(Canción de Nick Cave and “The Bad Seeds”)
Por Doctor Sergio Canals L
Psiquiatra
“Qué pasaría si el soplo que encendió esos fuegos sombríos, /despertado, los haría volar en una rabia multiplicada siete veces, /y nos sumergiera en las llamas; o desde arriba/Debiera la venganza intermitente armar nuevamente/ Su mano derecha roja para azotarnos?” (Libro II, 170-174; Milton “El paraíso perdido”)
“En estos tiempos de adversidad y de hambre, me va bien en los negocios” (Thomas Shelby; Serie “Peaky Blinders”)
“El poder no es lo maligno. Poder significa juegos de estrategia” (Foucault)
“Lo que el hombre quiere, lo que toda parte de un organismo vivo quiere, es un más de poder” (Nietzsche)
Hemos transitado desde “Moneylandia”, a “Ciudad Desastre”, luego a “Ciudad Pánico”, luego a “Covidlandia”, y ahora queremos cómo Ulises, retornar a nuestra antigua y nueva patria. Luego de los peligros del viaje, parece que ansiamos nuestra perdida “seguridad”.
Y a nuestra llegada, nos encontramos con Money (Covid)landia, donde todo es posible, y todo puede suceder. Donde lo real es fantasía y la fantasía es realidad. Cae la curva de la pandemia, pero no cae. Hay menos casos de contagio, pero sí hay más “casos”. No hay trabajo, pero sí hay nuevos trabajos. Hay plebiscito, pero no hay plebiscito. No hay manifestaciones, pero sí hay manifestaciones. No hay violencia, pero sí hay violencia.
Cae la curva de la pandemia, pero no cae. Hay menos casos de contagio, pero sí hay más “casos”.
Quizá, este “retorno seguro”, no es más que nuestro “eterno retorno” nietzscheano.
Quizá, este “retorno seguro”, no es más que nuestro “eterno retorno” nietzscheano.
El presidente sugiere postergar el plebiscito en medio de una reorganización temporal de las futuras elecciones debido a causas económicas, en medio de un “retorno seguro” que sí incluye paradojalmente, retorno a clases y apertura de negocios y malls progresivamente.
La estrategia es clara, (“está todo orquestado para que el plebiscito no funcione”; diputada de RN), reflejada a través de una campaña comunicacional progresiva en los medios con declaraciones de autoridades del gobierno, líderes empresariales y de políticos afines ideológicamente proclives e impulsores de la estrategia (UDI, PARTIDO REPUBLICANO).
El mensaje radica en la importancia actual de la economía, por los daños que esta paralización puede producir en el “bienestar de las personas”, tanto o más importantes que los daños generados por la peste viral. La realidad en este campo sí es apabullante.
“Casi un millón 300 mil personas se encuentran desempleados o con sus contratos suspendidos (más del 13% de la fuerza laboral)”. Grandes empresas productivas (clínicas, casinos, líneas aéreas y otras), medianas empresas, pymes y micro pymes se han acogido a “reorganizaciones laborales legales”, o han quebrado. Los despidos aumentan hasta en la minería. Los informales se quedan sin trabajo. Aumenta un 30% la demanda del seguro de cesantía. Se pronostica la “recesión mayor que ha tenido América Latina” y quizá en el mundo de esta época hiper globalizada.
Todos piden ayudas, postergación y reprogramaciones de pagos y deudas, bonos, y apoyos económicos crediticios ojalá avalados por el estado. Favor concedido, pero a las grandes empresas no se les ha exigido como condición no despedir a los trabajadores.
Todos piden ayudas, postergación y reprogramaciones de pagos y deudas, bonos, y apoyos económicos crediticios ojalá avalados por el estado. Favor concedido, pero a las grandes empresas no se les ha exigido como condición no despedir a los trabajadores.
Es necesario ahora que las personas compren, de lo contrario no tiene sentido producir y vender, por lo que no se necesitan trabajadores y se despiden, o ellos mismos dejan de trabajar. El flujo del sistema deseo/consumo/dinero se enlentece y detiene en medio de perturbaciones y oscilaciones violentas escasamente posibles de anticipar.
Es un “experimento” social y económico globalizado sobre el mercado, nunca visto e impredecible en sus resultados emergentes cuantitativos y cualitativos.
Muestra qué al compás de los bailes estratégicos con cuarentenas, confinamientos y cierres de fronteras, el poder radica obvia y finalmente en las personas consumidoras. Si se reduce drásticamente la satisfacción de necesidades por el uso del bio poder económico político (necesario en este caso para intentar el control de la pandemia), con el resultado de impedir la compra y el consumo, se derrumba la economía, quiebran las empresas porque no ingresan recursos, se despiden personas, hay muchas personas cesantes, y sufren especialmente los más pobres y marginales.
¿Es cierto que primordialmente no somos más que un “homo faber” material, hoy “laborans”y “economicus”?
¿Es cierto que primordialmente no somos más que un “homo faber” material, hoy “laborans”y “economicus”?
¡Carajo! Qué desastre.
