¿Ha escuchado usted por ahí cuando recorre las redes sociales, a una bella y graciosa mujer que canta biografías de músicos clásicos con ciertas notas de humor sobre alguna melodía archiconocida? Este es uno de los tantos y a veces desconocidos aportes del arte para sortear el encierro y la incertidumbre con que hemos convivido desde el inicio de la pandemia.
En todo tiempo, especialmente en épocas de crisis, entre guerras o pandemias, surgen destacados aportes de la cultura y el arte -tan vilipendiado al momento de calcular su aporte a la economía y al desarrollo, y tan apreciado para evitar caer en la angustia, la depresión y el hastío-. Sheila Blanco Gutiérrez es uno de esos personajes que surge espontáneamente en medio de la angustia y el agobio para alegrar la vida de muchos y muchas. Sheila es una cantante y compositora española nacida en Salamanca en los inicios de la década de los ochenta. Junto a sus dotes musicales, ha desarrollado una extensa carrera en los ámbitos de la comunicación y divulgación cultural haciéndose viral por fusionar textos con música, tanto clásica como pop, rock, folk y jazz, creando una simbiosis entre lenguajes artísticos, con un estilo muy personal.
No es que Sheila haya iniciado estas fusiones durante la pandemia. No, por supuesto que no, ella ya llevaba una larga carrera desde los inicios del siglo, pero su fama se extendió y consolidó durante los peores días del encierro. Por si fuera poco, es una feminista activa que, durante este último tiempo ha enfocado parte importante de su trabajo en reivindicar a las escritoras españolas, particularmente a las poetas de la Generación del 27 que fueron totalmente invisibilizadas durante casi una centuria.
Creo que la música nos hace ser más humanos y que nos da algo muy importante en la vida. Nos hace relajarnos, nos hace desarrollar nuestra creatividad, nos hace expresarnos…Sheila Blanco
Sheila Blanco decidió apartarse del mundo de la comunicación para dedicarse por completo a la música, su gran pasión y junto a Toch, un grupo musical argentino que conoció en Madrid, grabaron su primer disco que marcó el inicio de sus Bioclassic. Y este no es el único nexo de Sheila con Latinoamérica, su manager y pareja desde hace tres años, es el músico uruguayo Santiago Estellano y junto a él coordinó varias presentaciones en ese país y también en México.
Su primer bioclassic lo realizó sobre su más admirado compositor: Johann Sebastian Bach… donde inspirada, tardó menos de una hora en escribirlo. Lo tituló, Bach es dios y utilizó la Badinerie, conservando la música clásica, pero contando la historia de Johan Sebastian como una forma de hacer metapoesía, es decir, poder narrar, utilizando una canción suya, cómo fue el autor.
“Fue ahí que me dije: ‘podría hacerle un homenaje a esa cantante, que a mí me gusta mucho, haciendo también la música del Badinerie, pero conservando la música clásica y contando la historia de Johann Sebastian, por eso de hacer algo de metapoesía. O sea, poder hablar, contar, dentro de una canción suya, cómo era este autor”, recuerda Sheila.
A Bach le siguió Wolfgang Amadeus Mozart para el cual eligió su popular melodía “La Marcha turca”. Lo llamó “Un niño genial» y es genial su creación que incluye referencias a Amadeus, ganadora de 8 Oscar, incluido el de mejor película. Y así, continuó recreando a numerosos compositores clásicos, como Ravel, Vivaldi o Wagner e incursionando en temas musicales contemporáneos a los que les pone letras propias relacionadas con la actualidad política española, pero con una visión sarcástica. Entre ellas, se puede mencionar a Melancolía por los atascos (de título muy sugestivo),
“La primera idea llega y brota casi muy rápido, pero después he ido cambiando estructuras y datos que quería introducir, que me parecían muy curiosos y que apoyaban la teoría del título, que tenía claro que iba por Érase una vez un niño genial. Yo quería contar esos datos que nos demuestran que Mozart era un virtuoso y un superdotado musical”, señala Sheila
Sheila apunta a que la lista incluya a mujeres ya que como defensora de la causa feminista le interesa rescatar a esas referentes que siempre han estado pero que, por circunstancias de la época, no se les dio la importancia que merecían. “Me encantaría que el barroco estuviese plagado de autoras mujeres. Vamos a ir poco a poco, viendo e investigando”, y anunció que la primera seguramente será Clara Schumann, esposa de Robert Schumann y gran música.
