Sospechoso. Por Jorge Ragal

por La Nueva Mirada

Soy sospechoso de plagiar un poema de amor,
de adoptar ilegalmente a una niña siria,
de incitar a una revuelta popular,
de robar el cáliz de una iglesia en extinción.
Soy sospechoso de intimar con una guerrillera,
de estimular el abuso de las drogas,
de firmar una antigua petición boliviana,
de acusar a un senador de corrupción.
Soy sospechoso de hackear el portal de la marina,
de apostar en las peleas de gallos,
de socorrer a un joven anarquista,
de propagar una peste mortal

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