Vuela la cabeza y el estadio grita gol,
los colores violetas, violados del acaecer marcan la ruta.
Atraviesan el océano de las mentiras,
para llegar a los ghettos de la humanidad,
donde los poetas y músicos conviven,
donde las paredes son murales de paisajes añorados,
pintados con sangre y excremento.
Vuela la cabeza y el estadio rompe en lágrimas,
Víctor Jara toca la guitarra,
mientras la Violeta abre sus brazos tiernos al final del sufrimiento.
el olor putrefacto de los sueños,
invade toda una nación.
La nauseabunda muerte camina libre por las calles
y la acompaña una caravana con las cadenas de la dictadura.
Vuela la cabeza y el estadio está en silencio,
se han lanzado a la piscina olímpica los mejores payasos,
ensucian los sacrificios de las verdaderas víctimas de la dictadura,
la piscina es un arco iris que dice NO,
los músicos con algunas tripas y huesos
fabrican instrumentos para que la canción siga sonando.
los poetas escapan al exilio.
Vuela la cabeza y el estadio esta evacuando,
se aburrieron del circo
las mil y una palabras del show no sirvieron de nada para evolucionar.
Ahora estamos todos dispersos,
el golpe al límbico no sirvió de nada
seguimos con el agua sucia de los payasos,