Y es así que, en los últimos años se ha enfocado en la reivindicación y recuperación de la obra de las mujeres poetas e intelectuales de la Generación del 27 en España. Y recientemente, luego de años de investigación -ya hemos dicho que esas intelectuales fueron invisibilizadas y eso pasa por la escasez de información sobre su obra- lanzó un “disco” Cantando a las poetas del 27 en su canal de youtube y que en sus recitales presenciales complementa con una presentación de cada autora para contextualizar sus poemas y remarcando la denuncia sobre la injusticia y la pérdida que significa para la cultura la ignorancia acerca de mujeres y obras magníficas en contraposición a la difusión que tuvieron sus compañeros hombres de la generación.
”Cuando yo tenía catorce años y me explicaron la generación del 27 no me pregunté por qué no había mujeres… y creo que ahora (quiero pensar, al menos), las chicas sí se preguntan: «¿Y no había mujeres? ¿Cómo que no había mujeres?». Es un gran cambio que se está produciendo en los últimos años. Una de las cosas que debería hacer el sistema educativo es explicar, desde el principio de los tiempos, por qué no hay nombres propios de mujeres; porque estar, estaban”. Sheila Blanco
En este disco, autoeditado por Sheila, incluye poemas como Roja toda roja de Elisabeth Mulder, En la tierra de nadie de Carmen Conde, Primer exilio de Ernestina de Champourcin, Negra sombra de Rosalía de Castro, Por la verde, verde oliva de Margarita Ferreras, entre otras e incluso un tema de autoría propia Pájaros negros en donde, a capella y acompañada tan solo por unos rítmicos golpes en el pecho, canta sus miedos e inseguridades que, según Sheila, son también los de todas y todos. Con este aporte al rescate de grandes escritoras parece increíble que, durante muchos años, para muchos toda la vida, hayamos creído que las únicas escritoras notables de la literatura española eran Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro.
Por la verde, verde oliva /y el verde, verde limón, /llegaron los ojos negros /que te embrujaron de amor. /Por la verde, verde oliva /y el verde, verde limón. /La sombra color cuchillo /que da el arco de una puerta /cobijaba a una mujer /en largas horas de espera. /El cielo es azul añil /de pinceladas violeta /mientras la cal en el patio /de blancura reverbera. /La calle arriba y abajo /la blanca Muerte pasea /con la guadaña en el hombro /y en la boca una azucena. (fragmento del poema Por la verde, verde oliva de Margarita Ferreras)
La difusión de los bioclassic tuvo un éxito totalmente inesperado, quizás ayudado por el encierro que nos hacía buscar nuevas formas de llenar las horas vacías, pero provocó una avalancha de personas que se encantaron con la obra de Sheila y lo consideraron un material instructivo digno de incluir en las mallas musicales de los establecimientos educacionales. El humor y el serio contenido han sido un aporte a la instrucción musical.
Y de esta forma, aunque en un principio no lo tenía entre sus planes, la empezaron a llamar de diversos sitios para combinar conciertos para adultos y también para alumnos de secundaria. Y en los próximos días se presentará en el Aula magna del Liceo Manuel de Salas, en Santiago de Chile, precisamente con su disco Cantando a las poetas del 27. Y, aunque todavía te toca escuchar cosas como «yo no soy feminista ni machista» su objetivo es que, aunque todavía estamos en esa discusión, esa frase desaparecerá no solo con un concierto sino con el aporte de profesores y padres que hagan que los jóvenes disfruten la literatura femenina… Hay mucho camino que recorrer todavía, pero estamos despertando. Porque las mujeres siempre estuvieron en todas las disciplinas. Pero a través de la historia se hizo algo que podríamos calificar como un genocidio intelectual femenino.
Creo que no hay que mirar atrás, no podemos arrepentirnos de nada. Es verdad que, si piensas en algo que cambiar, yo aprovecharía más el tiempo, porque pasa muy rápido, pero al final es absurdo pensar en ello. Por eso que no cambiaría nada. Hay que pensar en el presente, aprovecharlo, disfrutarlo y tener ilusión por vivir el futuro. Sheila Blanco, entrevista en Diario DoTámega.
El futuro nos revelará a muchas otras féminas que aportaron con su intelecto al desarrollo de la humanidad y que muy recientemente han empezado a ser reivindicadas, reconocidas y difundidas. Numerosos reconocimientos a las mujeres no tienen más de cuarenta años. Invisibilizarlas no ha sido solo en el arte, donde tantas mujeres son ignoradas. Indudablemente eso está cambiando porque mujeres talentosas como Sheila Blanco, que aportan con su mente privilegiada una maravillosa forma de entretener educando, hoy son ampliamente reconocidas y valoradas.
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Cuando actúa en mi ex Liceo LMS?