“Muerte / necesito tu pequeña adicción a ti / necesito esa pequeña vocecita que, hasta cuando asciende desde el mar, /toda mujer, completa, / dice, mátame, mátame”. Anne Sexton.
Poeta aclamada y “maldita”. Mujer terrible y salvaje: Hermosa y seductora. De ojos claros, pelo negro y mirada desafiante. Nacimiento: 1928. Casada, dos hijas. Vivió en San Francisco y Baltimore. Diagnósticos psiquiátricos: Bipolaridad. Probable Trastorno de Personalidad Límite. Adicción al alcohol y benzodiazepinas. Muerte: suicidio por asfixia los 46 años. Décimo intento. Fecha: 4 de octubre de 1974. Medio: monóxido de carbono. Lugar: garaje de su casa. Ambiente: ruido del motor + música de radio encendida de su auto. Acontecimiento: epifanía de muerte. (Des)subjetivación final (inicial)
Performance mortal: “La tarde del 4 de octubre se echó sobre los hombros el viejo abrigo de pieles de su madre (más bien, se cubrió con los brazos maternos), se quitó todos los anillos para enfrentar tanto la muerte como el sexo, se sirvió varios vasos de vodka, se encerró en el garaje de su casa, y encendió el motor de su Cougar rojo”. Con una copa en la mano, la radio encendida, y una canción desconocida, respiró el venenoso dióxido de carbono que salía por el tubo de escape. Destino: La eternidad del vacío infinito. Acto poético de creación y muerte. Belleza que “nace de forma terrible”.
Amiga cercana: Poeta suicida Silvia Plath. Premios: Pulitzer 1967. Libro premiado: “Vive o muere”. Corriente poética: Confesionalismo= La personalidad en (es) el poema. “Incorpora la creatividad y nuestras tendencias destructivas hasta el salvajismo de la naturaleza insertando la locura en los poemas”.
George Steiner escribiría: “El suicidio es el acto crítico por excelencia, la disensión irónica del espíritu (…)”.
Algunos fragmentos filosóficos:
Emmanuel Lévinas, habla sobre la muerte como un paso al “misterio” frente a una “imposibilidad de la nada” que “determina incluso el suicidio”. Un suicidio como “último poder sobre el ser al que se puede aspirar”.
Cuando uno siente “que ya no es dueño de nada”, es decir, vive “en pleno absurdo”, no cabría más que el suicidio “en la acepción más amplia del término, que comprende la lucha desesperada, aunque lúcida de Macbeth, que combate incluso cuando ha cumplido la inutilidad del combate”.
El suicidio como posibilidad de encontrar sentido a la existencia en la tragedia del sin sentido. El suicidio presente en el grito amoroso de Julieta “Aún conservo el poder de morir, frente a la muerte de Romeo”. Grito y desgarro de Anne: Aún conservo el poder de morir frente a mi propia muerte.
La palabra, habla: “Todo el odio, (todo el amor), todo el dolor, toda la lujuria, (todo el sexo, toda la muerte, toda la vida, todo el infinito), están contenidos en la palabra, habló W. Burroughs.
“Escuché palabras / palabras llenas/ de orificios/ que dolían. El discurso / es una boca” (que besa, a veces con lengua y, desgarra las mucosas húmedas. Arranca la piel, rota a mordiscos y a tirones). Gracias, poeta Robert Creeley.
Fiat lux clavado en la lengua.
¿Algo que decir, Vicente (Huidobro)?
-Sobre Anne Sexton, nada. Pero sí de la creación:
“El poeta os tiende la mano para conduciros más allá del último horizonte, más arriba de la punta de la pirámide, en ese campo que se extiende más allá de lo verdadero y lo falso, más allá de la vida y la muerte, más allá del espacio y el tiempo, más allá de la razón y la fantasía, más allá del espíritu y la materia (…) y hay ese “fiat lux” que lleva clavado en su lengua”.
¿Algo más? ¿Sobre la poeta? Es que yo creo que el poema se hace con el cuerpo y pasa a ser parte indisoluble de ella, del cerebro, de la mente, en fin, de la persona completa.
-Hummm… Algo así…pero lo diré mucho mejor: “Las células del poeta están amasadas en el primer dolor y guardan el ritmo del primer espasmo (…) El que no haya sentido el drama que se juega en la cosa y la palabra, no podrá comprenderme”.
Anne Sexton escribió sobre el misterio de lo femenino, ese que se retira en el misterio y “se hurta” a la luz de la conciencia. Escribió sobre sus amores y desamores, su ser madre, su padre y su madre, su dolor, su angustia, sus depresiones, su cuerpo, su menstruación, su aborto, sus drogas, sus adicciones, su pasión, su masturbación su muerte y su suicidio.
Algunos restos de sus poemas y fragmentos vitales:
Se refirió a ella misma como “(…) La no deseada, el amor que Madre usó para evitar que Padre se divorciara”.
Después de un ciclo de tratamiento, advirtió: “Mis admiradores creen que me he curado, pero no, sólo me he vuelto poeta (…) tenía una espina de yo, enterrado”.
