Una vida mínima. John Williams

por La Nueva Mirada

Por Tomás Vio Alliende

Conocer la novela “Stoner” no es fácil. En general se llega a ella por el dato de un amigo o porque fue mencionada en un artículo de alguna revista o diario. No es un libro popular o altamente difundido. Se trata de una obra única, escrita por John Williams (1922 – 1994) y publicada en 1965, que fue ignorada por muchos años hasta que el New York Review of Books la reeditó y posteriormente fue traducida al francés por la editorial Le Dillettante.

“Stoner” cuenta la historia de William Stoner, el hijo de una familia campesina, nacido a fines del siglo XIX, que con mucho esfuerzo es enviado a estudiar a la Facultad de Agricultura. En medio de sus clases descubre que la literatura es su verdadera vocación y decide abandonar la granja de sus padres para dedicarse a hacer clases en la Universidad de Misuri.

La vida del protagonista da un giro y se convierte en un hombre consagrado a las letras y a una existencia mínima donde cada instante, cada error, marca una disyuntiva.  A simple vista parece una historia común y corriente, que incluso podría ser aburrida, sin embargo, Williams la convierte en algo diferente. La cotidianeidad traspasa lo extraordinario y muestra el espíritu gris de un profesor que va dejando que la vida lo lleve, lo traslade por un mundo que él escogió y en el que tiene que sobrevivir. Por esta misma razón, esta es la obra más personal de John Williams, quien también ejerció como profesor de literatura en la Universidad de Misuri y en la de Denver.

El viaje del profesor de literatura es más que nada con la mente, con las sensaciones, con un mundo que lo protege dentro de la sala de clases, pero que fuera de ella, lo deja invisible y desnudo frente al resto de la gente.

Autor de varios libros de poesía y de las novelas “Nothing but the night” (1948), “Butcher’s crossing” (1960) y “El hijo del César” (1973), Williams crea con “Stoner” una atmósfera sencilla e inigualable, donde se le entrega el valor a lo simple, a los espacios cerrados de las aulas universitarias. El viaje del profesor de literatura es más que nada con la mente, con las sensaciones, con un mundo que lo protege dentro de la sala de clases, pero que fuera de ella, lo deja invisible y desnudo frente al resto de la gente.

John Williams defiende a Stoner porque lo considera prácticamente un héroe. “Mucha gente que ha leído la novela piensa que Stoner tuvo una vida triste y mala. Yo creo que tuvo una muy buena vida (…) Fue feliz porque su trabajo le dio la identidad que él quería”

La novela ha sido catalogada de triste, de manifestar sentimientos decepcionantes de la vida por algunos críticos y lectores, porque el protagonista, a pesar de que va creciendo como persona a medida que avanza en la universidad, también se va quedando estancado por un mal matrimonio y rivalidades con el resto de los profesores. A pesar de todo, John Williams defiende a Stoner porque lo considera prácticamente un héroe. “Mucha gente que ha leído la novela piensa que Stoner tuvo una vida triste y mala. Yo creo que tuvo una muy buena vida (…) Fue feliz porque su trabajo le dio la identidad que él quería”, señaló el escritor en una entrevista.

El valor de “Stoner” en períodos de pandemia, donde la humanidad se esconde de manera obligatoria, se encuentra en lo simple, en el refugio de lo humano, en las descripciones de una vida que sin mayores luces sigue avanzando por un camino ya trazado. La sensación al leer la obra es de tal contención que el lector al darse una pausa y dejar el libro en el velador, queda con ganas de gritarle a Stoner al oído y decirle que, por favor, reaccione porque en la vida nada está perdido.

La sensación al leer la obra es de tal contención que el lector al darse una pausa y dejar el libro en el velador, queda con ganas de gritarle a Stoner al oído y decirle que, por favor, reaccione porque en la vida nada está perdido.

El protagonista se esconde detrás de su trabajo de profesor como la única seguridad que tiene para seguir existiendo. Cuando ya no le queda nada, se da cuenta de que absurdamente la vida se le ha ido de las manos porque había querido ser profesor, lográndolo con una verdadera entrega. Sin mayores aspavientos, “Stoner” refleja la importancia de vivir guiado por una misma estrella, aunque esta trace un destino opaco, con poca luz y brillo.

“Stoner” refleja la importancia de vivir guiado por una misma estrella, aunque esta trace un destino opaco, con poca luz y brillo.

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1 comment

Maria del Pilar Clemente noviembre 19, 2020 - 3:30 pm

Que curioso. Este libro que has elegido y que yo no conocía, calza con tu hermoso poema del jardín, donde la vida minimalista se expresa en una grandeza extraordinaria. Gracias. Muy bueno tu blog.

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