Estudios sociales han mostrado que el mundo de los negocios está asociado a una disminución de la empatía y la solidaridad, además de la presencia de efectos del dinero como una “droga cognitiva”.
Es en ese momento, cuando debiera aparecer definitivamente el “homo spiritualis”, con su mundo ético valórico solidario y el de la caridad empática. Pero, poco a poco, aparece lo que han mencionado los “pesimistas”. La necesidad primera de supervivencia personal y de las familias. Es decir, el “sálvese quien pueda” evolutivo, con un factor agravante. Estudios sociales han mostrado que el mundo de los negocios está asociado a una disminución de la empatía y la solidaridad, además de la presencia de efectos del dinero como una “droga cognitiva”.
Quien escapa a esto, y lo han demostrado con creces, son las personas del mundo de la salud, demostrando que la salud no puede regirse por el mundo económico en sus decisiones.
Quien escapa a esto, y lo han demostrado con creces, son las personas del mundo de la salud, demostrando que la salud no puede regirse por el mundo económico en sus decisiones.
El mundo de la economía ha sido controlado por el bio poder político y del estado. “Deja de vender” porque si lo haces, puedes enfermarte o enfermar a otros y aún morir o favorecer la muerte de ambos dos. Luego aplica los bio dispositivos de control y poder sobre ella coartando sus grados de libertad a través de estrategias y acciones de poder del estado. Si no lo haces, te multo y castigo.
Pero en la medida que pasa el tiempo, lo que uno observa es que poco a poco las personas -especialmente los jóvenes- han perdido el miedo al contagio y a la enfermedad, y que ya no estando sujetos a los dispositivos del bío poder actual, abandonan rápidamente las medidas preventivas y de control sanitario buscando la satisfacción de sus propias necesidades y deseos.
Lo “novedoso” de este “experimento”, ha sido la presencia de una baja robustez del sistema económico globalizado frente a esta perturbación que algunos anticiparon (con la respectiva “muerte del mensajero”), junto a la enorme fragilidad del mercado neoliberal frente a la fuerte necesidad de control, apoyo y regulación de este por el estado y la política.
Lo “novedoso” de este “experimento”, ha sido la presencia de una baja robustez del sistema económico globalizado frente a esta perturbación que algunos anticiparon (con la respectiva “muerte del mensajero”), junto a la enorme fragilidad del mercado neoliberal frente a la fuerte necesidad de control, apoyo y regulación de este por el estado y la política.
Por otra parte, la peste ha bajado de la famosa “cota mil” hasta los “suburbios” de la ciudad de los trabajadores. Al gobierno le ha quedado claro que había que adecuar las cifras de contagiados, abandonando el análisis sólo de los casos diagnosticados que hacen la enfermedad, por datos que incorporen el sub diagnóstico de los asintomáticos o leves (¿”no casos”?) que sí son capaces de contagiar (se calcula hasta de 70%).
Al gobierno le ha quedado claro que había que adecuar las cifras de contagiados
Algún día habrá que ver la letalidad real estimando a los que murieron sin diagnóstico o en la calle.
Algún día habrá que ver la letalidad real estimando a los que murieron sin diagnóstico o en la calle.
La gran mayoría de los que mueren, siguen siendo los de más edad y con enfermedades agravantes. Un filósofo español habló de una “eutanasia disfrazada”.
Hoy, además del riego del esforzado personal sanitario, (alto % de contagiados y en cuarentena), aparecen zonas de riesgo espaciales y regionales de hacinamiento, especialmente en lugares de bajos recursos y pobreza, en ciertas localidades extremas del país, en los campamentos, las cárceles, los hogares de ancianos y de menores, y lugares donde viven inmigrantes en condiciones misérrimas.
Además, quedó claro que el peak de contagio será probablemente a fines de mayo e inicios de junio, con alta posibilidades de “rebrotes”.
Respecto a nuevos “brotes” de movilizaciones del “estallido social” y actos de violencia secundarios e independientes, poco a poco han vuelto a aparecer manifestaciones en la plaza “Dignidad” /Baquedano, con detenciones de jóvenes. Se presentan actividades violentas en poblaciones y en regiones (ver lo sucedido en Antofagasta), un aumento de la actividad violenta en la Araucanía (que nunca se detuvo), y sube nuevamente el número de actos delictuales “tradicionales”. La vilipendiada “violencia estructural”, (por ser una idea “neo marxista”) sigue presente más que nunca y haciendo de las suyas.
La vilipendiada “violencia estructural”, (por ser una idea “neo marxista”) sigue presente más que nunca y haciendo de las suyas.
El deseo desconectado del consumo fluye e impulsa una violencia rabiosa y desencantada, hoy agravada por el estrés del encierro, la cesantía, y la posibilidad de enfermarse y acaso poder morir. Podría pensarse que volverá corregida y aumentada. La adicción al consumo y al dinero están dando síntomas generalizados de deprivación.
La adicción al consumo y al dinero están dando síntomas generalizados de deprivación.
Money -covid- landia, será alcanzada probablemente por el poder vengativo de “red right hand”.