Dijo sobre los suicidas y su “lenguaje especial”. “Como carpinteros quieren saber sus herramientas. Nunca, sin embargo, porqué construir”.
ABORTO: “Alguien que debió nacer / se perdió. / Cuando la tierra arrugaba su boca (…) / conocía a un hombrecito/ en todo, en todo / él tomó la plenitud de este naciente amor (…) / cobarde… esta nena que soy sangra”.
EL ASESINO: “La muerte correcta está escrita / (…) Estoy armada y lista/ (…) Desde mi mira, lo tallo / como un escultor/ (…) Conozco su sexo de macho/ y lo recorro con su dedo índice. / Su boca y su ano son uno. / Estoy en el centro de la sensación. /. (…) Tengo un cerrojo de sangre/ y lo he hecho mío / (…) con mi ardor tomaré posesión de él/”.
LA BALADA DE LA MASTURBADORA
“Al final siempre el asunto es la muerte. / Ella es mi taller. Ojo resbaladizo (…) Espanto (…) / Estoy saciada. / De noche, sola, me caso con la cama. Dedo a dedo, ahora es mía. / (…) La taño como una campana. / De esta manera escapo de mi cuerpo, / un milagro modesto. /Me despliego. Crucifico. / Mi pequeña ciruela la llamabas / y yo me rompí como se rompen las piedras (…)
DESEANDO MORIR
(…) Los suicidas ya han traicionado al cuerpo. Nacidos sin vida, no siempre mueren, / (…) La muerte es un hueso triste, llena de golpes, dirías, / y a pesar de todo ella me espera, año tras año, /para reparar delicadamente una vieja herida/ para liberar mi aliento de su dañina prisión”. Balanceándose allí, a veces se encuentran los suicidas, / rabiosos ante el fruto, una luna inflada, / dejando el pan que confundiera con un beso. / Dejando la página del libro abierto descuidadamente. / algo sin decir, el teléfono descolgado. / Y el amor, cualquiera que haya sido, una infección”.
ADVERTENCIA PARA UNA PERSONA MUY ESPECIAL
“(…) ¿Amor? Sea hombre. Sea mujer. / Debe ser una ola por la que quieres deslizarte, / entregarle tu cuerpo, entregarle tu risa, / entregar, cuando la arena áspera te atrape, / tus lágrimas en la tierra. Amar a otro es algo / semejante a una plegaria y no puede ser planeado, sólo caes, / en sus brazos porque tus creencias desarman tu incredulidad (…) Déjalo ser. Déjalo ser. (Oh, persona especial (…)”.
CARTA DE AMOR EN UN EDIFICO EN LLAMAS
“Estoy en una jaula / la jaula que fue nuestra/ (…) Pero hoy prendí fuego a la cama/ / y el humo está llenando la cama / (…) Me he puesto una máscara para escribir mis últimas palabras, / y son sólo para ti (…) / la tos está llenándome de negro/, / y un polvo rojo se filtra por mis venas, / (…) ya ves, / el sentido de un acto solitario, una incineración del amor / (…).
Dicen que los huesos sin carne del poeta Paul Celan lloraron en su cripta. Quizás habría dicho como oración fúnebre: “PORQUE NO ENCONTRASTE EL FRAGMENTO DE DESAMPARO / en la devastación / los siglos de sombra reposan a tu lado / y te escuchan pensar (…) EL IMPRESCINDIBLE REPIQUE / detrás de toda tristeza revuelta (…) EL ALTO MUNDO-perdido, el viaje a locura, el viaje al día (…) LABIOS, TEJIDO LÍMITE de la noche-tú (…) DESCICATRIZADO CUERPO DE LOS DOS, / funerarias hojas de los dos sobre la desnudez, / desrealizados rostros de los dos (…) “
No pudo asistir. Cuatro años antes, el 20 de abril de 1970, se suicidaba arrojándose al rio Sena. Cuando Anne Sexton, aún masticaba su poesía “demasiada muerta para vivir, y demasiada viva para morir”.
Mujer salvaje y terrible, de cuerpo onírico y poético. La que soñó con una luna “que bajo su oscura capucha / se cae del cielo cada noche / para lamer mis cicatrices”. La mujer de la carne hecha poema, y marinada en sangre clara.
La mujer que nos pregunta mientras el silencio cae de su lengua y salta de sus poemas: “¿Te gusto? /(…) ¡Qué absurdo! / ¿Qué pregunta es esa? /¿Qué silencio es ese? / ¿Y por qué estoy dando vueltas, / plagada de lo que dice tu silencio?”
Calla espíritu.
Calla, mujer inalcanzable.
Carne de poeta
atravesada por el deseo.
penetrada por el misterio.
Lágrimas de piedra
orgasmo jugoso
eyaculación divina
belleza de fuego.
Expropiadora del yo
negatividad del desastre
depresión creadora.
Momento de lo bello
resplandor de lo terrible
cielo sin estrellas.
“La belleza es enfermedad”
(y bruma con 13 grados).
Algún día nos encontraremos como espíritus
“frente a frente en el infinito”.