Richard Dawkins en Congreso Futuro. Un ateo provocador

por La Nueva Mirada

Desde mediados del siglo 18 se debate acerca del ateísmo creyente de Immanuel Kant. Nietzche fue el referente ineludible para los ateos en el 19  En la segunda mitad del siglo 20, con Sartre y Camus el concepto en discusión fue el existencialismo ateo. Lo cierto es que los ateos no necesitan buscar referentes como las celebridades mencionadas u otras tantas. El siglo 21 es rico en expresiones científicas del ateísmo. Lo fue Stephen Hawking, fallecido hace menos de un año y lo es Richard Dawkins(profesor de la Universidad de Oxford), uno de los expositores con más audiencia en el reciente Congreso Futuro 2019 realizado en nuestro país. Evento de notable masividad que contó con célebres exponentes científicos, entre ellos cuatro premios Nobel.

Valga recordar que Hawking marcó un perfil más bien conciliador que contribuyó a su popularidad, siendo recibido por los últimos cuatro Papas en el Vaticano. El inglés Dawkins marca la diferencia con visible elocuencia, lo que no impidió que despidiera a Hawking con un poema de William Wordsworth( uno de los más relevantes poetas románticos ingleses, entre los siglos 18 y 19): “Rostro silencioso, el índice de mármol de una mente viajando por siempre a través de de extraños mares de pensamiento solitario”.

Lo cierto es que los ateos no necesitan buscar referentes como las celebridades mencionadas u otras tantas. El siglo 21 es rico en expresiones científicas del ateísmo. Lo fue Stephen Hawking, fallecido hace menos de un año y lo es Richard Dawkins(profesor de la Universidad de Oxford), uno de los expositores con más audiencia en el reciente Congreso Futuro 2019 realizado en nuestro país. Evento de notable masividad que contó con célebres exponentes científicos, entre ellos cuatro premios Nobel.

Las exposiciones de Richard Dawkins estimularon agudas polémicas, con participación de autoridades católicas, entre ellas el rector de la Universidad Alberto Hurtado, Eduardo Silva. Mientras algunos científicos respaldan sus asertos, muchas voces cristianas lo condenan sin restar descalificaciones apasionadas.

De dónde tanto ruido?

Los dichos del científico eluden cualquier ambigüedad, rasgo recurrente que enciende la polémica, como se manifiesta en las redes sociales, no exenta de ignorancia y estupidez desechable.

Las exposiciones de Richard Dawkins estimularon agudas polémicas, con participación de autoridades católicas, entre ellas el rector de la Universidad Alberto Hurtado, Eduardo Silva. Mientras algunos científicos respaldan sus asertos, muchas voces cristianas lo condenan sin restar descalificaciones apasionadas.

Para que usted razone, incorporamos algunas de las reflexiones de Dawkins, en respuesta a una de las entrevistas que bien refleja su pensamiento y estilo polémico.

En “SEMANA” (Colombia/Edición Aniversario)

SEMANA: En los últimos años hemos visto resurgir el oscurantismo. Todo el conocimiento científico que nos trajo a donde estamos ahora está en cuestión. ¿Qué tanto tiene que ver con la religión?

RICHARD DAWKINS: La hostilidad contra la ciencia que fomenta la religión es un asunto aparte y también una fuerza muy poderosa, especialmente en Estados Unidos. Alrededor del 40 por ciento de la población estadounidense piensa que el mundo tiene menos de 10.000 años de antigüedad, lo cual es un preocupante y gran error. La gente de fe puede ser miedosamente defensiva de sus puntos de vista, embebidos desde la infancia.

SEMANA: Usted se ha convertido en un apóstol del ateísmo. Pero mucha gente encuentra en la religión, cualquiera que ella sea, un consuelo a su desesperanza. ¿Quitarle a su dios no es negarles ese recurso?

R.D.: Muy bien pueden llevarse su consuelo. ¿Y qué? El universo no nos debe un consuelo. Soy un científico, cuya principal preocupación es la verdad sobre el mundo real. Si la gente obtiene consuelo de falsedades, ¡no me arrepiento por desilusionarlos! Como lo dijo Steven Pinker, “si te está persiguiendo un tigre, puedes obtener consuelo creyendo que es un conejo. Pero en realidad es un tigre y te va a comer”.

