresti.

La lista de candidatos a la presidencia puede ser bastante más larga si los diversos partidos con representación parlamentaria inscriben postulantes. Entre ellos Acción Popular, el APRA, el partido Morado, Alianza para el progreso y Frente Amplio.

En el muy fragmentado mapa político peruano es más que dudoso que la próxima elección presidencial resuelva la crisis institucional que vive el país. Y mucho menos la crisis social y económica generada por la pandemia que golpea duramente al país del norte.

Manuel Merino- quien no escapa de cuestionamientos a su falta de transparencia – no tiene una tarea fácil para pacificar los espíritus y asegurar que el próximo proceso electoral pueda desarrollarse con normalidad. Probablemente pueda mejorar las relaciones con el parlamento que lo instaló en el poder, pero muy difícilmente contará con alguna confianza de la ciudadanía que con más de una razón mantiene una profunda crítica a los parlamentarios y la actividad política en general.

Manuel Merino- quien no escapa de cuestionamientos a su falta de transparencia – no tiene una tarea fácil para pacificar los espíritus y asegurar que el próximo proceso electoral pueda desarrollarse con normalidad.

Al igual que muchos países, no tan sólo en la región, hoy Perú enfrenta una tormenta perfecta constituida por la crisis política e institucional, la crisis sanitara, económica y social, que ya ha cobrado cuentas a diversos gobernantes, como es el caso reciente de Donald Trump. Desgraciadamente en Perú no existe un equivalente a Joe Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris.

No siempre las crisis pueden traducirse en oportunidades. Y como decía la Presidenta Bachelet, “cada día puede ser peor”.

No siempre las crisis pueden traducirse en oportunidades. Y como decía la Presidenta Bachelet, “cada día puede ser peor”.

También te puede interesar

Deja un comentario