La carrera en la derecha
A estas alturas la candidatura presidencial del ministro Briones mas parece una elegante forma de abandonar el gabinete que un intento serio por competir por la nominación al interior de Chile Vamos. Con los datos de hoy día, pareciera que la competencia se podría reducir a Joaquín Lavín y Evelyn Matthei, sin definición del cómo se resolverá.
Ciertamente Ignacio Briones es una de las figuras más destacadas de Evopoli, pero su nombre aparece por descarte luego que Felipe Kast, el líder natural de ese pequeño partido declinara competir, como ocurriera casi por obviedad con Francisco Undurraga y el diputado Luciano Cruz Coke. La propuesta sorprendió agradablemente al actual titular de Hacienda, que dijo sentirse muy honrado, pero no así al presidente Piñera, que restaría una de las pocas figuras valoradas de su gabinete.
Mario Desbordes aparece castigado en las encuestas y con resistencia en su partido, animada por el ex timonel Carlos Larraín. Quizás pueda ganar la interna. Sobre todo, si debiera competir con el senador Francisco Chahuán, que marca aun menos. Probablemente el mas perjudicado con la irrupción de Ignacio Briones en la carrera presidencial de la derecha sea Sebastián Sichel, el presunto candidato de los poderes fácticos, que durante los últimos días ha recibido fuertes ataques de Evelyn Matthei, que busca atraer el apoyo empresarial en su disputa con Lavín.
Mario Desbordes aparece castigado en las encuestas y con resistencia en su partido, animada por el ex timonel Carlos Larraín.
Es muy difícil mantener el fair play acordado en principio por Lavín, Evelyn Matthei y Mario Desbordes en un sector que se ha caracterizado por sus agrias disputas internas y un cierto canibalismo que tradicionalmente enfrentó a la UDI y Renovación Nacional y hoy marca la disputa por la hegemonía entre “los duros” y la llamada derecha social.
Algo decisivo porque en la derecha existe el convencimiento que mantiene la primera opción de proyectarse a futuro. Más que por sus fortalezas por las divisiones y fragmentación opositora. La duda, que no tan solo cruza a la derecha partidaria sino también al empresariado y los poderes facticos es si pueden ganar con ideas propias, como postula Evelyn Matthei, o debe tomar banderas ajenas, como lo hace Lavín al recurrir a máscaras socialdemócratas. O buscar una figura como Sichel, que viene a vaivenes rápidos desde el centro político y no está contaminado con el legado dictatorial.
La duda, que no tan solo cruza a la derecha partidaria sino también al empresariado y los poderes facticos es si pueden ganar con ideas propias, como postula Evelyn Matthei, o debe tomar banderas ajenas, como lo hace Lavín al recurrir a máscaras socialdemócratas. O buscar una figura como Sichel, que viene a vaivenes rápidos desde el centro político y no está contaminado con el legado dictatorial.
Los movimientos en la oposición
Si el escenario presidencial en oficialismo está complicado -con la casi certeza que José Antonio Kast, que representa con mayor fidelidad una derecha dura, tributaria del régimen militar, lleve su postulación a primera vuelta – en la oposición lo está aún más. Al decir de las encuestas, las figuras presidenciales con mayor apoyo están representadas por el candidato comunista Daniel Jadue y la diputada humanista Pamela Jiles, sin grandes posibilidades de resolver esa competencia a través de primarias.
Tras la bajada de Beatriz Sánchez como candidata presidencial, el Frente Amplio ha instalado un comité de búsqueda de un candidato (a) que compita con Daniel Jadue en el frente de izquierdas. Hasta el momento tan solo aparece inscrito Marcelo Diaz, que hace unos pocos meses renunciara al PS.
La irrupción de Paula Narváez
Por ahora la atención se concentra en lo que sucede en la Unidad Constituyente y Nuevo Trato. La decisión de la exministra Paula Narváez de aceptar el desafío de competir en la carrera presidencial no tan solo clarifica el panorama al interior del Partido Socialista, que podría proclamarla sin competencia interna, luego que el senador José Miguel Insulza declinara, al igual como antes lo hiciera el presidente del partido, Álvaro Elizalde.
Resulta injusto describir esta postulación como un dedazo de la expresidenta Bachelet o una operación del bacheletismo. Es una nominación que surge de manera bastante espontanea por parte de un grupo transversal, mayoritariamente de mujeres, que sumó el apoyo de Bachelet. Una postulación que ha ido tomando fuerza no tan solo al interior del PS sino en círculos que trascienden al PS y la propia Unidad Constituyente, que la ven como un liderazgo más joven, con experiencia política y ajustado a los nuevos tiempos, que puede llenar un vacío en la centroizquierda. Ello obliga a la eventual candidata socialista a trascender rápidamente lo marcos partidarios para constituirse en un signo de unidad de la oposición, asumiendo los temas de futuro.
Ello obliga a la eventual candidata socialista a trascender rápidamente lo marcos partidarios para constituirse en un signo de unidad de la oposición, asumiendo los temas de futuro.
Hoy jueves se reúne el Comité Central del PS para decidir los mecanismos de designación de su candidato (a) presidencial, aun cuando su directiva ha adelantado que, en la eventualidad de que se inscriba más de un(a) postulante se convocaría a primarias ciudadanas. En caso contrario, se ha insinuado la idea de una convención presidencial para proclamar a la candidata del PS en fechas que deberían coincidir con las elecciones internas tanto de la DC como del PPD.
Unidad Constituyente y Nuevo Trato
En los próximos 15 días se desarrollarán las elecciones internas en ambos partidos para designar su candidato presidencial. En la DC compiten la senadora Ximena Rincón con el exministro Alberto Undurraga, que promete ser una competencia reñida y con alta participación de militantes. Por su parte en el PPD se enfrentan su presidente, el excanciller Heraldo Muñoz con el exministro y vicepresidente del partido, Francisco Vidal, en tanto que el PRSD ha formalizado la postulación de su presidente, Carlos Maldonado.
Todo indica que la Unidad Constituyente y Nuevo Trato resolverán un (a) candidato (a) presidencial del sector en unas primarias abiertas, inmediatamente después de las elecciones de abril.
Todo indica que la Unidad Constituyente y Nuevo Trato resolverán un (a) candidato (a) presidencial del sector en unas primarias abiertas, inmediatamente después de las elecciones de abril.
Los desafíos de futuro
Sin embargo, de llegar a configurarse una elección a cuatro bandas (si José Antonio Kast no dice otra cosa), con un candidato del frente de izquierdas (muy presumiblemente Daniel Jadue) la candidata humanista, Pamela Jiles, y un candidato (a) de la Unidad Constituyente y Nuevo Trato (sin descartar otras alternativas), parece evidente que la derecha mantendría la primera opción para proyectarse a futuro. Inevitablemente ello conduciría a un gobierno de minorías acentuando las dificultades que han marcado la débil gestión de Piñera.
Inevitablemente ello conduciría a un gobierno de minorías acentuando las dificultades que han marcado la débil gestión de Piñera.
Por estas mismas razones es que resulta tan trascendente el proceso constituyente que se desarrollará en paralelo al cronograma electoral, con el desafío de generar una nueva institucionalidad que abra el camino a los cambios y transformaciones que demanda una mayoría ciudadana y garantice la gobernabilidad futura del país.
Todo aquello en el marco de una grave crisis sanitaria, económica y social que se constituye en el principal desafío para un nuevo gobierno y para el cual las diversas coaliciones y candidatos (as) presidenciales deben ofrecer propuestas viables de futuro.
El desafío no es menor.