“Muy bien pueden llevarse su consuelo. ¿Y qué? El universo no nos debe un consuelo. Soy un científico, cuya principal preocupación es la verdad sobre el mundo real. Si la gente obtiene consuelo de falsedades, ¡no me arrepiento por desilusionarlos! Como lo dijo Steven Pinker, “si te está persiguiendo un tigre, puedes obtener consuelo creyendo que es un conejo. Pero en realidad es un tigre y te va a comer”.

SEMANA: La palabra ‘ateo’ es agresiva y asusta a mucha gente. ¿No resultaría más conveniente decir agnóstico, es decir, indiferente a la existencia de dios?

R.D.: Técnicamente, todos tenemos que ser agnósticos sobre las hadas y los unicornios rosados, así como también sobre Thor, Wotan, Zeus, Apolo, Mithras, el dios del sol, el dios de la luna, el dios del trueno, el dios del río y el Gran Juju en el cielo. Y esto es porque no podemos refutar su existencia. Pero en la práctica, todos somos ateos con respecto a ellos. Algunos de nosotros incluimos también a Alá y a Yavé en este listado. No hay mucha más evidencia sobre el dios abrahámico que sobre Poseidón, Afrodita o la tetera china en la órbita solar.

“Técnicamente, todos tenemos que ser agnósticos sobre las hadas y los unicornios rosados, así como también sobre Thor, Wotan, Zeus, Apolo, Mithras, el dios del sol, el dios de la luna, el dios del trueno, el dios del río y el Gran Juju en el cielo. Y esto es porque no podemos refutar su existencia. Pero en la práctica, todos somos ateos con respecto a ellos. Algunos de nosotros incluimos también a Alá y a Yavé en este listado. No hay mucha más evidencia sobre el dios abrahámico que sobre Poseidón, Afrodita o la tetera china en la órbita solar.”

SEMANA: ¿La ciencia y la religión pueden coexistir?

R.D.: Hay un sentido trivial en el que la ciencia y la religión pueden coexistir: coexisten en la mente de los científicos religiosos. Pero si examinas las creencias de esos científicos religiosos, generalmente, encontrarás que ellos juegan con las palabras. Ellos no creen realmente en los milagros ni en el nacimiento virginal, en la resurrección, el creacionismo, la vida después de la muerte, etcétera. Por lo general, se trata de un sentido vagamente ‘espiritual’ –uno que comparto–, aunque sin implicaciones sobrenaturales.

SEMANA: Pero Einstein hablaba de dios…

R.D.: Einstein es un buen ejemplo. Era un panteísta, un seguidor de Spinoza. Enfatizaba que no creía en un dios personal. No creía en ese tipo de dios que escucha tus oraciones, perdona tus pecados, te envía al cielo o al infierno, que diseña el mundo y la vida y hace milagros. Usaba la palabra ‘dios’ como una metáfora de ‘universo’ o ‘aquello que todavía no entendemos’. Le daba curiosidad saber si había una única forma de ser del universo y escogió el lenguaje de dios para enmarcar la pregunta: “¿Dios tenía opción para crear el mundo?”. Quería expresar escepticismo sobre la indeterminación cuántica, pero eligió el lenguaje de dios para decirlo: “Dios no juega a los dados”.

“Einstein es un buen ejemplo. Era un panteísta, un seguidor de Spinoza. Enfatizaba que no creía en un dios personal. No creía en ese tipo de dios que escucha tus oraciones, perdona tus pecados, te envía al cielo o al infierno, que diseña el mundo y la vida y hace milagros. Usaba la palabra ‘dios’ como una metáfora de ‘universo’ o ‘aquello que todavía no entendemos’. Le daba curiosidad saber si había una única forma de ser del universo y escogió el lenguaje de dios para enmarcar la pregunta: “¿Dios tenía opción para crear el mundo?”. Quería expresar escepticismo sobre la indeterminación cuántica, pero eligió el lenguaje de dios para decirlo: “Dios no juega a los dados”.

