¿Quién quiere ser Akaki Akákievich?

por La Nueva Mirada

Por Tomás Vio Alliende

A pesar de tener casi 180 años, el relato “El Capote” del ruso Nikolai Gogol es una alegoría al sistema moderno que no se puede dejar pasar. El protagonista de la historia es Akaki Akákievich, un mediocre e insignificante funcionario del gobierno zarista que trabaja como copista de todos los documentos que le entregan sus superiores en una oficina de administración pública. Su mundo cambia ante la perspectiva de tener un nuevo capote, un abrigo que reemplace la piltrafa que él usa y que ya no tiene arreglo. Sueña con eso, ahorra, realiza innumerables esfuerzos hasta que lo logra. Consigue el dinero y se manda a hacer un capote a la medida. Quizás no es tan lujoso como el de otros funcionarios de mayor escalafón, pero aparenta una nueva vida, un estatus que no tiene.

En la historia es la miseria la que preocupa, la falta de altura de miras del protagonista, la búsqueda de objetivos. Es el capote o no es nada. ¿Quién quiere ser Akaki Akákievich? Nadie en su sano juicio buscaría ser como el funcionario ruso. Sin embargo, todos tenemos un poco de él al ser miembros de una sociedad aspiracional donde los objetivos se centran en vivir a través de cosas materiales, perdiéndose en el camino el verdadero sentido de la felicidad, el cariño.

Es el capote o no es nada. ¿Quién quiere ser Akaki Akákievich?

En una época revolucionada por los movimientos sociales como la nuestra, “El Capote” mantiene su vigencia como el reflejo de la búsqueda de lo aparente. Akaki necesita un abrigo para protegerse del frío de San Petersburgo, pero también busca una identidad, un nuevo rostro que le brinde un cambio, que lo haga trasladarse a un rango que no tiene ¿No es acaso eso lo que muchos también buscan?

“El Capote” mantiene su vigencia como el reflejo de la búsqueda de lo aparente.

Nikolai Gogol (1809 – 1852) nunca pensó la trascendencia que este cuento tendría en las futuras letras, ni menos que influenciara a obras de Herman Melville como “Bartebly” y a Franz Kafka con su “Metamorfosis”. Lo cierto es que su sentido del humor y de realidad traspasó rápidamente fronteras con una obra que ha sido adaptada al cine y al teatro muchas veces y que refleja que la fuerza del destino es siempre circular con instancias que vuelven a repetirse en la historia mundial.

 Con una narrativa tragicómica, Gogol muestra los desvelos de un protagonista constantemente humillado por las autoridades. Su cultura es de corto alcance debido a que el capote se convierte en el objetivo de su vida. Una vez que ya lo tiene sus perspectivas cambian porque en la calle lo miran distinto, sus compañeros lo invitan a una fiesta y el siente que el abrigo le da el estatus que nunca ha tenido. Posteriormente la historia toma un giro inusitado que cambia el destino de Akaki para siempre.

Sin tener un afán moralista, Gogol recuerda con humor su paso como burócrata por la administración zarista y refleja en el protagonista de “El Capote” los recovecos y mañas universalmente conocidas de la administración pública. También le da un giro al abuso de poder e intolerancia de las autoridades. Este cuento podría leerse también como una metáfora de lo que se busca y anhela. Akaki logra apasionarse por algo, reinventa su vida con su capote, y sin haberlo previsto, deja por herencia la absurda idea de que la existencia misma puede cambiar por un simple objeto. Lamentablemente, no todo lo que brilla es oro.

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1 comment

Isabel Alliende marzo 12, 2020 - 4:11 pm

Me encantó el comentario ,el Capote, un cuento que he leído varias veces ,incluso en un taller de cuentos recientemente ..Tomas Vi o ha resumido muy bien todas las aristas de este cuento.

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