Utilidad Pública. Por Jorge Ragal

por La Nueva Mirada

Un perro callejero sirve para guiar a un ciego

que cruza una peligrosa avenida.

Un tren abandonado sirve para cobijar a una familia

de gitanos que huyen de la guerra.

Una linterna sirve para que una bailarina

salga airosa de un laberinto.

Un diccionario sirve para que un extranjero

pueda declarar su pasión a una pianista.

Una cruz sirve para espantar a un demonio

en medio de un carnaval.

Un libro de poesía sirve para que un muchacho

evite cortarse las venas.

Una hamaca en un bosque sirve para que una pareja

haga locamente el amor toda la noche.

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