SEMANA: ¿Existe un propósito en la existencia del universo como implican las religiones? ¿Debería la ciencia decirnos para qué es el mundo?

R.D.: No hay ningún propósito en el mundo. Los seres humanos individuales pueden tener propósitos y de hecho los tenemos: nos impulsan los propósitos todo el tiempo. Nuestros cerebros contienen propósitos y trabajan para esos fines que bien podrían ser terminar un libro, ganar un partido de fútbol o conquistar a una mujer, etcétera. Pero la existencia del universo carece de propósito alguno.

SEMANA: ¿Por qué está bien disentir en todos los temas menos en el de la religión?

R.D.: Esa es una buena pregunta. La respuesta es probablemente la tradición histórica. Todos hemos sido criados, durante siglos, para tratar la crítica de la religión como un tabú (o incluso como algo peligroso).

SEMANA: ¿Y qué puede decir del binomio religión y política?

R.D.: La religión es un asunto privado, que debe mantenerse fuera de la política. Esta separación entre la Iglesia y el Estado es la base central de la Constitución de Estados Unidos, pero está bajo continua amenaza allí. Por el contrario, la religión está incorporada en la Constitución británica (no escrita) y, paradójicamente, Gran Bretaña está entre los países menos religiosos.

SEMANA: En términos científicos, usted es conocido por popularizar la teoría según la cual la selección natural ocurre a nivel de nuestro ADN. Así, evolucionamos para un solo propósito: servir a nuestros genes. ¿Esto es así?

R.D.: La selección de Darwin funciona a nivel del gen. La evolución consiste en cambios en las frecuencias genéticas: los cuerpos individuales pueden ser vistos como máquinas de supervivencia para los genes que circulan dentro de ellos.

A medida que pasan las generaciones, algunos genes se hacen más frecuentes en el grupo genético y otros se hacen menos frecuentes: es la selección natural. La razón por la cual algunos de ellos se hacen más frecuentes es porque son buenos en construir cuerpos. Por lo tanto, estos pueden ser vistos como máquinas para la propagación del gen que circulan en su interior. Si un individuo muere, entonces su gen muere con él. Así que el cuerpo individual tiene una participación en todos los genes y viceversa. Esto es una forma distinta de explicar la evolución neo darwiniana, pero no es realmente diferente del énfasis neo darwinista de los años treinta.

SEMANA: Su metáfora del gen egoísta ha causado críticas de quienes dicen que anuncia un mundo despiadado, de competencia feroz, incluso dicen que ofrece una base filosófica para la existencia del capitalismo neoliberal. ¿Qué les contesta?

R.D.: Esta crítica solo podría venir de personas que han leído únicamente el título de mi libro El gen egoísta (que ha engañado a muchos). Si leyeran más allá del título, descubrirían que mi intención –en lo que tiene que ver con política– es opuesta a lo que piensan, puesto que en realidad explica el altruismo. Porque ayudamos a quienes no tienen relación directa con nosotros, pues compartimos con ellos versiones similares de los genes. He repetido este punto muchas veces, por ejemplo, en mi libro A Devil’s Chaplain.

SEMANA: Usted acuñó el término ‘meme’ para describir cómo los principios darwinianos podrían extenderse para explicar la difusión de ideas y fenómenos culturales. Lo define como una unidad de cultura autorreplicante. ¿Podría darnos unos ejemplos?

R.D.: Ropa, moda, maneras de hablar, acentos, dialectos… Cuando los niños imitan el juego del otro, eso se extiende en una escuela como una epidemia. Un nuevo juguete, por decir algo: un niño obtiene un juguete nuevo y luego los otros niños lo quieren, así que deben convencer a sus padres para tenerlo y así se propaga en toda la escuela como una epidemia.

SEMANA: ¿La religión es un meme?

R.D.: Las religiones son un complejo de memes, una colección de memes. Cualquier cosa que se pasa de una cabeza a otra, algo como la idea de vida después de la muerte, puede decirse que es un meme.

“Las religiones son un complejo de memes, una colección de memes. Cualquier cosa que se pasa de una cabeza a otra, algo como la idea de vida después de la muerte, puede decirse que es un meme.” 

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