Roque Dalton: El unicornio azul por Cristina Wormull

por La Nueva Mirada

Era la época en que yo juraba
que la Coca Cola uruguaya era mejor que la Coca Cola chilena
y que la nacionalidad era una cólera llameante
como cuando una tipa de la calle Bandera
no me quiso vender otra cerveza
porque dijo que estaba ya demasiado borracho
y que la prueba era que yo hablaba harto raro
haciéndome el extranjero
cuando evidentemente era más chileno que los porotos.

(Yo estudiaba en el extranjero en 1953, Roque Dalton)

El pasado 10 de mayo se conmemoraron los 45 años del asesinato sin culpables de Roque Antonio García, más conocido como Roque Dalton, el gran poeta, ensayista, periodista y guerrillero miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) salvadoreño.

Cuando, hace muchos años escuché hablar por primera vez de Roque Dalton, imaginé algo así como un corsario, un pirata de romántico nombre y de múltiples aventuras en los mares del caribe.  A poco andar conocí parte de su trabajo, me enamoré de sus poemas de amor que están, para mí, entre los más bellos y sensuales no tan solo de Centroamérica sino del mundo. Entonces ya no lo vi como un pirata, sino como un caballero de capa y espada que circulaba por este mundo defendiendo a los desposeídos a través de su iluminada pluma y, participando activamente en los movimientos revolucionarios de su época.

Roque Dalton es uno de los principales representantes de las letras centroamericanas y el mayor poeta de El Salvador.  Nació en una familia acomodada, hijo de un estadounidense que nunca se casó con su madre y tardó en reconocerlo, pero que financió toda su educación, primero en colegios jesuitas de El Salvador y luego, enviándolo a Chile donde estudió Leyes en la Universidad de Chile, sin llegar a terminar la carrera.  Tampoco terminó sus estudios de leyes en El Salvador. Dalton apostó por una opción de izquierda y militar en el partido comunista. Era un hombre niño de amplia y abundante risa, con una figura que aun cuando estaba cerca de los cuarenta lucía como un joven veinteañero.  Años después de su muerte le fue concedido el doctorado Honoris causa.

Poesía
Perdóname por haberte ayudado a comprender
que no estás hecha sólo de palabras. (Roque Dalton)

Desarrolló lazos de amistad con un sinnúmero de escritores y líderes políticos. Entre ellos destacan Juan Gelman, Miguel Ángel Asturias y Julio   Cortázar, quien lo admiraba profundamente y lo hizo parte de sus clases.   También fue entrañable amigo de Silvio Rodríguez a quien conoció en su estadía en Cuba donde tuvo una gran cercanía con Fidel Castro.  En 1969 ganó el Premio de Poesía Casa de las Américas por el libro Taberna y otros lugares

Julio Cortázar llegó a decir “Roque es para mí el ejemplo muy poco frecuente de un hombre en quien la capacidad literaria, la capacidad poética se dan desde muy joven mezcladas, o conjuntamente, con un profundo sentimiento de connaturalidad con su propio pueblo, con su historia y su destino”.  Y así fue porque Roque Dalton, al igual que otros poetas como los cuatro de España, aquellos que fueron leales a la República:  Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno y Miguel Hernández, nunca dejó de sentir al pueblo, a los desposeídos como su verdadera familia.

Algunos años después de su muerte, en 1982, Silvio Rodríguez, al presentar su disco “Unicornio” expresó que «Todo empezó por un amigo muy querido que tuve, un salvadoreño llamado Roque Dalton, quien además de haber sido un magnífico poeta fue un gran revolucionario, compromiso que le hizo perder la vida cuando era combatiente clandestino».” Su hijo me contó que allá, en las montañas de El Salvador, andando con la aguerrida tropa de los humildes, trotaba un unicornio azul con un cuerno».  Hoy, cuarenta y cinco años después, aún buscan al Unicornio azul perdido en los montes junto a Roque Dalton.

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
Pastando lo dejé y desapareció. …
…Mi unicornio azul ayer se me perdió,
No sé si se me fue,
No sé si se extravió,
Y yo no tengo más que un unicornio azul.

Pese a que vivió el exilio y la prisión, su muerte «fue una decisión de la dirección del ERP de esa época, de 1975, acusado de burgués y revisionista… Eran cosas de ese tiempo… algo más que una pena..  El mundo perdió, como en tantas otras ocasiones, una mente extraordinaria, una sensibilidad portentosa, un poeta sin igual, en manos de mediocres que han vivido impunes hasta el día de hoy. 

El mundo perdió, como en tantas otras ocasiones, una mente extraordinaria, una sensibilidad portentosa, un poeta sin igual, en manos de mediocres que han vivido impunes hasta el día de hoy. 

Su poesía sigue viviendo junto al unicornio azul que se perdió un día de mayo hace cuarenta y cinco años.

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1 comment

Monge mayo 30, 2020 - 1:24 am

Maravillosa historia, vívidamente contada… transmitiéndonos la indignación por su estúpido acallamiento, estúpido sacrificio para honrar a unos dioses con pies de agua…
Felicitaciones a la autora

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